Lovespoken - Theo James (traducción) BAJO EDICIÓN

capítulo 12

El largo día de trabajo me ha dejado agotada, como un trapo sucio. Mi voz esta ronca de tanto hablar durante incontables horas en el teléfono de Robert. La reunión se prolongó durante lo que pareció una eternidad. Supongo que la película tiene un montón de detalles para finalizar. En mi hora de almuerzo oí algunos productores hablando sobre cómo ya se ha filmado la primera película.

Me pregunto cuánto tiempo se demorará en terminar de editar una película.

Espero a Theo afuera del edificio. Como el me trajo al trabajo en la mañana, no tengo un auto para devolverme. Desafortunadamente, pareciera que Theo se ha olvidado de mí porque he estado parada aquí por una buen hora y media.

Las horas de oficina acaban a las once en punto. Al menos a esa hora es cuando todo el mundo se supone que debe irse. Las puertas se bloquean desde el exterior a las ocho, a menos que tengas un pase. En consecuencia, el único día que tengo que volver a entrar y usar el teléfono, dejo el pase en mi escritorio.

Es obvio que Theo se olvidaría de mí. Por supuesto que no le importo lo necesario como para que recuerde que tiene que venir por mi.

En todo el tiempo que estoy revolcanda en mi abandono y sintiendo lástima por mí misma, no tomo conocimiento de la limusina que está llegando a el estacionamiento. Sólo cuando está frente a mí, mis ojos caen sobre el vehículo blanco y pulido. El conductor sale del coche.

-¿Tú eres Haley Jacobs?- Me dice el hombre.

-Emm, sí, ¿por qué?- Respondo.

El hombre se acerca a la puerta trasera y la abre, haciéndome un gesto para que me suba.
-Su paseo espera.

Mis ojos se entre cierran. De ninguna manera. Esto debe ser un error.

El hombre nota mi inseguridad. -Theo lo mandó para tí.- Ahhhh, ahora todo cobra más sentido.

Entro al vehículo. En el asiento trasero se encuentra un vestido rosado. Sonrió para mis adentros.

Recordó mi color favorito.

Una vez que el conductor entra al coche, cierra la barrera que hay entre nosotros para que me pueda cambiar. El vestido es strapless y un poco apretado arriba. Cae desde mi cintura hasta mis rodillas. No es muy legante pero es lindo y veraniego. En el suelo del coche se encuentran unos tacones. Este atuendo debió haber costado una fortuna.

Antes de que me diera cuenta, la limusina se detiene. Cuando miro por la venta me doy cuanta de que estoy en la playa. Hay un largo muelle de madera pulida, que se extiende hacia el océano donde el final se hace más amplio. Está llena de luz brillante, iluminando la pasarela.

Una persona obstruye mi vista cuando abren la puerta. Piso el suelo con uno de mis tacones. My pie cae en una roca provocando que pierda mi balance. Un brazo me agarra la cintura. Miro hacia arriba, es Theo. Sus ojos son brillantes a la luz.

-Te ves hermosa.- Me dice deshaciendo mi trenza. La había hecho para trabajar. Cascadas de pelo caen por mis hombros en olas gloriosas.

Sonrío, obviamente sonrojada. El está con un pantalón beige junto a una remera blanca con botones. Simple y aún elegante. Su bronceado crece, haciendo que su sonrisa se vea más blanca.

-¿Qué es todo esto?- Digo suave y dulcemente.

El toma mi mano, llevándome a través del mulle, llegando hasta el final, donde hay una mesa con un mantel blanco. Hay antorchas que están situadas alrededor del borde del muelle, dos velas en el centro de la mesa. Y en los platos se encuentra carne.

Recordó mi comida favorita.

-Me di cuenta de que necesitábamos una primera cita. Si vamos a convertirnos en algo más que amigos, debemos hacerlo bien.