Capítulo 7

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Esa noche Theo me dejó en una habitación de invitados. Nunca se me ocurrió que en verdad no tenía ningún lugar al cual ir. Por eso, cuando despierto lo primero en mi mente es ir a buscar un apartamento. Bueno, tal vez no es lo primero. Despierto pensando en Theo y me castigo por hacerlo. Déjenme asegurarles: no me gusta de esa manera. Mierda, con suerte conozco a este hombre. No puedo tener sentimientos por él. No hay ninguna forma de que haya ocurrido tan rápido. Sólo han pasado 24 horas. No puedo, ¿cierto?

Theo fue muy amable anoche. Después de que terminamos de lavar, fuimos al auto para sacar alguna ropa y así tener algo de cambio.

Bajo las escaleras en pantalones de pijama y una camiseta larga que alguna vez fue de mi padre. Después de la muerte de mis padres, tomé lo que fuera de ellos, queriendo algo que me recordara a ellos siempre.

El aroma a tocino y panqueques llena mis fosas nasales y me empuja a la cocina. Theo se encuentra cocinando, en proceso de dar vuelta un parqueque. En el plato que se encuentra a su lado, ya hay cuatro más, dos de ellos están carbonizados.

Mis pasos anuncian mi llegada. Theo me mira por encima de su hombro, una sonrisa se forma en sus labios. -Buenos días dormilona,- dice.

Respondo con un bostezo antes de caminar hacia él. El reloj dice que son las 9:30. El peso de los números me hace sentir exhausta. Sin pensarlo, me apoyo contra Theo reposando mi cabeza contra su espalda. Huele muy bien. Como a jabón y frescura. Me encanta.

-¿Cansada?- Se ríe.

-Mhm,- me quejo cerrando mis ojos mientras absorbo su calor.

-¿Qué te parece si te vas a sentar y yo te llevo el desayuno?

-Bueno,- murmuro cansada. Me quejo y hago un ruido con mi boca.

Antes de que incluso pudiera llegar a mi silla, Theo ya está delante mío, situando los platos y tarareando una melodía. ¿Es siempre así de alegre en las mañanas? Es adorable e increíblemente asombroso.

-¿Cómo es que estás tan despierto?- Le pregunto mientras el sitúa dos vasos con jugo de naranja.

-¿Alguna vez has tenido un sueño realmente bueno?- Dice mientras se sienta. Asiento mientras corto un pedacito de panqueque y lo pongo en mi boca. -Bueno anoche tuve uno de los mejores sueños de mi vida y eso me puso de buen humor.

La verdad es que no se que se siente. No recuerdo la última ves que tuve un buen sueño. Desde que mis padres murieron todas mis aventuras nocturnas consistían en horribles escenas y paisajes aterradores. Aunque la peor es la repetitiva pesadilla de perder a mis padres. Supongo que perderlos en la vida real no es suficiente.

-¿De qué se trataba tu sueño?

Theo me apunta con el tenedor, -Eso, mi amiga, es un secreto.

-Oh, ya veo. ¿Entonces ahora somos amigos?- Theo se encoje de hombros ocultando una sonrisa. Mastica con la boca cerrada. -Hey, tengo una idea, continuemos con nuestro juego de preguntas.- Theo le da un trago al jugo de naranja y limpia su garganta, -Si lo recuerdo bien, es mi turno de preguntar. Haley Jacobs ¿A qué hora te levantas normalmente?

-Wow, de verdad fuiste muy profundo con esa pregunta.

-Lo intenté, lo intenté.

-Bueno, depende del día. Supongo que ahora voy a tener que empezar a levantarme temprano si quiero conseguir un trabajo y un apartamento. Pero digamos que a las 10:30.- Golpeo mis dedos con la mesa, actuando como si fuera una malvada genio tratando de sacar algo jugoso de Theo.

-Theo James, ¿Cómo lo hiciste para prepararnos desayuno esta mañana con los alimentos apropiados, si todos los ingredientes estaban podridos?

-Simple. Fui al la tiend a comprar mientras tu estabas dormida.

-¿fuiste a comprar a la tienda?

-Así es, ¿Por qué lo dices? ¿Tienes algún problema con eso?- Me cuestionó coquetamente.

-No, para nada. Es solo que no te imagino en una tienda. Eres un poco macho y masculino como para ese tipo de tareas.

-Uuh, parece que alguien es sexista,- dice. Abro la boca para protestar pero me interrumpe con otra pregunta, -Anoche, cuando te asuste, ¿Porqué reaccionáste de esa forma? Con otras palabras, ¿Que eventos traumáticos de tu infancia te dejaron tan aterrada de que alguien te vaya a hacer eso?

Trago. Y aquí está. Las preguntas serias que he estado evadiendo responder. No se que decir, y tampoco quiero decir algo. -Uhm,- pongo un mechón de cabello detrás de mi oreja. Me doy cuenta de que el plato de Theo está vacío. -Déjame llevar eso por ti.

Corro mi silla y empiezo a caminar hacia Theo, mientras estoy tomando su plato. Su mano se sitúan en mi muñeca. -Haley. Me puedes decir. No estoy aquí para reírme de ti.

Suspiro, -No es eso. Mira, digamos que mi infancia no estuvo llena de flores y arcoiris. Malas cosas me pasaron, la mayoría me traumaron por el resto de mi vida.

Theo se pone de pie, por lo que ahora se eleva sobre mí. Me mira hacia abajo, sus suaves ojos captan mi atención. Permanecemos así por lo que parecen horas. Un sentimiento desconocido se esta apoderando de mi pecho. Estoy tan abrumado por esta emoción que me atrapa.

-Tienes unos hermosos ojos,- lo escucho susurrar. No puedo evitar sonreír.

-Tu un lindo rostro.- Las palabras encuentran su lugar antes de que las pueda parar. Mis ojos se abren pero todo lo que Theo hace, es reír. Esa iluminada y maravillosa risa. Comienzo a reírme también lo que causa que Theo se ría aún con más fuerza.

-Tienes una relación extraña con las palabras, Haley,- suspira mientras se lleva los platos al fregadero.

-Lo intenté, lo intenté.- Le burlo. Canino detrás de él para ayudarlo con los trastes, de nuevo.

-¿Qué planeas para hoy día?- Me pregunta. Creo que la cosa de las preguntas va a ser permanente desde ahora.

-No lo sé exactamente. Necesito empezar a buscar un apartamento.- Le informo.

-Bueno, te puedes quedar aquí hasta que encuentres uno,- me mira serenamente antes de seguir, -pero prométeme algo,

-¿Qué cosa?

-No traerás hombres a la casa.- Por un segundo obtengo la impresión de que está bromeando. Pero después de que sus palabras permanecieron me di cuenta de que no lo estaba. No se que decir a esto.

-Tienes mi palabra.

Y si la tiene. De hecho, eso nunca pasó por mi mente porque he llegado a la conclusión de que el único hombre con el que deseo estar, es con Theo. Él y sólo él.

Lovespoken - Theo James (traducción) BAJO EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora