Capítulo 35.

1.4K 92 21
                                    

Haley:

Despierto con la dulce sensación de mis sueños. Me alegran. Pero el sonido de un celular sonando finalmente hace su aparición, la realidad se tornó clara como el agua. Oh como me gustaría escaparme en la maravillosa sensación de las suaves sábanas que me cubren. La luz apenas se asoma por la ventana de mi habitación. Es temprano. Muy temprano.

Dejo que el móvil suene. Quien quiere que sea puede esperar. Quiero soñar. Pero no sólo cualquier sueño. Quiero volver a tener el mismo sueño. En el que sus brazos me envolvían, asegurándome contra su cuerpo. Sus labios presionados contra mi sien. Se sentía tan real. Se sentía como si en verdad hubiera ocurrido, como si un milagro hubiera ocurrido y mi sueño no hubiera sido para nada un sueño.

El teléfono detiene su insoportable sonido. Para mi desgracia, el silencio es interrumpido por un nuevo sonido. Un constante golpe. Quejándome, abandono toda esperanza de retornar a mi mundo de los sueños.

Mis pies se mueven perezosamente hacia la puerta. Como siempre, reviso quien es entes de abrir. Para mi sorpresa, nadie se encuentra al otro lado de esta. Poder estar media-dormida pero sé que estoy lo suficientemente lúcida como para saber que ese sonido no fue producto de mi imaginación. Mientras pienso en esto, lo escucho nuevamente. Pero aún así no hay no hay nadie.

De repente me doy cuenta de que el sonido no viene de la puerta de la habitación, viene de la puerta que conecta mi habitación con la de mi vecino. ¡Menudo patán!

Brillando de indignación me dirijo hacia la la fuente de sonido para literalmente desentrañar a la persona que está causando todo este alboroto. Comienzo a gritar antes de siquiera abrir la puerta.

-¡Maldito bastardo! ¡¿Quién mierda te crees que er,-

Me quedo en silencio. En el otro lado de la puerta no se encuentra nada más ni nada menos que Theo, con la más ofensiva media sonrisa que he visto plantada en el rostro.

-¿Que decías?

Hechando humos, me incito a cerrarle la puerta en las narices pero obviamente el lo ve venir y su mano la detiene. La empuja para que quede nuevamente abierta antes de entrar a mi habitación como si nada. Estaba apunto de abrir mi boca para decirle lo desagradable que era en cuanto escucho otro golpe en le puerta. Me dirijo a esta casi gritando de molestia. Al ver que es el servicio a la habltacion, tomo el carrito lleno de comida rápidamente en mi cuarto para cerrarla nuevamente, quedando solamente Theo y yo.

Me doy vuelta para mirarle. Entrecierro mis ojos. Este hombre tiene que dejarme en paz. Al diablo mi sueño. Él es la razón por la que estuve todo el viaje llorando. Bueno, él y Shai. Él ya me ha olvidado.

-No te ves muy feliz.- Me dice.

-¿Qué quieres?- Prácticamente gruño.

-Robert me informó que te has perdido la llamada para despertarte.

Así que eso era...

-Yo no quise,- Comienzo aunque me detengo en la mitad de la oración. ¿Por qué siento la necesidad de darle explicaciones? No tiene por qué saber nada de mi, mi vida o mis acciones.

-La única razón por la que quieres seguir durmiendo es porque estás teniendo un buen sueño, no me digas que era sobre mi,- bromea mientras agarra una manzana del carrito. Sus labios se presionan contra ella antes de darle una mascada.

-No seas tan engreído. No es lindo en un hombre,- digo fríamente.

Se dirige hacia mi lentamente, tentándome. -Soñaste conmigo, ¿no es así?

-Por supuesto que no.- Mi voz se mantiene firme.

-Haley, cariño, por más buena actriz que seas, mentir se te da muy mal.

Coordino mis pasos con los suyos, alejándome con la finalidad de mantener una distancia entre nosotros. Mi espalda choca contra la muralla.

Estoy acorralada.

-Pensé que era actuación, pero realmente eres un idiota, ¿no es así?

Theo, mientras aún camina hacia mi, se coloca un mano en el corazón. -Auch,- luego rie. -Bueno, creo que me lo merezco.

Finalmente me alcanza, presionando su cuerpo contra el mío. No hay alternativa de escape. Siquiera hay espacio para nuestras prendas de vestir. Todo lo que hay somos él y yo, mirándonos como Águilas, decidiendo quien va a hacer el primer movimiento.

-Dime.

-No estaba soñando contigo, Theo. Es sólo que no sabia a que se debía la llmada.

-No me refería a eso. Haley, dime, ¿por qué me odias tanto?

Suspiro. -No te odio, Theo.- No tiene idea de lo equivocado que está. Muy, muy equivocado.

-¿Entonces qué es?

-Todo. No te conozco, jamás te he conocido.

Un sonido proviene del bolsillo de Theo. Este mira a la pantalla mientras retrocede. Me siento insatisfecha. El calor de su cuerpo me deja, y vuelvo a estar vacía. Y se que nuestra conversación (aunque recién haya comenzado) se ha acabado.

-Es Shai, debo irme.

Obvio. Shai. La única oportunidad en la que podemos hablar ella lo aleja.

Siempre lo aleja.

Me alejo de el rodando los ojos, me dirijo hacia mi maleta abierta. ¿Pero que...? Ahora que lo pienso, no recuerdo haber abierto mi maleta, ni siquiera recuerdo cómo llegue a mi habitación.

-Haley, no quiero que te sientas como si no me conocieses.

Dice detrás mío, tomando mi barbilla para que me de vuelta.

-Quiero que me conozcas. De verdad. Déjame enseñárte.

-¿Cómo pretendes enseñarme?

-Cena conmigo. A las siete. Y antes de que digas cualquier cosa, "no" no es una opción.

Se da vuelta y camina hacia la puerta con seguridad. Lo deseo mas que nunca. Levanta una mano y comienza a hablar. -Ahh, por cierto. No esperaba que supieras sobre la llamada. Robert me lo informó anoche mientras te cargaba dormida en mis brazos.

Desaparece por la puerta, como siempre, dejándome sin tener idea qué diablos pasó.

Lovespoken - Theo James (traducción) BAJO EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora