Introducción

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Prólogo

Harry tenía trece años y vivía con su familia. Su sueño era llegar a ser cantante algún día.

Aquel año algo raro comenzó a sucederle. Hasta entonces su salud había sido de hierro, pero ese año tuvo en varias ocasiones unos fuertes dolores abdominales seguidos por sangrados. Anne, su madre, comenzó a preocuparse seriamente. Al final lo llevó al médico.

Dieron muchas vueltas. Le llevaron a hacer ecografías y otras pruebas. Finalmente. llamaron a Anne a una sala.

-No debe preocuparse. La salud de Harry no corre serio peligro. Él... hay una especie de fenómeno raro. Harry tiene dentro un aparato reproductor femenino completo.
Independientemente de que es un hombre por su aparato reproductor masculino y sus cromosomas. Podríamos operarlo, pero no veo la necesidad. Dejaríamos un hueco donde se pueden desarrollar tumores y es muy joven.

-¿Y el sangrado?

-Es el periodo.

-¿Qué?

-Si... no tan regular como el de una mujer.  Pero sí.  Supongo que lo tendrá unas dos o tres veces al año. No tiene que preocuparse.

Y Anne decidió no preocuparse. Tampoco le explicó a Harry lo que le pasaba. Le dijo que no era grave, que sólo tenía que aguantar el sangrado y que todo estaba bien.

Con los años, Harry comenzó a ver cómo se regularizaban los sangrados. El uno de marzo, el uno de julio y el uno de noviembre. Para él era algo normal. Algo en lo que no pensaba.

Momento actual

Harry se disponía a atender una exigente gira mundial. Era el mes de junio. Como siempre por esas fechas, estaba con el ánimo elevado y muchas ganas de sexo. Eso se debía a su ovulación, aunque no lo sabía.

Niall, su novio, daba gracias por esa euforia sexual. Estaban a punto de salir para un concierto pero daba tiempo a un polvo rápido. Que básicamente fue manos y roces en un camerino. Niall acabó eyaculando sobre el pene de Harry mientras se rozaban. Harry se rió y permanecieron un rato abrazados antes de irse a limpiar y vestir.

Normalmente esa fase de euforia venía seguida de otra en que se ponía insoportable. Pero esta vez no fue así.

Las siguientes semanas estuvo cansado y raro.
Y el uno de julio, por primera vez, no tuvo el sangrado.

Nuestro pequeño milagroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora