Capítulo 26: Problemas interiores

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Mientras Niall terminaba de ajustar algunas cosas para el viaje, Anne le dijo a Harry que le acompañaría a comprar la ropa interior.

-Es como volver a tener doce años -dijo Harry. Luego miró a su madre-¿Eso que comes es chicle de sandía?

-Sí.

-Le he cogido asco a la sandía.

Anne suspiró y se sacó el chicle. Harry llevaba unos pantalones deportivos Adidas azul oscuro y una camiseta blanca ajustada que marcaba su incipiente barriguita.

-Ha crecido mucho en estos dias -dijo Anne besándole una mejilla.

-Lo sé, estoy tan feliz... -Harry se acarició la barriga, algo que no podía parar de hacer. -era hora de que se notara.

-A la vuelta del viaje verás como se nota mucho más.

Llegaron a la tienda en la que Harry compraba habitualmente la ropa interior, pero se encontró una vez más con el obstáculo de que nadie pensaba en un caso como el suyo.

-No está tan mal lo que has comprado -se atrevió a decir Anne. -Lo importante es que estás cómodo.

Harry apretó los labios mientras la empleada pasaba su tarjeta.

-Son horrorosos, como de abuelo.

-Necesitas ropa cómoda y amplia que no te apriete ni te pique. Y ya has encargado calzoncillos a medida, pero ya sabes que siempre tardan un poco.

-Niall me acabará dejando -Harry cogió la bolsa. -Me dejará y me quedaré soltero y gordo para siempre.

-Nadie va a dejar a nadie. Anda, vamos.

-Directos al aeropuerto -dijo Harry. -Niall dijo que me esperaba alli, vamos en el jet.

-Y alegra esa cara. Al menos ahora vas a gusto y no apretado.

Harry gruñó algo que Anne no entendió.
Liam y Louis aceptaron de buena gana el plan de una semana de vacaciones. Especialmente Louis. Ahora podría estar más tiempo al lado de Liam, que era lo que quería, para lograr que olvidara a Zayn. Harry y Niall se pasarían el tiempo juntos, siempre lo hacían, y ahora aún más.

El jet era el pequeño que tenía Harry en propiedad, no el grande con cama, al menos Harry no tendría esa oportunidad. Se despidieron de Anne y se acomodaron.

-No parece que tengas buena cara -se atrevió a decir Louis al cabo de un rato mirando a Harry. Niall le lanzó una mirada de advertencia. Él también había notado que el humor de Harry no era bueno.

-Estoy bien -dijo Harry, pero tenía el ceño fruncido y cara de estar todo menos bien -¿No tengo derecho a estar de mal humor?

-No se porqué, pero estás a punto de estallar -le susurró Niall al oído-¿Qué tal si nos encerramos en el baño y soluciono rápido esa frustración?

Harry sintió un acceso de lujuria pero entonces recordó la mierda de ropa interior que llevaba y no, si podía iba a evitar que Niall le viera con ella. Esos calzoncillos le bajarían la libido a cualquiera.

-Mejor no, cielo.

-Mierda, estás enfermo -Niall lo cogió y se lo colocó en el regazo-en cuánto aterricemos...

-No, estoy bien -ahora no sólo estaba furioso, sino frustrado sexualmente. -Voy a comer unos cacahuetes.

Harry cogió una bolsa de cacahuetes y tiró. No se abría. Lo intentó con los dientes. Tampoco. Empezó a sentir que hervia. Puta mierda asquerosa de bolsa de los cojones. La golpeó contra la mesa.

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