Capítulo 45: Planes de futuro

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Liam y Louis decidieron que se quedarían una semana, el tiempo previsto por Niall y Harry para estar en Irlanda. Después irían unos días a casa de Anne, para terminar a finales de grabar la canción y después de actuar en el Jingle Bel, volver a Mullingar hasta que naciera la pequeña.
Harry se estaba viendo de repente un poco sobrepasado. Súbitamente ya era noviembre, estaba más cerca del final del embarazo que del principio, cogía peso y volumen casi a diario, y se encontraba teniendo que hacer planes para cuando Eileen naciese ya como algo real y próximo.
Niall observaba ese nerviosismo que Harry trataba de callar. Aunque él estaba nervioso, se decía a si mismo que debía mantenerse en el modo calmado.
Eligieron una habitación bonita y luminosa para que fuese la de Eileen, muy cerca de la suya. Había que amueblarla, así que dedicaron un día a ello. Anne había ayudado a elegir los muebles en Londres, así que Maura fue con ellos. Y los padrinos.
-Quiero mucho rosa, muchas cosas de princesa -decía Harry en el coche.
-Seguro que prefiere dragones, mundos mágicos... Cosas así -dijo Louis.
-Cállate -Harry se llevó la mano a la barriga -¿falta mucho, mamá Maura? Tengo que hacer pis. Con urgencia.
-Sólo tres minutos. ¿Podrás aguantar?
Harry asintió. El coche tomó una salida y estacionaron en el parking de una gran superficie.
-¿Ikea? -Louis miró a Liam sorprendido. -¿Vais a comprar los muebles del cuarto de vuestra hija en Ikea?
-He visto el catálogo y me gusta -Harry saltó del coche. Entonces se detuvo. Sintió que las mejillas se le ponían rojas y trató de disimular. -Tengo... Necesito.... Quiero ir a casa...antes al cuarto de baño y luego a casa.
Niall se apuró a cogerlo del brazo y corrió con él al baño.
-¿Estás enfermo? ¿Mareado?
Harry sollozó.
-Se me escapó el pis.
Niall estuvo a punto de gritar que eso era estúpido pero no lo era. Se abrió la puerta del baño y entró Maura.
-Debí parar, es mi culpa. ¿Ha sido mucho?
Harry levantó la cabeza. Estaba muy rojo.
-No. Pero...
-Es normal, Harry. Es por la presión sobre la vejiga. No es algo raro. No tienes la retención de siempre. Toma, tengo toallitas y pañuelos. Tira los calzoncillos y no dejes que una molestia del embarazo arruine el día.
-Nadie te cuenta estas cosas -sollozó Harry. Maura miró a Niall.
-Déjame un rato sola con el.
Niall asintió y Maura esperó fuera del cubículo mientras Harry se aseaba. Le abrazó cuando salió.
-Harry, puedes contarnos o preguntarnos a mi o a Anne lo que sea... No tengas vergüenza.
-Nadie te habla de esto. Todos creen que es sólo una tripita y un bebé que da patadas, pero no es tan fácil.
-Claro que no lo es.
-He estado empezando a tener digestiones pesadas. Muchas comidas me dejan mal sabor de boca.
-Es normal.
-Pero luego tengo hambre.
-Lo sé.
-Lo del pis...
-Harry, cuando quieras ir al baño, vete de inmediato. Puedes ponerte algún protector para las pérdidas, es normal durante esta etapa.
Harry asintió. Empezaba a estar más tranquilo.
-¿Vamos a comprar muebles para Eileen?
Harry sonrió.
-Claro.
Louis miraba alrededor mientras esperaban. Se comería un helado ahora mismo. Liam se acercó, pegó la cadera a la suya y le susurró.
-Cuando amueblemos nuestra casa no será en Ikea.
Louis no sabía si iba a desmayarse o sólo morirse.
-Y menos cuando sea el cuarto de nuestro hijo -dijo Liam como si nada. Louis giró la cabeza hacia él.
-Llevamos juntos un par de semanas.
-Llevamos juntos cinco años, aunque no fuésemos pareja. Sé lo que quiero, y te quiero a ti y todo contigo.
-Liam.... Joder, te amo...
-Cuando nazca Eileen hablaremos más de esto. Ahora Harry y Niall tienen que centrarse en la nena.
-Pero cuando volvamos a Londres, estos días.... Yo quiero seguir durmiendo contigo, no quiero perder un día más... ¿Te vendrás a mi casa?
-No puedo negarme a eso. Claro que iré a vivir contigo, mi amor.
Louis jadeo. Estaban sentados en un Ikea y Liam le había insinuado que quería casarse y formar una familia, y que se iría a vivir con él.
Miró furtivamente los baños. Pensó en proponerle un encuentro rápido pero Harry y Maura ya se acercaban.
Y Eileen era lo importante.
Harry no dejó que nadie le sacase de su idea. Cuna de madera con apliques en rosa, cortinas de encajes y lazos, todo era como un cuento de fantasía.
Los siguientes días aún tenían cosas que resolver antes de dejar temporalmente Irlanda.
Aunque harían una celebración por el bautismo, tanto Niall como Harry querían que fuese un bautismo real, así que fueron a hablar con el sacerdote que siempre había sido el de los Horan.
-Nos va a echar de la Iglesia -Harry se agarró al asiento del coche -somos dos hombres casados y estoy embarazado.
-Es un buen sacerdote, no es de esos radicales...
Harry asintió y salieron del coche. Entraron en el edificio y les recibió un hombre de aspecto afable que les dio la mano.
-Maura me dijo que vendrías. Hola, Harry... -le dio la mano -no tiembles.
Harry suspiró.
-Tiembla cuando estés en el infierno, pecador.
Harry palideció y entonces Niall y el cura estallaron en carcajadas.
-Te dije que se lo creería -dijo el cura -es broma. Llámame Jimmy.¿Cuándo nacerá la bebita?
-Hacia la segunda semana de marzo, a más tardar -dijo Niall.
-¿Cuándo queréis reservar la Iglesia?
-Habíamos pensado hacia septiembre, cuando la nena haya crecido un poco -dijo Niall. - y como mi cumpleaños cae en domingo...
-Comprendo. Reservaremos ese día.
-El bebé tendrá dos padrinos y una madrina.
-Niall, no me importa que vuestros amigos actúen como padrinos pero sólo uno lo será ante los papeles.
Harry y Niall se miraron. Liam.
Cúando salieron de allí, Niall se dirigió hacia el despacho de abogados de confianza de su familia.
Le habían dicho a Louis que también sería padrino. Así que los papeles lo reflejarían ante la ley.

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