(EN EDICIÓN) Hell is so close to heaven (Andy Biersack y tu) [HOT]

Capitulo 3

Casi desmayándome, adolorida, sin ganas de nada, llegué a mi casa, pero todo ese malestar, ese dolor y odio que sentía, se desvanecieron cuando ví a Miranda sentada en la entrada de mi casa con sus ojos rojos de tanto llorar.

—¿Melanie? ¿Que pasa?

No recibí respuesta, ni siquiera me miraba, estaba tan mal que ni siquiera noto mis heridas y la sangre en mi ropa.

Entre corriendo a la casa.—No no no no no.— Repetía como si esas palabras harían sentir mejor a mi hermana y como si pudieran borrar lo que sea que esté pasando en ese momento.

—¡Mama!

—Hija.—Dijo llorando y notó mis heridas y su cara fue de tristeza y de horror—¡¿Qué te paso?! 

—¡Gabriela fue! ¡¿Que pasa?!

Entendió todo pero se notaba que ella no quería hablar de ella en ese momento, en ese instante solo importaba una cosa...

—Tu hermana quiere hablar contigo un momento.—Entre al baño me lavé la cara lo mas rápido que pude para limpiar un poco la sangre y mis heridas, no quería preocuparla. Fui al cuarto, me acerque a Jennifer y me agache.

—¿Qué te paso en cara tonta?— Aun se me notaba una herida en el labio pero no podía decirle lo de Gabriela, pero... ¿Tan mal esta viendo?

—Resbale y me golpee en la acera ¿Que te pasa a ti?

— Ya no tengo cura, estoy muy cansada y no creo poder seguir, solo soy un estorbo para ustedes.— Decia mi hermana mientras sostenía mi mano.

—No, no lo eres deja de decir estupideces.

—Escúchame... si todo lo que te enseñe te sirvió desde hace ya 5 años entonces puedes seguir sin mi.

—Cállate ¡Miranda, busca ayuda!

—No seas débil, debes protegerlos, no dejes que sufran más de lo que ya sufrieron, por favor, te voy a seguir ayudando y cuidando desde donde sea que este. —Mientras hablaba la fuerza de su mano disminuía cada segundo.

—Te amo hermana.—Dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Yo también te amo.—Le respondí mientras caían lagrimas por mi mejilla y su mano... dejo de sostener la mía.

La levante y puse su espalda en mi pecho mientras la abrazaba y lloraba. En ese momento entró Miranda con un doctor de emergencias detrás de ella, corrió ella sola hasta el hospital y volvieron en la ambulancia.

—Ya es tarde...— Hable con un hilo de voz.

Luego de unas horas el doctor la reviso y dijo que la causa de enfermedad fue por la peste bubónica, una enfermedad transmitida por las ratas. Ellos nos llevaron a todos al hospital donde nos revisaron y ninguno parecía tener el virus pero nos vacunaron a todos para no enfermarnos. 

Cuando volvimos ya eran las 1 a.m. de la noche y decidimos llevar a Jennifer a la cima de una montaña donde la enterramos. Esa noche no dormí nada porque el mismo pensamiento rondaba por mi cabeza una y otra y otra vez... ¿pude haber evitado esto?

******

No me importaba que me trataran como basura, humillarme, menospreciarme, a mi podrían decirme lo que quieran... pero nadie mas iba a pasar por lo que pasamos anoche. Nunca mas.

Después de una larga busqueda, di con la casa de Andy y toque la puerta, por suerte para mí Andy fue el que abrió.

—¡___! Por Dios ¿Qué te pasó? Pasa.

—Gracias Andy pero solo tengo unos minutos.

—¿Que sucede?

—¿Recuerdas que me dijiste que si te pedía un favor me ayudarías?

—Lo que sea, dime. Pero ¿Quién te hizo esto? Fueron los mismos que me...— Lo interrumpí

—Necesito que me des empleo como sirvienta en tu casa.

—¿Que? ¿Es broma? No puedo hacerte trabajar como sirvienta, si necesitas dinero yo...

 Yo soy una persona orgullosa que no aceptaría dinero de regalo, hasta odiaba mendigar pero no tenia opción, pero ahora si la tengo, por lo tanto le pedí el empleo para ganarme dinero dignamente.

—Solo quiero el empleo, pero también necesito que me pagues unos meses por adelantado, debo sacar a mi familia de ese agujero en el que viven.

—¿Qué te paso?

—Jennifer, mi hermana mayor falleció por una peste, por eso te pido que me ayudes a salvar a los demás ¡Por favor!

—___...Voy a hacer lo imposible para que te quedes entonces, tengo que...

Antes de que el terminara de hablar apareció su padre.

—¿Hijo?

—Papá, ven.

—¿Todo bien? Oh Dios mío, señorita ¿esta bien?

—Si señor, no se preocupe.

—Papa ella es___, ella me salvo la vida, ___ el es mi papa, Joey

—Un gusto conocerlo señor.

—El gusto es mio, un millón de gracias por salvar a mi hijo.

—Quiere empleo en nuestra casa.—Se quedaron en silencio por unos segundos mientras yo tenia la mirada fija en el piso.

—Mmm...es algo complicado... 

—Señor le juro que seré eficiente, no seré molestia, es que mi familia esta en una situación muy...— Me interrumpió levantando su mano suavemente en señal de alto.

—...pero no puedo decir que no luego de haberle salvado la vida a mi hijo, darte empleo es lo menos que puedo hacer, pero no puedes hacer todo tu sola, vas a necesitar ayuda.

—Puedo traer a mi mama y a mi hermana si usted desea.

—Esta bien pero escucha chica debes pensar que aquí es la casa en donde van a trabajar, pero no lo es.

—¿Que?

—La casa donde trabajaran, se ubica a en las afueras de la ciudad, mucho mas lejos de aquí, nosotros vinimos por que yo tenia que hacer unos asuntos de trabajo y Andy vino conmigo para hacerme compañía nunca quiere que viaje solo. Vivimos en una casa con viñedos en un campo lejos de aquí, ustedes tendrán comida, un techo, dinero y una habitación, solo tienen que hacer los quehaceres de la casa.

—Acepto señor.

—Y tienes suerte, porque la ultima empleada renunció hace unos días.— Añadió Andy.

—Muy bien____.—Me dijo con una sonrisa, parecía alguien amable, es algo imposible meter a tres extrañas a la casa de uno pero el me tomo confianza ciegamente sobre todo una chica de la calle, con una cicatriz en la cara y golpeada. Pero... en ningún momento sentí que se sintiera incomodo conmigo, es más se preocupó por los golpes que tenía, el me acepto por como era mi forma de ser, pero más que nada por haberle salvado la vida a su hijo, tal vez el trato cambie en algún momento, pero no me voy a echar para atras, acepto lo que sea con tal de poder ayudar a mi familia.