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Ah, otro amanecer en Gravity Falls, el pueblo más misterioso de todos Estados Unidos, el pueblo se sentía más calmo con respecto a los desastres masivos provocados por Bill; la verdad es que luego de ese desastre Mabel y yo decidimos quedarnos en Gravity Falls y terminar nuestros estudios aquí y así poder resolver misterios y analizar a las criaturas extrañas que habitan aquí, mientras que Mabel se encarga de mejorar y de encargarse de la cabaña del misterio con el tío Stan. Aún habían roces entre ambos Stans pero aún así se llevan mejor que antes desde lo de Bill.

Las cosas entre Mabel y yo han cambiado, ahora somos mucho más unidos que antes, nos contamos todo; no quiero volver a casi perderla, ella es lo mejor del mundo y es mi familia así que debo cuidarla mejor que antes.

Bajé a desayunar y me topé con una Mabel muy alegre bromeando con él tío Stan mientras que el tío Ford se dedicaba a leer unos planos que tenía en la mesa junto a su taza de café.

- Buenos días - dije sentándome a la mesa junto a Mabel

- Buenos días, kido - dijo el tío Stan mientras que tomaba algo de jugo

- Buen día, Dipper - dijo el tío Ford sin despegar sus ojos de los planos que leía con tanta avidez

- Buenos días a ti, Dippinsause -dijo Mabel sonriendo mientras que limpiaba su labio - ¿No te enteraste? ¡Tenemos nuevos vecinos!

- ¿Ah sí? Casi nadie se muda a Gravity Falls - dije mientras que comía de mis panqueques

- Bueno, pues ahora hay alguien - canturreo Mabel feliz

Sonreí ante el optimismo de mi hermana, mientras comíamos vimos como el tío Stan y el tío Ford discutían sobre la mejor forma de arreglar el sistema de agua de la cabaña debido a unas cañerías tapadas con sabrán ellos que cosas; Mabel y yo decidimos salir al mismo tiempo que vimos a nuestros tíos caminar charlando hasta el lavadero de la cocina.

- ¿Quién crees que sean los nuevos vecinos? ¿Chicos lindos? ¿Chicos lindos vampiros? - dijo mi hermana sonrojada fantaseando con chicos

- Quizás solo sea una vieja familia de ancianos que quieren pasar sus últimos momentos aquí en Gravity Falls - acoté acabando con sus fantasías

- Bu, no eres divertido - dijo ella haciendo un puchero

Ella se aprovechaba del hecho de que me gustan los chicos; descubrí este hecho tan importante a los 13 cuando Wendy me rechazó por decimosexta vez en ese año, y acabe enojado besando a un chico en una fiesta de la escuela, descubriendo que prefería sus labios a los de Wendy.

Linda historia ¿eh?

Pero nuestra atención se desvió al ver llegar un camión de mudanza a la cabaña que habían construido junto a la nuestra; del camión se bajó un niño de no más  de 13 años de aspecto relleno y sonrisa amable mientras que jugaba con un avión, era una visión adorable para cualquiera que lo viese, un niño definitivamente tierno. Y luego se bajó un adolescente de nuestra edad: alto, asombrosamente guapo, y con una mueca desinteresada ante la vista del lugar al tiempo que sacaba una tablet y apuntaba a su cara directamente y hablaba con alguien a través de ella.

Wow... Las cosas empezaban a ser interesantes este año en este lugar.

♦️♦️♦️

Narra Wirt:

Greg y yo llegamos al lugar donde viviríamos antes que nuestros padres, siempre estaban tan ocupados con cualquier cosa que no fuésemos nosotros que les daba muy igual mandarnos solos a la otra punta del país por gusto.

¡Agh, padres! ¡Y luego dicen que nosotros somos los rebeldes sin causa!

Vi la cara de alegría de Greg al bajarse y he de admitir que me sentí mejor con respecto a este lugar, Greg era mi único hermano y trataba de mantenerlo lo más feliz posible para que no notase la falta de atención de nuestros padres, un niño como él merece ser feliz a cada momento y no preocuparse por lo que sea que pase con nuestros padres.

Me bajé del camión de la mudanza al tiempo que veía que empezaban a descargar las cosas, saqué la tablet del morral y llamé a mis padres para informarles al menos que ya habíamos llegado al maldito pueblo cutre que nos escogieron como nuevo hogar.

- Hola hijo - dijo mi padre sin mirarme ni siquiera

- Llegamos al pueblo; espero que estés más feliz con esto de arruinar mi vida entera - dije al tiempo que pasaba una mano por mi cabello

- Sabes que debíamos mudarnos, ese entorno de Nueva York no te hacía nada bien a ti o a tu hermano - dijo mi padre tranquilamente

- Si eso es por James dejame de... -traté de explicarle pero me interrumpió

- Olvídate de ese tipo, ninguno de mis hijos serán maricones de mierda - dijo para mirarme finalmente con sus ojos brillando en furia

- Bien, adiós. - dije con dureza y terminé la llamada

Suspiré y guardé la tablet en mi morral de nuevo para cubrir mi rostro con mis manos al tiempo que gruñía algunas cosas sin sentido dirigidas hacia mi padre y su poca capacidad de comprender lo diferente. Sentí las manos de Greg en las mías y lo miré.

- ¿Otro problema con papá? ¿O es solo por James? - dijo mi hermano algo nervioso

- Lo mismo de siempre. Se niega a aceptar lo que soy - dije encogiéndome de hombros mientras que lo veía a los ojos

- No tienes que sentirte mal por ello.

- Lo sé, no te preocupes - dije para revolver su cabello tiernamente sonriendo

Vimos a dos chicos de la cabaña de junto venir hasta nosotros y casi me caigo, ¡ese tipo era muy putamente parecido a James! Sentí la sangre correr a mis mejillas inundándolas y tornandoles carmesí, la chica tenía un aspecto soñador y dulce, casi la inocencia en persona.

- ¡Hola! ¡Soy Mabel y este es mi hermano Dipper! - dijo la chica tendiéndonos la mano a mi hermano y a mí, no dudamos en tomarla - Es un placer tener nuevos vecinos, ¿verdad Dip?

- Si, Mabel - dijo el chico sonriendo amablemente

Mierda, es muy, muy, muy parecido a James.

- Mi nombre es Wirt y él es mi hermano Greg, un placer - dije tomando la mano de la chica llamada Mabel para luego tomar la de Dipper y sentir y/o disfrutar de la electricidad que causó tomar su mano.

- El gusto es nuestro - dijo Dipper soltando mi mano, vaya que era lindo

- ¿Y sus padres? - dijo la chica

- Ellos llegaran el mes que viene - dije amablemente

Sonreía mucho la chica, mientras que su hermano estaba muy ocupado mirando a cualquier lugar menos a mí, debía estar algo incomodo por mi mirada penetrante, pero eso no me impedía que mis ojos viajasen a su cara buscando las escasas diferencias entre él y James; luego de un rato fueron a su casa a cenar mientras que yo entré a la mía con Greg y pedíamos una pizza.

Mañana sería nuestro primer día en la escuela.

Sería un gran día.

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