XV

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Narra Dipper:

Desperté solo en mi habitación, el reloj marcaba las 8:30 de la mañana y no había ni rastro de Wirt, lo sé porque ni su ropa estaba por algún lado y supuse que había vuelto a casa; admito que me sentí algo abatido al no verlo junto con despertar, quizás le estaba poniendo todo mi corazón a esta relación que ni siquiera tenía un nombre aún pero es que sin saber cómo Wirt logró entrar a mi corazón.

Caminé tranquilamente solo en bóxers por la casa para buscar algo de comer, abrí la nevera y tome algo de jugo directamente del envase más me detuve al escuchar una suave risa desde el otro lado de la habitación; guardé a toda velocidad el jugo y cerré la nevera para encontrarme con Bill frente a mí riendo.

– Lindos bóxers, PineTree. Aunque debo admitir que jamás imaginé que podrías usar unos bóxers con corazones azules – dijo apuntando al estampado de mi ropa interior

– Cállate – dije sonrojado al tiempo que caminaba seguido por él hasta mi habitación

– Solo era una broma, no te enojes – dijo sonriendo y quedándose en la puerta – Ahora cuéntame, ¿qué tal te fue anoche con tu novio?

Me mordí fuertemente el labio, no era ni siquiera mi novio; se podría decir que sólo éramos follamigos.

– Uno: me fue bien, bastante bien anoche y dos: no es mi novio, pareja o algo similar – dije aguantando el veneno de mi voz al decir lo último

– Una lástima, tienes buen material de novio, PineTree, es triste que él no esté interesado en ti de la misma manera que tú sí lo estás por él – dijo por primera vez serio ante el tema – Y lo que es más triste es que tengas a varios detrás de ti y a ti solo te interese ese chico Wirt

Al decir esas palabras se retiró de mi habitación dejándome con miles de dudas pululando en mi mente, ¿qué había querido decir exactamente Cipher con eso de que tengo a varios detrás de mí? Tampoco es que me importase mucho, pero sus palabras de alguna manera despertaron mi curiosidad al limite. Debía saber por qué rayos lo decía o me volvería loco.

Definitivamente el que Bill se quedase en la Cabaña del Misterio a vivir era la peor decisión que habían tomado mis tíos, y vaya que habían tomado malas decisiones en sus vidas esos dos.

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Narra Wirt:

Me fui de casa de Dipper más temprano de lo que alguna vez quisiera haberme ido, se veía tan lindo dormido, tan tranquilo y frágil que no tuve corazón para despertarlo y avisarle que me iba a casa que simplemente me fui con el mayor cuidado del mundo, no me topé con nadie más que el rubio de mierda que no dejaba de mirar a Dipper con cara de carnero a medio degollar. Como si no hubiese tenido que lidiar con personas como él en toda mi vida.

En cierto punto estaba harto pero realmente no debía decir nada, no a menos que quiera que Dipper me deje y por ende tanto Mabel como Pacífica se alejen de mí y mi plan se vaya a la mierda, cosa que no debería pasar. Planes antes que sentimientos.

Al entrar sigilosamente a la casa me encontré con Greg sentado en mi cama sonriendo con las cejas arriba, por lo visto me había esperado y me había atrapado llegando tarde, muy tarde debía añadir.

– Vaya, vaya; pero mira a qué horas llegas hermanito, ¿una buena velada? ¿Te divertiste acaso? – acto seguido empezó a reír tontamente en voz baja

Sonreí. Greg siempre sería la única persona que me hacía sonreír incluso en mis peores momentos.

– Supongo que fue una buena velada, tuvo sus momentos no tan buenos pero... – dije al tiempo que me sentaba junto a él en mi cama – pero al final terminé disfrutando la noche

Vi a mi hermano sonreír aliviado; si tan solo tuviese mi edad quizás comprendería que esas palabras tenían cierto doble sentido para mí. Sin lugar a dudas fue una buena noche junto a Dipper, me volví a sentir cálido y protegido junto a él, de alguna manera hacía que mis preocupaciones repentinamente desaparecieran de la nada.

Y antes de que quisiera si quiera pensarlo dos veces, las cosas fueron más que claras para mí: estaba enamorado irremediablemente de Dipper Pines.

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Narra Stanley:

Caminé junto a Rick para señalarle varios de los lugares en los que según Ford y el imbécil -ahora adolescente- Bill nos habían indicado que fue donde despertó Bill con su cuerpo humano y sin sus poderes.

O al menos eso decía ese maldito.

Caminamos y no vi nada en especial hasta que Rick tomó de su petaca y sonrío complacido, algo que solo pasaba cuando lograba encontrar algo que era de su interés en especial.

– Pero mira hic esto, dulzura - dijo tomando con unas pinzas cabellos rubios y algo similar al polvo de estrellas – Que extraño hic – dijo limpiándose la baba que caía por su boca

– ¿Qué es lo extraño? – dije mientras que me inclinaba a ver un poco de lo que tenía mi compañero en su poder

– Es un tipo de estela que jamás hic he analizado, nunca en mi vida lo había visto y eso que he estado en varias galaxi... Espera – dijo por un segundo y me miró directamente a los ojos intimidándole – ¿Recuerdas esa vez que fuimos a las Islas Canarias?

¿Cómo olvidarlo? El sol, la arena, las estafas fáciles y divertidas... Sin contar las noches que había pasado bajo las estrellas.

Definitivamente jamás olvidaría esas tres semanas.

– Por supuesto que lo recuerdo, Rick, maldita sea... ¿A qué quieres llegar con esto?

– Se que no es muy hic grato de recordar pero trata de recordar la primera noche que estuvimos en la playa, había una estela similar a esta

Y repentinamente recordé esa misma estela tanto en mi piel como la de él cuando nos tiramos en la arena antes de la gran tormenta que sucedió a los dos días de retirarnos del lugar, joder, lo había olvidado repentinamente. Mis ojos se abrieron de par en par, eso fue hace veintidós años ya, ¿cómo era posible que volviera justo ahora? Toque el polvo provocando que se adhiriéndose a mi piel y brillando de una forma muy extraña, era un brillo que jamás había visto más que aquella vez en la piel de Rick y de su rostro riendo con la estela pegada directamente en sus mejillas y el puente de su nariz...

Lo mejor era ni volver a pensar en eso.

– A Fordsi le gustara ver esto, le parecerá interesante – dijo terminando de guardar todo y sonriéndome, por un segundo volví a ver el rostro de Rick joven y risueño cuando era todo para mí.

– Había olvidado por un segundo que todo se resumía en la opinión de mi hermano, te recuerdo que yo también estudié contigo sobre esto – rodé mis ojos enojado, sin importar qué siempre Ford sería el genio

Vi a Rick sonreír al tiempo que limpiaba la baba que caía por un lado de su boca y suspiró.

– No es que sea solo la opinión de Ford, es que tanto él como McGucket son los que llevan las hic riendas de este proyecto y lo sabes, ellos hic lo descubrieron – dijo suspirando mientras más baba caía por su comisura

Suspiré, daba igual ya; mi hermano siempre sería el mejor de los dos.

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