Narra Eugene.
¡Perfecto! Ahora estoy sólo, sólo caminando por los pasillos sin nadie a mi lado, ¡Yo no soy el malo! ¿ok? ¡Argh! ¿por que todo es tan difícil?- grité y estrelle mi puño contra los casilleros- yo sólo quería... Divertirme.- dije y recargue mi cabeza en estos, jamás quise hacer sentir mal a Hans, pero todos lo ven así, ¡Además él también me insultó! Pero...
-No te preocupes, todo está arreglado, los supuestos amigos no durarán mucho, el plan esta resuelto.
-perdón pero ¿que?- dije volteandome para ver quien era el que me hablaba, pero cuando me volteé... No vi a nadie.- pero ¿que?
-Ya te dije que no te preocupes ok?- volví a oír que decían, la voz se oía tan cerca,pero no veía a nadie, así que comencé a caminar por los pasillos y la voz cada vez se hacia más fuerte, llegué cerca de un salón y me quedé afuera, la voz ya era demasiado fuerte y no me iba a arriesgar a que me descubrieran, así que me pegué a la pared para oír....
- Con tu ayuda y mi ayuda lo podremos lograr, el equipo Snow será derrotado y nadie se dará cuenta de que fuimos nosotros, ¡todo bien!
"Esperen ¿qué? ¿Alguien quiere destruir nuestro equipo? Bueno quien no, pero ¿quién? No reconozco la voz"
- Ok, entonces haremos eso, te quiero, bye.
Se comenzó a oír como estaban abriendo la puerta.
"Ok, tengo que correr" Comencé a correr para que no me vieran, pero tropecé con alguien, lo único que pude hacer fue levantarme rápidamente y jale a la persona con la que había caído hacia un salón para que no nos vieran.
-¡Hey, que te...mmmmm!- estaba diciendo pero le tape la boca
- solo guarda silencio, ok, no quiero que nos... ¿Mérida?
-Eugene? Pero qué...
-Shh, solo, calla, ok?
Los pasos estaban cada vez más cerca, los nervios me estaban matando por dentro, no quería que nos descubrieran...
Los dos estábamos recargados a la pared y viendo por la pequeña ventana de la puerta, cuando los pasos se escucharon en frente del salón.
- ¡Mérida cuidado!- dije jalandola hacia mi para que no la vieran y por accidente... Cayó encima de mí....Narra Hipo.
Ya teníamos todo planeado, sólo faltaba que Mérida volviera de poner la trampa en el pasillo, ya se estaba tardando demasiado.
- Oye Anna, ¿hasta dónde iba a ir Mérida?- dije algo impaciente.
- No lo sé, se supone que sólo iba a poner eso, ¿y si le pasó algo?- me dijo Anna algo alarmada.
-Hey, tranquila ¿ok? No creo que le haya pasado algo a Mérida.
- osea que, número 1 o no te importa que le haya pasado algo a Mérida o número 2 ¿que rayos te pasa? Tiene más de 30 minutos que se fue solo para poner una simple trampa que ella hace en 10 minutos ¡¡¿y no te preocupa?!!
-Eh Anna yo...
-No dejame continuar- dijo levantando su mano para que me callara- No te preocupa o que? Por favor reacciona!!! Se que Mérida se sabe defender sola, pero si yo fuera tú, no estuviera tan tranquilo sabiendo que a la persona que más amo en todo el mundo, ¡incluso antes que a mí! Se estuviera tardando tanto y yo no supiera nada de ella, no es desconfianza sino preocupación por perderla, así que ¿que esperamos para ir a buscarla? ¡Vamos!- dijo empujándome hacia la puerta.
-Anna...- dije parandome.
-¡¡¿Qué?!!- dijo demasiado alarmada.
-tranquila ¿ok? Estás demasiado alarmada.- dije tomándola de los hombros.
- lo siento es que yo...- estaba diciendo y pude ver cómo sus ojos se empezaban a cristalizar- yo...
- No digas nada, siento lo mismo y, te comprendo, yo también estoy preocupado, ¿como no lo estaría? Si ustedes son lo más importante en mi vida.
- Hipo ya callate me vas a hacer llorar- dijo limpiándose una lágrima.
-bien, entonces vamos- dije pasando mi brazo por sus hombros.
- eh, por casualidad ¿recuerdas en qué pasillo estaba?- dijo sonrojándose.
- ay, Anna, pasillo 4, salón 6, el último del pasillo.
- ya sabía sólo quería confirmar.
- claro ( sarcasmo)
-hey, tengo buena memoria.- dijo dándome un codazo.
-sobre todo, si eres la que tiene la mejor memoria del mundo.
- eso llegó justo al corazón ¿sabes?- dijo haciéndose la ofendida.
-mejor caminemos, si vamos a este ritmo llegaremos en una hora.
Caminamos por los pasillos, ¡nos perdimos dos veces! Por suerte todos estaban en uno de los recesos entre clase y clase y no había nadie por allí.
-Hey, Hipo, por aquí!- me gritó Anna.
-Ya voy- me acerqué a ella y por suerte ya había encontrado el pasillo, ahora solo faltaba el salón.
Revisamos cada salón del pasillo hasta que llegamos al último digo ¿ por qué no iniciamos por ese?
- creo que es aquí- dije viendo a Anna.
- bueno y ¿que esperas, una invitación? Abre!
Tomé la perilla de la puerta y la abrí, me arrepentí tanto de eso, al abrirlo y ver lo que pasaba... Ya no tenía corazón, se había roto, ya no existía. Anna sólo se había quedado en shock, volteó a verme y no sabía que decir.
- ¿Mérida?- dije con los ojos cristalizados.
- Hipo? Hipo yo...- dijo parándose rápidamente y más colorada que un jitomate.- no es lo que parece, en serio.
- Entonces dime qué es, por favor, sólo dime.- dije y sin darme cuenta una lágrima rebelde se había escapado de mis ojos.
- creo que yo no... No debo de estar aquí.- dijo un chico de cabello castaño, ya lo había visto, creo que se llama Eugene, pero en ese momento no me importaba, me sentía tan triste y a la vez enojado.
- No! Tú te quedas y ahora mismo me explican esto!- dije súper enojado.
-Hipo, tranquilo ok?- trato de calmarme Anna, pero no podía escucharla.
-Anna por favor.- voltee a verla- bien, escucho.
- ¿y que tal si te calmas primero? - me decía Mer.
- ¿calmarme? Por favor Mérida!
- sí, calmarte, ¿no conoces esa palabra? Yo te la explico.
-chicos-seguía diciendo Anna.
- no te preocupes, sí la conozco, pero qué si te digo que no quiero, no puedo!! Ok? Pero dime tú lo harías? Te calmarías en un momento así?
- un momento cómo? Si ni siquiera sabes lo que en realidad pasó!!
- es cierto, no lo sé, creo que por eso te dije que me explicaras ¿no?- lo sé me estoy pasando, pero ustedes cómo se sentirían al ver que el amor de tu vida está encima de otro chico.
-cierto, lo dijiste, pero sabes que..
- qué?!
- que no tengo porque darte explicaciones de MI vida si tu y yo NO SOMOS NADA!.- me dijo recalcando la palabra MI vida, y no somos nada.
-Bien, si tú lo dices, perfecto, no somos nada, o talves si lo fuimos, no lo sé, pero si no vamos a ser nada de ahora en adelante, tengo muchas cosas que devolverte.- no estaba seguro de lo que estaba a punto de decir, pero lo que sí sabía era que si no íbamos a ser nada de menos quería que se enterara de lo que me había motivado a ponerme así.
- Ok. Se puede saber que cosas tienes que devolverme?! Porque que yo recuerde no te he dado nada.
- Mérida, estás muy equivocada, tengo que devolverte....Continuará.........
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Reencuentros y... ¿Amor?
RandomDos hermanas separadas por la falta de esperanza de un padre alcohólico.. recuerdos del pasado, y personas que creían haber perdido o... estar muertas, volvían a su vida, causando cambios en la vida de estos jóvenes chicos. Retos a los cuales se en...