Casa vacía.

35 3 2
                                    

Narrador omnisciente:
" Y entonces miras a tu alrededor: estás con mil personas, pero tienes la sensación de no tener a nadie contigo" - Anónimo.
Las horas habían pasado, pero nuestros chicos no las habían sentido, todos, de alguna manera, tenían el corazón roto o, al menos, demasiado confundido....
Qué era lo que les estaba pasando. Y cómo es que habían caído en ello...
Amor. Una sola palabra había sido capaz de derrumbarlos, se había apoderado de ellos y, así como ahora tenía el poder de elevarlos hasta el mismo cielo, también podía mandarlos directo al infierno....
Narra Jack :
Todo estaba obscuro, hace horas que la escuela debería estar cerrada, pero yo seguía aquí, tirado en el suelo y sin ganas de levantarme pues ni siquiera sabía a dónde ir, había acabado de arreglar el auditorio, después de lo que pasó, pero ni siquiera sabía por qué lo había hecho, Elsa había salido corriendo y al parecer todas mis sentimientos habían corrido tras ella...
Admito que yo nunca me he considerado todo un don Juan como Hans y Eugene, pero no han faltado las chicas que se me lanzaran encima, aunque ninguna como Elsa, desde la primera vez que la vi... La vida se me fue de las manos, pues se la entregué a ella... Pero ahora no sé si ella alguna vez había querido recibirla.
Hoy por fin entendía lo que era sentirse nada, y no podía soportarlo.
Mis ojos no estaban rojos e hinchados como había leído tantas veces en muchos libros, pero si estaban cansados y húmedos, nunca he sido de llorar mucho, pero hoy lo había hecho, y recordé que no lo hacía porque nunca me había gustado, y no siempre encontraba las situaciones que lo merecieran.
Al fin decidí levantarme, dejar mis lágrimas allí y volver a casa, con suerte allí podría sentirme mejor, viendo a las personas que están peor que yo.
-¿Jack?- dijo mi tío Norte saliendo de su oficina, pero era demasiado tarde para hablar con alguien, eso y además no quería hacerlo. - Jack, ¿Qué haces aquí?...
Narra Eugene:
Después de que Hans y yo arregláramos las cosas, salí directo a la casa de Rapunzel, recordaba donde vivía gracias a la última vez que la habíamos acompañado a ésta. Durante todo el trayecto me fui pensando en qué le diría cuando llegara, cómo actuaría, pero cuando por fin llegué y la vi sentada en los escalones afuera de su casa todas las palabras que había practicado,  y juro que hasta las palabras que me habían enseñado desde Kinder, desaparecieron de mi mente ¡Se veía verdaderamente hermosa! (Y hasta esa palabra en estos momentos se quedaba corta).
Después de unos momentos de admirarla, al parecer ella sintió mi mirada y volteó a verme, entonces nuestras miradas se cruzaron y caí en la cuenta de a lo que venía y lamentablemente también, de lo que había hecho. La vergüenza y la culpa me paralizaron, dejándome inmóvil y sin saber qué hacer; cuando me decidí venir, todo había parecido tan sencillo en mi mente y ahora ¡Vaya, parecía un trinomio al cuadrado perfecto!
Una sonrisa apareció en mi rostro cuando la vi levantarse de los escalones y acercarse a mí, por un momento pensé que todo había acabado, que me había perdonado aún sin que yo le hubiera pedido perdón, aunque claro que pensaba hacerlo; de la nada empecé a balbucear, no sé lo que me pasaba, me latía el corazón demasiado rápido y la boca se me secaba, hasta que Rapunzel se dio la vuelta... Y comenzó a caminar hacia el carro que acababa de estacionarse en la calle, un chico estaba bajándose de este y entonces lo reconocí, y sentí como si me encajaran millones de toneladas de clavos en todo el cuerpo, especialmente donde se encontraba mi costilla izquierda y la traspasaban toda, llegando hasta lo que hoy verdaderamente había descubierto que tenía: el corazón. Y se fue... Rompiendo todo lo que le ofrecía y cambiando todo lo que tenía. Ocultando mi tristeza con enojo.
Y mi dolor con fuerza.
No me quedó nada más que volver a casa y justo cuando pensaba que el día no podía ser peor... Empezó a llover.
Corrí en el camino de regreso, tratando de mojarme lo menos posible, pero no funcionó para nada, en fin ¿Qué problema había en mojarme? el que estuviera seco no cambiaría nada, además no había mejor compañía que la lluvia para la tristeza ¿O no? Y así dejé que la lluvia me abrazara con su manto y comencé a llorar, en una banqueta por donde todo el mundo pasaba con sus sombrillas, pero al parecer nadie notaba mi presencia...
-Creí que ya te habías bañado.- dijo la voz de un chico sentándose a mi lado.
- Lo hice pero no estaba seguro de si mi cabello había quedado lo bastante limpio.- Le contesté sonriendo. Desvíe mi mirada hacia los carros, a pesar de la lluvia el tráfico seguía igual ¿Qué tanto tenían que hacer las personas que preferían salir a la calle en sus carros en lugar de estar abrigados en sus casas en este momento? Bueno, a lo mejor, como yo ahora, no tenían a dónde ir. Después de unos segundos volteé mi mirada a él.- ¿Qué haces aquí Jack?
- Creo que... No sabía a dónde ir y vagando por las calles la lluvia me tomó por sorpresa, así que decidí volver a casa, pero en el camino me encontré contigo y aquí estoy. - dijo igual de triste que yo, aunque no sé si se pueda decir exactamente "tristeza" lo que siento, bueno pues podría decir que es una de esas veces en las que no sientes nada, como si estuvieras completamente vacío por dentro y aún así ese vacío te va consumiendo.
- Estamos perdidos no?
- Creo que sí.
- Tuviste problemas con Elsa?
- A veces no entiendo nada, pero creo que todo es así no? Un día piensas que todo está bien y ese mismo día todo te cae encima demostrándote que no es así.
- No debe de ser tan malo o si?
- Crees que me quedaría aquí sentado junto a ti bajo la lluvia permitiéndome que me empape por completo y con la posibilidad de agarrar un resfriado si no fuera lo suficientemente malo?
- No pensé que te molestara mi compañía.- dije volteando la mirada.
Él colocó su cara entre sus manos y después de unos pocos segundos volteó hacia mí: -No es que me moleste tu compañía, Eugene, de hecho no me imagino hablando de esto con nadie más, es sólo que...- Guardó silencio por lo que me pareció una eternidad, y después, cuando habló, pude entender lo que sentía- Yo nunca me había enamorado en la vida, Eugene, hasta que llegó ella y ¿Sabes? Supe que era la chica mas hermosa que vería en toda mi vida, a pesar de que sólo tenía unos doce años cuando la vi por primera vez.- Me quedé mirándolo atónito ¿Ellos se conocían desde antes? Al parecer él notó mi mirada y comprendió el mensaje.- No nos conocimos ese día en el centro comercial.- Afirmó.- Les hicimos creer eso no sé por qué, sólo le seguí el juego a Elsa, ella no quería hablar del día en el que nos conocimos y yo lo respeté, pero les mentí, en verdad hace años pasamos un día maravilloso en una feria que se había instalado en el pueblo en el que vivíamos, antes de que el destino quisiera que nos volviéramos a encontrar aquí, fue, para mí, el mejor día de mi vida pues había conocido al amor de mi vida y es que ella es tan diferente: tímida, pero demasiado agradable, inteligente, a lo mejor más de lo que yo alguna vez pueda describir, inmensamente hermosa, pero más que su belleza exterior está su belleza interior y es que... ¡Por Dios es asombrosa! A veces pienso que jamás voy a acabar de conocerla... Y mucho menos ahora...- dijo cabizbajo, qué más quisiera que poder consolarlo, pero ¡Vamos! No puedes consolar a alguien que se encuentra en tu misma situación sin revelar un poco de lo que sientes, no? Además, tampoco creo que hubiera servido de mucho. Cuando menos lo esperaba Jack volvió a hablar, tenía la cara enterrada en las manos, pero aún así logré escucharlo:
- La besé, Eugene...
- ¡¿Qué?!- No pude evitar la sorpresa ¡Jack había besado a una chica!- Pero ¿Estás triste por haberla besado? ¡Viejo yo estaría celebrando!
- No es por haberla besado... Sino porque... ¡Por que ella huyó después de lo que hice! Hicimos ¡Ya no sé!- dijo con un tomo triste y confundido a la vez- Creí que también me amaba como yo a ella...
Nunca lo había visto llorar, pero hoy hubiera preferido arrancarme los ojos antes que seguir viéndolo así.
- Jack, no, por favor ¡Qué me vas a hacer llorar, hombre!- dije dándole unos palmadas en la espalda, aunque la verdad, en cierta parte, al consolarlo sólo quería poder consolarme a mí mismo.
- No sabía que podías llorar, Fitzherbert.
- No sabes mucho de mí, tampoco.
- No, por cierto ¿Qué tal te fue a ti eh? ¿Pudiste arreglar las cosas con Rapunzel?
He aquí la bomba... La pregunta que no quería contestar.
- Ella tiene novio Jack.- de repente todo volvió a mi mente, tan vivo que no pude evitar que una lágrima corriera, por suerte la lluvia la había disimulado.
- Eso ya lo sabíamos, pero te habías ido a disculpar, no me digas que lo arruinaste frente a él.
- ¿Lo arruiné? ¡Por Dios!- dije furioso, tanto que me levanté de un saltó de la banqueta en la que me encontraba sentado.- Ella solo logró burlarse de mí! Yo fui a disculparme verdaderamente arrepentido, tal vez como NUNCA lo había estado en la vida  ¿y qué hace ella? Finge acercarse a mí y de repente se voltea y se va a besuquear a su novio ese!- la furia se convirtió en dolor y ya no pude mantenerme de pie.- Me destruyó, Jack. Lo hizo a propósito...
- Eugene, ella estaba dolida por lo que le habías dicho, no creo que haya querido lastimarte por qué sí.
-¡¿La estás justificando?!
- No estoy haciendo nada de eso, solo digo que Rapunzel es una buena persona y siente las cosas demasiado con un impulso demasiado fuerte, sólo te digo que a veces el dolor nos ciega y no pensamos en lo que hacemos. Además, no creo que estés así sólo porque ella no haya aceptado tus disculpas o si?
- ¿Qué quieres decir?
- Eugene, siempre te ha encantado andar de una chica a otra, pero ¿Sabes qué pienso? Qué sólo habías estado esperando a una chica como esa y ahora que la has encontrado te estás rindiendo demasiado pronto!
- Ni lo creas Jack, yo no me enamoro...- Le dije, pero era verdad? Y si... Me estaba enamorando de Rapunzel...
- Como digas, pero yo que tú seguía esforzándome por ganarme su corazón, siempre has sido bueno para quitar a las personas de en medio, ahora por fin utilizalo para algo que valga la pena. Por cierto, será mejor que nos vayamos a casa, con esta lluvia hasta creo que yo me estoy derritiendo en cada gota!
- Ja. Siempre había sabido que eras un brujo Jack, pero jamás pensé que lo admitirías en este momento.
Volvimos a casa, Jack y yo fuimos bromeando en el camino a casa, pero ambos sabíamos que está plática apenas estaba empezando....
Y al parecer, en la casa nos esperaban más personas que querían unirse a nuestra conversación...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 31, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Reencuentros y... ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora