¡Eres un estúpido!

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Narra Rapunzel.
Habíamos salido de la oficina del director Norte, todos nos habíamos ido hacia nuestro lado, aun no podia creer lo que había pasado, digo conozco a los chicos hace muy poco tiempo, pero este ha sido bastante para darme cuenta de algunas cosas, entre ellas que... Cuando Eugene se propone ser un completo idiota, lo logra y perfectamente, bueno hoy lo había hecho, no se ni siquiera porqué lo hace, hay veces en que no creo soportarlo, su clásico estilo de niño mimado o su ego súper gigante o sobre todo, su desesperante e irritante estilo machista y mujeriego, él no necesita de nada de eso, pero claro siempre lo ha de tener, odio eso, odio que las personas se hagan pasar por algo que no son sólo para caerles bien a los demás, y sigo insistiendo, él no necesita caerle bien a nadie más, tiene a sus amigos, los cuales lo aceptan aun sea el más tonto de todo el mundo.
No sabía hacia donde iba, lo único que sabía era que quería tener un rato sola, no sé por qué me había afectado tanto esa pelea, bueno tal ves lo había hecho porque son mis amigos ¿no? Pero bueno, sólo tenía que pensarlo un poco, no podía dejar que esa pelea arruinara mi día, hoy sería un día especial....
Seguí caminado por los pasillos hasta que topé con el patio trasero, nunca había estado allí, pero ¿por qué no hoy? Caminé por todo el patio, ¡parecían varias películas románticas reunidas! Admito me encantan ese tipo de películas, pero al mezclarlas, es demasiado, estaba a punto de irme cuando oigo sollozos, al parecer venían de detrás de los arbustos, y como buena curiosa que soy, decidí ir a investigar.
No eran sollozos cualquiera, eran de hombre,los sé reconocer, digo tener un hermano al cual le rompían el corazón muy seguido me enseñó.
Seguí caminando hasta toparme con él.... Ahora ya sé a donde se había ido, tenía que ayudarlo.
-hey.- dijo colocando mi mano sobre su hombro, lo cual provocó que el levantara la vista y me mirara a los ojos.
-Hola- dijo desanimado y limpiándose los ojos.
- ¿puedo sentarme?- dije indicando un lugar al lado de él.
-Claro.
-Bien- me senté a su lado y por un momento ninguno de los dos supo que decir, hasta que...
-¿que haces aquí?- dijimos los dos al mismo tiempo, después de eso, los dos nos reímos.
- deberías de decirlo tú primero- dije señalándolo.- tú fuiste el primero que llegó.
-bien, pues, hace mucho que no venía aquí, solo... Seguí el camino, esquivando a todos esos pares de seguidores de películas románticas.
-hey! A mi me gustan ese tipo de películas.- dije dándole un codazo, suave, en el brazo.
- lo siento, es que ellos exageran.
- lo sé.
-y bien, ¿tú que haces aquí?
-sólo caminé por la escuela hasta oír tus sollozos y llegar aquí.
-¿en verdad me oía?
- un poco, los enamorados te cubrían.
-demasiados ruidos ¿no?
-sí, pero aún así este es un lugar perfecto para pensar.
-Opino lo mismo, desde que éramos chicos veníamos a este lugar, un día dejamos de frecuentarlo y ya.
- Y ahora vuelve a ti ¿no?
- al parecer sí, pero lo necesitaba.- dijo acomodándose un poco más acostado en el césped.
-¿puedo?- dije señalando su pecho, necesitaba recostarme también.
-claro.
Me acosté encima de su pecho y volteé a ver el árbol, era realmente grande y se podían apreciar varios pájaros arriba.
-¿es hermoso, no?
-muy hermoso.
- A veces la naturaleza ayuda a relajar los pensamientos.
- siempre lo hace, pero en verdad no quita lo que sucedió.
- prefiero no pensar en eso.
-Eugene se portó como un verdadero tonto.
- Los dos lo hicimos.
- el debió de haberte dejado de molestar, no es cómodo que hagan eso.
- Lo sé, pero él es así, somos amigos, hay que tolerarnos.
- y RESPETARNOS.
- sólo era un juego.
- sea como fuera, no debieron de haber peleado así.
- nunca lo habíamos hecho, no habíamos llegado tan lejos.
- Ahora tú estas llorando y él vagando por la escuela ¿no?
- no lo sé, bueno, de hecho yo ya no estoy llorando ¿ves? Tú me ayudaste.
- A veces puedo ayudar a los demás, pero no a mí misma.
- ¿A qué te refieres con eso?
- Lo siento, ya te estoy contando mis problemas.
- Yo te cuento los míos, ahora te toca, para eso somos amigos.
- Sí, pero....

Narra Kristoff.
Habíamos salido de la escuela, no me sentía bien dejando a mis amigos con todo el trabajo sabiendo que yo también coopere para hacer la broma, pero eso implicaba tener novia ¿no? Dejar algunos momentos con amigos y pasarlos con ella, pero me preocupaba lo que podía pasar, digo la última vez que Vanessa y yo salimos, fue en la fiesta y... Bueno ustedes ya saben como terminó eso, pero había algo que me resultaba extraño, no había visto salir del departamento a Vanessa y desde ese día, todos mis amigos habían estado actuando extraño, ¿Qué era lo que me estaban ocultando y por qué? tenía que preguntarle a cualquiera de ellos y ¿por qué no a Vanessa? 

Reencuentros y... ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora