—Lydia, debiste de habérselo dicho –Madison me riña, mientras muerde la uña de su pulgar izquierdo con nerviosismo. —Él necesita saberlo.
—¿Cómo afecta en su vida que lo sepa o no, Madi? –digo, mientras jalo la sábana un poco más arriba para taparme hasta el rostro. Escucho a Madison suspirar con molestia, y cierro los ojos para no ver nada, deseando que también hubiera una manera de dejar de escuchar en el momento en que queramos.
—Te dijo que está enamorado de ti, ¿cómo es que no lo afecta?
—Él se va a Londres en poco más de 24 horas, si tengo suerte encontrará a una chica allá y se fijará en ella, entonces se olvidará de mí –murmuro, mientras trato de no morder mi lengua a cada palabra que digo.
—Al principio tenía mis dudas sobre Calum, puede que todavía piense que es un tonto, Lydia, pero te quiere. Yo he visto la manera en que te mira. Debes decirle antes de que se marche.
Siento cómo la cama se hunde a mi lado, y sé que Madison se ha recostado en posición fetal, justo como hace cuando está decaída. Y me hace sentir culpable, porque sé que todo esto es mi culpa.
—Si le digo, se sentirá atado a mí, o me tendrá lástima y no quiero eso. Si en algún futuro él y yo nos volvemos a ver, quizás le diga, pero no le contaré ahora, Madison. Si Calum encuentra a alguien más, no tendrá sentido que yo se lo confiese –murmuro evitando llorar, de nuevo. —Y punto final, no quiero que volvamos a hablar sobre esto porque ya he tomado una decisión. Y tú debes prometerme que no le dirás nada a Calum mañana.
Madison guarda silencio durante unos cuantos segundos, así que salgo debajo de la sábana y la miro. Sus ojos están tristes y sus mejillas sonrojadas. Entonces me mira, y la manera en que tuerce sus labios me dice que ella no está de acuerdo conmigo.
—No le diré nada.
Suspiro con alivio y me vuelvo a recostar en la cama, ignorando el dolor en mi pecho.
—Lydia, ¿qué le diremos a Calum si se entera que algo te ha sucedido?
—No pasará nada, he estado leyendo mucho últimamente y el 97% de las personas llevan una vida normal, la parte difícil es cuando eres joven, pero después de los 25 años los síntomas comienzan a desaparecer –susurro y cierro los ojos, rezando internamente por no ser del 3%.
—Y tienes el tratamiento, ¿cierto? –Madison me pregunta, pero comienzo a escuchar su voz un tanto lejana.
—Estás siendo paranoica, estaré bien –digo lentamente, antes de permitirle a mi cuerpo rendirse ante el sueño.
—Estarás bien –Madison susurra, después de unos segundos, pero ya no le estoy prestando atención, ya que la risa de Calum suena en mi mente.
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no tengo mucho qué decir sobre esto, los amo a todos.
estoy bien tonta, jajajaja, actualicé exactamente una hora y media después, ¿se fijan qué tan cool soy? bue.
btw, ¿alguna canción de sgfg les recuerda a calum y lydia? a mí sí, gg. ¿cuál es su favorita?