Poema XLII: Hagamos de la realidad un Ensueño

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Caigan mil maldiciones sobre el que inventó el cansancio y mil bendiciones sobre el que invento el soñar, el momento de separarnos a causa del cansancio me parece detestable pero por suerte aún te podré tener en todos mis sueños hasta el momento que despierte y hagamos de nuestra realidad un divino ensueño, ese creo que es el único motivo para sentir felicidad al momento en que los rayos de sol rocen mi rostro para hacerme despertar

Atenta y Diligentemente: MiguelSpeare
[Miguel Hernández]

Poesía: Sorpresa para el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora