¿Amarte, yo? {Gemeliers}

7

-¿Bromeas?-Entrecierro los ojos

Él niega con la cabeza lentamente.
Resoplo.

+Venga va dejale, no va a pasar nada
-¿Y tu quien coño eres?
+Tu conciencia.
-No le voy a dejar.
+Te arrepentiras+Canturrea.

Puta conciencia.

Me hecho a un lado para dejarle pasar a la cama.
Y aunque estemos a oscuras, puedo notar su creciente sonrisa.

-Gracias.-Susurra.

Enserio, pienso que es bipolar, en fin.

-Ya se que me amas, pero controlate, que te e dejado, pero no me violes.-Digo creída.

-Más quisieras.-Me mira a la cara.

-O tú.-Le guiño un ojo.

Él se encoge de hombros sonriente, por lo que yo aunque no quiera, sonrío.

-Adiós.-Digo dandome la vuelta, aunque muera de ganas de abrazarle.

-Oye, no me des la espalda.-Dice dandome toquecitos en la espalda y noto su respiración en mi cuello, suspiro lentamente y me doy la vuelta.

-¿Así, señorito?-Me burlo.

-Perfecto.-Susurra, y cuando su aliento choca en mi cara, me doy cuenta de nuestra cercanía.

Sonrío sin mostrar los dientes y me acomodo, de algún modo entre su cuello, sin llegar a abrazarle.

-No muerdo, ¿Sabes?-Me dice, riendo suavemente.

-Te vas a quedar con las ganas de que te abraze.-Susurro divertida y cierro los ojos dispuesta a dormirme, pero él no pone de su parte.

Me coge suavemente la cara y me la pone a su altura de la cara.

-¿Y si te abrazo yo, me dejas?-Me mira con sonrisa pícara.

-Prueba.-Le guiño un ojo divertida y me muerdo el labio para no reir.

Baja la mirada a mi labio y la sostiene ahí.
Saca su mano de debajo de las sábanas y agarra mi labio para tirarlo hacia abajo, haciendo que deje de mordermelo.
Lo acaricia suavemente con su pulgar y suspira.

-No te muerdas el labio.-Musita.

-¿Por?-Frunzo el ceño.

-Porque a lo mejor inclumpo la norma del principio.-Ríe.

Pongo cara de horror y le miro seria.

-Es broma.-Susurra riendo suavemente y me acaricia la mejilla.

-Más te vale.-Susurro.

Vuelvo a intentar ponerme en la posición de antes.
Pero esta vez me agarra la cara despacio con las dos manos, posandolas sobre mis mejillas.
Se acerca lentamente a mi.

No, no, no.
Sí, sí, sí.
Me va a besar.
Y no sé si estoy preparada.

¡Idalia reacciona ostia!