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-No puede ser.-Digo parando en seco.

-¿Que pasa?-Me mira extrañado.

-No mires.-le advierto.-No te gires, mírame.

Él me mira, directamente a los ojos, joder, porque habré dicho eso. Me mira pidiendo una explicación.
Se acerca a mi, como si supiera por donde va el plan.

-Está Alex.-Le miro, él cambia su expresión, frunce su ceño ligeramente y yo le acaricio la mano insconcientemente.

Él se gire de golpe y me llevo las manos a la cabeza, ¿Porque te giras hijo de mi vida?

Alex se da cuenta de nuestra presencia y sonríe, ¿Porque sonríe, no sabe hacer otra cosa?

Muchas preguntas me hago yo...

Dani me coge de la mano, dandome apoyo, y vaya si lo necesito.
Anda como si nada, pasando al lado de Alex, no puedo evitar mirarle de reojo.
Y veo como se dispone a hablar.

-¡Guapa!-Grita.

-Gilipollas.-Oigo como musita Dani.

-Metete en tu vida, ¿No? ¿O no tienes?-Le respondo yo gritando.

Pero al segundo me arrepiento.

No entres en su juego, no entres en su juego... me repito una y otra vez.

Se acerca a mi a paso decidido, y yo aprieto más la mano de dani por la que me tiene agarrada.

-Viene.-Susurro.

-Mi vida estaba contigo, nena.-Dice; delante de mi ya. Me quita un mechon de pelo de la cara poniendomelo detras de la oreja. Y su tacto me da asco.

-No la toques.

-¿Ahora hablas tu por ella?-Se acerca a dani.-Tu no eres nada para ella, ni si quiera la quieres.

-Tu que sabrás.-Gruño.-La puedo llegar a querer más, de lo que le as querido tú en toda tu vida, si es que la as querido, porque tu pasado no dice eso.

¿Amarte, yo? {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora