16

2.5K 140 6
                                    

-Jesús.-Alzo la voz para que me oiga.

-Chicos.-Se levanta.

Tiene los ojos rojos y se nota que o está llorando o a estado llorando.
Viene hacia nosotros y se lanza a abrazar a su hermano.
Luego me mira y saca una tenue sonrisa y me abraza fuerte.

-Tranquilos.-Le susurro al oido.-Va a estar todo bien.-Le acaricio la espalda.

Se separa de mi y nos señala con la cabeza los asientos para que vallamos a sentarnos.

-¿Y sabes como a sido?-Ellos me miran.-El accidente, digo.-Aclaro.

-La policia me a dicho que fallaron los frenos.

Me quedo quieta mirandolos fijamente con cierta tensión en el cuerpo.
No quiero empezar a hacerme películas, pero no puedo evitar pensar. El coche estaba nuevo, y los frenos no fallan porque sí, esto no a sido casualidad...

-¿Que los frenos han fallado?-Entrecierro los ojos y me clavo ligeramente las uñas en las rodillas.

-¿Que te pasa?-Me pregunta Dani que está a mi lado y se a dado cuenta de mi reacción.

-Ahora vuelvo chicos, no tardo.

-Vale...-Dicen a la vez no muy convencidos y se miran extrañados.

-Perdona.-Le digo a un policía que encuentro hablando con el médico.-¿Sabes donde han dejado el coche de Eva Morilla?

-Sí está afuera, en la grúa.

-Vale, muchas gracias.

Salgo andando a paso ligero por los pasillos del hospital hasta llegar a la salida y busco con la mirada la grúa que me a dicho el policía de antes.

-¡Espere!-Grito al ver que el chico se va a montar en la grúa y llevarselo.

El chico se gira y cuando me ve para.

-¿Me deja ver una cosa?-Señalo el coche que está siniestramente golpeado por todos lados.

Él asiente sin problemas, encogiendose de hombros.

-Iba a ir al desguace asique...

-Gracias.-Susurro y abro la puerta dificilmente.

Bajo a los pedales y veo que el cable de los frenos está cortado.
Alguien a querido que Eva tenga el accidente.
No a sido casualidad. A sido aposta...

Gracias papa por enseñarme sobre los coches...
De pequeña quería ser mecanica y bueno...

Salgo del coche y le digo al chico que ya se lo puede llevar.
Lo pierdo de vista y me siento en el bordillo de la acera a atar cabos sueltos.

¿Quien nos quiere hacer daño?
Saco el movil para mirar la hora y ya a pasado más de media hora, ya habrán terminado de operarla, si todo a salido bien...

Me levanto y ando hacia el hospital pensando en todo, cuando me paro de golpe.

Alex.
Claro, quiere hacerme daño.

¿Amarte, yo? {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora