Let's be strong (Carl Grimes) 1 y 2

Capítulo 13. Ups.

Narra ____.

Amaneció ya. No quiero levantarme de la cama, me siento rara. ¿Y si Carl se enamora de Lydia?

Él despierta mientras lo miro.

-Buenos días -me dice con una pequeña sonrisa y mirándome.

-Buenos días -le digo acariciando su cabello.

Me acerco a darle un beso en los labios que se vuelve más intenso. Me pone las manos en la cintura y me pone encima de él. Besa mi cuello y me estremezco. Sin duda quiero más.

-Carl, creo que sería buen momento.

-¿Para qué? -pregunta con una sonrisa traviesa.

-Ay, vamos. Tú sabes de qué hablo. Sólo cállate y bésame.

-Sin dudarlo -me besa enseguida.

Ok, empezamos a exagerar los besos y caricias. Hasta la respiración la tenemos agitada.

Me quito la blusa, quedando en sostén y él también se quita la camiseta, yo le ayudo. Seguimos con los besos. Hacemos un movimiento extraño para poderme quitar yo los shorts que traía.

Estamos en ropa interior, ya no me voy a arrepentir. Quiero hacerlo.

Llegó la hora de quitarme el sostén. Sí, duermo con sostén, no me lo pensaba quitar durmiendo a lado de Carl. Me daba algo de vergüenza... Bueno, me da.

Carl no puede quitarme el sostén. ¿Es en serio? Había escuchado esto: que los hombres no eran buenos con los sostenes al momento de quitarlos y hoy lo compruebo.

Me empiezo a reír.

-¿Qué? -dice Carl, también entre risas.

-No puedes quitarlo.

-No -se ríe-. ¿Me ayudas? -dice con cara de pervertido.

Ay, que nervios. Que no lo note, ___. Que no lo note.

Me llevo mis manos al broche de mi sostén. Lo desabrocho y beso a Carl.

Estuve a punto de preguntarle si me quería, antes de quitarme el sostén pero... Creo que eso arruinaría demasiado el momento.

No puedo creer que esto esté pasando.

Él se pone arriba y yo me quito la ropa interior inferior. La sábana nos cubre.

Él hace un movimiento rápido para deshacerse de sus bóxers. Y llega el momento.

Gimo en el momento en el que él entra en mí. Y repite el movimiento, primero lento y luego algo más rápido. Los dos hacíamos sonidos de placer.

-Carl -digo en un gemido.

Me duele, sí... Pero a la vez se siente tan bien.

Le beso el cuello pero como siento que va más rápido, le rasguño la espalda al sentir el dolor, gimiendo.

-Te quiero -me dice en un gemido.

-Yo a ti -le soy un beso en los labios.

El beso se convierte en uno de lengua.

-Creo que... Creo que ya mero...

-Lo sé, también lo siento -le digo, al saber a qué se refiere.

Por mí, ya hubo orgasmo. Pero él estaba apunto de llegar.

-¡Mierda! -grito y me hago a un lado.

-¿Qué pasa? -dice asustado.

-¡El condón, Carl!