Mi Próxima Misión |2° TEMPORADA|

El indicado

Canción: The Weeknd — Die for you

|Tengo miedo de extrañarte, me pasa todo el tiempo.
No quiero está sensación, no me puedo permitir el amor.
Trato de encontrar una razón que nos separe.
No está funcionando porque eres perfecta, y sé que vales la pena|

[CAPITULO 28]

El fresco aire me golpeo con fuerza enfriando todo mi cuerpo, retrocedí lentamente sintiendo la tierra pegarse a la planta de mis pies, di un rápido vistazo detrás mío visualizando una pequeña cabaña, tal vez ahí podría encontrar algo de ropa seca e irme inmediatamente de ahí.

—Ahí hay ropa de cambio —habló Chris sin seguir moviéndose de su lugar, parecía que había leído mi mente en cuanto observe la cabaña detrás de mí—. La comida ya debe estar hecha así que...

—Solo me cambiare y me iré —mi voz salió seca, endureciendo la mirada del ojiazul que comenzaba a nadar hacia la orilla—. Ya dije que me regresare por cuenta propia.

Fui hasta la pequeña cabaña que consistía en una recamara, un closet similar al que había visto en la otra y un pequeño cuarto de baño. Ingrese a este abriendo el grifo y dejar caer la tibia agua en mi cuerpo ya húmedo, la sensación de relajación no duro demasiado, pues inmediatamente la tristeza se apodero de mi corazón sintiéndome terrible.

Había rechazado el amor de Jeremy para que este tuviera una vida deseada a lado de alguien más, al igual que lo había rechazado porque creí que con Chris tenía más oportunidad pero me había equivocado, de un solo golpe él pidió que me alejara de él, dándome una escasa justificación de su repentina decisión y manteniéndose firme a esta indispuesto a cambiarla.

Ahora si me sentía sola en este inmenso mundo, perdí a mi madre, perdí a Jeremy, acababa de perder a Chris y tenía lejos de mí a Mark a quien veía un par de días cada ciertos años. Esto me estaba haciendo pensar que después de todo Clark logro su cometido, alejar de mi a cuanta persona se entrelazara sentimentalmente conmigo y volverme un ser con un corazón incapaz de volver a sentir.

El agua de pronto dejo de caer en mi cuerpo y abrí los ojos encontrándome con la casi desnuda figura de Chris enfrente de mí, su azulada mirada intentaba penetrar la mía, indagar en lo más profundo de mi alma buscando algo desconocido, pero lo único que consiguió fue provocarme aún más dolor haciendo que mis ojos comenzaran a derramar saladas lagrimas que se ocultaban en la comisura de mis labios.

—Chris...no me dejes, te lo suplico —solté palabras forzosas que apenas y salían gracias a aquel nudo en mi garganta que se negaba a marcharse. Él no dijo nada, suspiro pesadamente peinando hacia atrás los pequeños cabellos que se habían pegado a su frente—. Entonces si lo vas a hacer, has que la despedida no sea tan dolorosa.

—Estás loca —hablo de repente acercándose aún más a mi haciendo que mi cuerpo chocara contra la pared—. Tres años buscándote y ahora que te tengo...mierda, no, creo que el loco soy yo —rio amargamente dejándome confundida, me tomo con fuerza de la cintura para elevarme y hacer que enredara mis piernas alrededor de él—. ¿Estas segura que soy el indicado? —preguntó entre mis labios donde su cálido aliento choco.

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¿Era él el indicado? No tenía momento para dudas, antes creía que el indicado había sido Jeremy pero ahora él estaba comprometido a tan solo un par de meses de unir su vida a la de alguien más. Tenía enfrente de mí la única oportunidad que tenía para empezar desde cero, la única persona que tras largos años siguió dándome un sostén a pesar de las atrocidades que cometí.