Mi Próxima Misión |2° TEMPORADA|

Decisiones en momentos inoportunos

[CAPITULO 37]

(Jeremy)

Todos los invitados ya estaban en sus respectivos lugares esperando con ansias la llegada de la novia, su entrada resonó cuando la marcha nupcial comenzó a ser tocada por los músicos que habíamos contratados, las damas de honor fueron las primeras en ingresar a paso lento cargando con ramilletes en color rosa. Mi corazón cada vez se aceleraba más, sentí que el aire comenzaba a escasear y terminaría por caer al suelo al sentir mis piernas gelatinosas indispuestas a mantenerme de pie.

Ahí estaba ella, tan hermosa, tan linda y tan reluciente que me hicieron soltar un suspiro, no sabía si de nerviosismo o de amor. Sus verdosos ojos se clavaron en los míos y me sonrió dulcemente, el vestido le quedaba perfectamente como un guante, su cabello había sido peinado en suaves ondas haciéndole resaltar más su belleza al natural, misma que desde el primer momento había captado mi total atención. Amber de cualquier manera lograba resaltar del resto, no era ninguna mujer hueca, ella era mucho más, amorosa, linda, responsable, educada y sumamente preciosa.

No quería lastimarla, no cuando ella me había entregado tanto de sí, mucho menos cuando me ayudo a salir de las penumbras en las que estaba sumergido. Gracias a ella me volví el hombre que soy ahora, me renovó y me ayudo a rehacer mi vida, pero, a pesar de ello mi amor más latente y puro le seguían perteneciendo a Aly, quien a pesar de haber arriesgado su vida cientos de veces termino por hundirme, pues ella era la única capaz de hacerme crecer y caer al mismo tiempo.

-Estas preciosa -susurre bajo hacia Amber y ella solo sonrió enrojeciendo un poco sus mejillas.

La ceremonia comenzó, todos los ruidos se volvieron externos cuando estaba decidiendo ahora mismo que haría.

Lee tenía razón, esta era una decisión para toda la vida y debía tomarla con sabiduría, era algo que podría marcar mi vida para siempre dándole el rumbo deseado o uno totalmente diferente. Podía concluir esta ceremonia dando el sí y terminar casado al final del día con la mujer que tenía enfrente de mí, romper todo vínculo con la ISSU y proseguir con la vida que ya tenía planeada junto con Amber, procrear una familia, mudarnos a un lugar menos lujoso y más cómodo, y volver la empresa algo beneficioso para las futuras generaciones.

O bien podría terminar huyendo de aquí, romperle el corazón a Amber y terminar siendo un hijo de puta al final del día, ir a buscar a Aly y rogarle de rodillas que vuelva a mi vida, que ella ha sido lo único que he necesitado, aunque podría ser mucho más arriesgado porque bien podría rechazarme o podría aceptarme.

La primera opción me lo daba todo, vida perfecta y de ensueño; la segunda opción no me aseguraba nada, pero me haría sumamente feliz si ella se quedara conmigo. ¿Correría el riesgo otra vez? Que más podría hacer, a veces el amor es tan intenso que te hace cometer un sinfín de locuras, unas terminan beneficiándote y otras terminan perjudicándote.

-Señorita Amber, ¿acepta usted al señor Jeremy Renner como su esposo, para amarlo, respetarlo, honrarlo y cuidarlo en la salud y la enfermedad hasta el final de sus días?

-Sí, acepto

-Señero Renner, ¿acepta usted a la señorita Amber Smith como su esposa, para amarla, respetarla, honrarla y cuidarla en la salud y la enfermedad hasta el final de sus días?

La voz se me había ido, sentía la boca seca y mi corazón amenazando con salirse de mi pecho, ¿por qué estaba tardando tanto en contestar? ¿No se supone que ya había tomado una decisión? Lo había hecho y solo debía decir sí, pero muy en el fondo sabía que no podía, no quería hacerle esto a ella ni a mí.