Secuelas del reencuentro

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[CAPITULO 21]

(Jeremy)

Una semana exactamente había trascurrido desde que la había visto, tan hermosa, tan reluciente, tan sublime y perfecta con aquel vestido que le marcaba cada curva de su cuerpo, su larga cabellera oscura lograba resaltar del resto, pero que decir de sus azulados ojos, aquellos par de cielos que me volvían loco, que me hacían caer en un abismo de luz del cual no deseaba salir nunca más.

Una semana desde que aquella mujer me dejo nuevamente con el corazón roto, desangrado, suplicando nuevamente por su amor. No voy a negar que deseaba escuchar de sus rojizos labios que me extrañaba, que me amaba más que a nadie en este mundo, que me necesitaba, pero eso jamás paso, dijo todo lo contrario alegando que lo hacía para protegerme, ¿enserio? ¿Protegerme? ¿Cómo se supone que me protegería de ella? Ella era lo único de lo que no podría protegerme, su piel, sus labios, su olor, todo de ella me había dejado tan marcado que era casi imposible borrarla de mi ser.

No tenía otras palabras para describir lo que sentí en ese momento cuando la tuve frente a mi...aun la amaba, aún seguía vuelto un loco por ella estando comprometido, y sé que eso estaba mal porque no debía de ser así. Amaba a Amber y eso estaba claro, ella era una mujer encantadora y sumamente especial que me ayudo a superar y a salir de la depresión en la que me había sumergido. Pero Aly, a ella la amaba de una manera bastante apasionada, era inexplicable la manera en que lo hacía, ella era mi cielo y mi infierno.

Hola cariño, perdona por venir a interrumpirte a tu trabajo pero necesito de tu ayuda entro mi prometida a mi oficina plantándome un suave beso en mis labios y sentándose en mi regazo—. El lugar donde haremos la celebración solo tiene una capacidad para trecientas personas y debemos escoger a quienes realmente es importante invitar a la boda.

¿Tu ya tienes tu lista?

En efecto, sí, pero son bastantes y aún faltan tus invitados así que debemos elegir mitad y mitad, es lo más justo.

La boda, era un tema que había tenido a Amber muy ocupada durante estos días, ella quería que todo saliera a la perfección, como la boda de ensueño que siempre quiso. Yo no tenía mucha participación en cuanto a la organización de la boda, lo único en lo que más pude meterme fue en los aperitivos que se servirán durante el evento y la selección de bebidas, de ahí en más no había tenido voz al resto de la organización, y no era por el hecho que no me interesara ni nada, simplemente quería que Amber lo organizara a como ella quisiera, para que fuera un día más especial para ella por la celebración, pues para mí se volvía especial simplemente con el hecho de que pronto uniré mi vida a la de ella, haciéndola portadora de mi apellido y llamándola mi esposa.

Pero vaya nostalgia que ahora me causaba esa palabra "esposa", hubiera sido justo la manera en la que hubiera llamado a Aly, la vería portando un brillante anillo en su dedo anular y escribiendo su nombre en cualquier documento importante como "Aly Renner".

Tierra llamando a Jeremy. ¡Hey!, ¿está por ahí mi prometido? escuche la voz de Amber cerca de mi oído haciéndome salir de mis pensamientos, sus verdosos ojos me miraron fijamente intentando meterse a mis pensamientos.

Perdona cariño, ¿qué decías?

Sabes, últimamente has estado muy distraído, ¿sucede algo? Y no te atrevas a decirme que nada porque no voy a creerte.

Si algo odiaba era que ella sabía perfectamente cuando algo me pasaba, conocía mis gestos y mis movimientos corporales cuando algo en mi cabeza no me dejaba en paz. Podía ser bueno pero no tanto cuando no deseaba hablar de ello.

Mi Próxima Misión |2° TEMPORADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora