Instinto materno

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Canción: Ruelle, Fleurie — Carry you

|No estás solo.
He estado aquí todo el tiempo cantándote una canción.
Yo te llevaré.|


[CAPITULO 17]

¿Hermana? —le pregunte a la mujer y esta solo asintió con la cabeza.

Mi madre adoptiva jamás me había presentado a su familia, hubo algún momento en el que me conto vagamente de sus hermanos pero jamás sacaba a relucir la familia que ella tenía. Las razones eran obvias, Clark le había permitido adoptarme siempre y cuando siguiera un par de reglas que jamás debía romper, entre ellas no darme a conocer entre su familia y ocultarme de ellos.

Entiendo si esto es extraño para ti, Grisela jamás me permitió conocerte por órdenes de tu jefe pero vaya que si me había hablado de ti —se acercó hasta la lápida y deposito un pequeño arreglo floral que consistía en tres girasoles dándole algo de color al pastizal donde ella se encontraba.

¿Cómo me reconoció?

—Durante estos años, cada día de su aniversario luctuoso te veía únicamente a ti, así que supuse que tú eras la nena a la que había adoptado —se puso de pie a un lado mío observando con nostalgia la grisácea lapida que llevaba tallada el nombre de su hermana. Al menos esta era la primera vez que podía compartir ese doloroso sentimiento con alguien—. La extrañas mucho ¿verdad? —Asentí levemente con la cabeza ante su pregunta—. Yo también la extraño mucho, ella siempre estuvo ahí para mi apoyándome, cuidándome y aconsejándome, aparte de ser mi hermana también era como una madre para mí —suspiro con nostalgia sin quitar la vista de donde la tenía puesta—. Creo que me hace tanta falta como a ti.

Un nudo en mi garganta se atascó en esta de manera dolorosa, mis ojos no tardaron en volverse acuosos trayendo de vuelta las lágrimas listas para ser derramadas. Me sentía terriblemente mal y no solo por el hecho de que la extrañaba, sino porque la culpa me estaba carcomiendo y lo había estado haciendo durante estos años, el pensar que si no me hubiera enamorado del empresario nada de esto hubiera pasado, ella seguiría viva, estando a mi lado haciéndome sentir amada.

Pero mis actos no solo la repercutieron a ella, sino también a su familia a quien por lo visto le había hecho pasar un trago tan amargo que de seguro fue difícil de procesar.

Lo único que podía merecer de ellos era su rechazo, y lo merecía, porque yo fui la causante de que su muerte fuera horrible e inhumana.

PerdónemeJuliette volteo a verme confundida sin entender mis palabras y más aún cuando varias lagrimas salieron sin control de mis ojos humedeciendo mis mejillas.

¿Perdonarte? ¿De qué?

—Todo esto fue mi culpa, si no fuera por mi ella aun seguiría con vida —mi voz salía quebrada, mi garganta quemaba porque no podía desvanecer aquel nudo. Tenía miedo del rechazo de aquella mujer que portaba cierta similitud a Grisela; temía de algo que sabía que merecía—. Desobedecí órdenes y ella termino pagando las consecuencias —volteé a verla directo a sus amelados ojos que se habían humedecido ante mis palabras—. Hice todo lo que estuvo a mi alcance pero no pude detenerlo...la vi sufrir, la escuche gritar y al final la vi morir.

Su silencio fue espeluznante, sus palabras quedaron atoradas en su cabeza y sus ojos intentaban decírmelas, no sabía que estaba pensando o que era lo que estaba diciendo, solo podía notarla destrozada y dolida, eso rompió mi corazón, tanto daño había hecho y este era el que más me estaba remordiendo, pues le había hecho perder al ser que más amaba en este mundo.

Mi Próxima Misión |2° TEMPORADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora