Más que una fábrica

27 4 0
                                    

[CAPITULO 45]

La brisa helada golpeo con fuerza mi rostro, penetrando la gruesa tela de mi bufanda que se envolvía alrededor de mi cara.

Una tormenta de nieve estaba por caer nuevamente en la ciudad de San Petersburgo, poniendo el clima más congelado y las nubes suavemente coloreadas en gris. Era difícil moverse con agilidad cuando tenía la mayor parte de mi cuerpo congelado.

Mark había descubierto un acceso en la parte trasera de la fábrica, al parecer este era el único acceso que no estaba vigilado, por lo que nos ahorraría la tarea de tener que lidiar con un combate para ingresar a la fuerza. Nos escabullimos entre las enormes camionetas y carros de carga para llegar a dicho acceso, y lo logramos exitosamente una vez que sentimos el calor abrigarnos.

La fábrica no parecía ser un cuartel general o algo parecido, en efecto era una fábrica de productos electrodomésticos, aguardando en su interior a cientos de trabajadores haciendo su labor correspondiente; nada, absolutamente nada parecía anormal, lo cual resultaba ser extraño.

Entonces, si era solo una fábrica con trabajadores, ¿dónde se habían metido aquellos uniformados?

Creo que hemos sido estafados —habló Mark mirando detenidamente todo a su alrededor, sintiéndose decepcionado de que nuestra labor solo fuera un desperdicio de tiempo—. Probablemente lo trajeron aquí para armas un microondas.

—No, debe haber algo más aquí, estoy segura de ello.

— ¿Y dónde planeas buscar? Este lugar es enorme y en definitiva no podemos darnos el lujo de husmear sin que nos intenten sacar de aquí a la fuerza.

Como todo, siempre debía ver algún mínimo detalle que delatara que este lugar ocultaba algo, y para ello debíamos tener los ojos bien abiertos y captar la más mínima anomalía.

Planos —susurré de repente atrayendo la atención de mi compañero.

¿Qué?

—Este lugar debe tener planos de la construcción, tal vez ahí podríamos encontrar lo que buscamos.

—Bueno, es una buena manera de iniciar la búsqueda —se quitó el gorro, la bufanda y su chamarra para meterlos a la mochila que ambos cargábamos en nuestras espaldas—. Sugiero que comencemos a buscar en esa cabina, tal vez podremos encontrar algo.

Hice lo mismo que Mark, quitándome el gorro, la bufanda y la chamarra para restar más peso en mi cuerpo, además de que el calor que se sentía en la fábrica era suficiente para mantenernos cálidos a ambos.

Prendimos marcha intentando hacer el menor ruido posible con nuestras pesadas botas, aunque en realidad no importaba mucho porque ya había demasiado ruido ahí adentro como para opacar nuestra presencia.

Movernos por el lugar fue cosa sencilla, cada quien estaba metido en su labor que ignoraron por completo el hecho de que dos extraños había violado la seguridad de dicho lugar. Llegamos a la cabina que aguardaba a cuatro hombres tomando un desayuno caliente mientras hablaban animadamente sobre el partido de hockey que transmitirían esa misma noche, comenzando a hacer sus apuestas.

Eran tipos demasiado altos, con demasiada musculatura que podrían derribar a cualquiera de un solo golpe. No quería verme a la necesidad de hacer un enfrentamiento cuerpo a cuerpo que podría estar bastante reñido, y por la mirada de Mark, él tampoco esperaba tener que gastar sus energías enfrentando a cuatro monstros.

¿Y ahora qué haremos? No creo que pelear con ellos sea una opción bastante favorecedora.

—No tendremos que hacerlo, tengo gas somnífero, nos ahorrara mucho tiempo —Mark saco de su mochila un pequeño círculo metálico que al ser lanzado, este inmediatamente soltaría todo el gas somnífero que tenía dentro—. Tendremos que causar una distracción después.

Mi Próxima Misión |2° TEMPORADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora