Capítulo 2

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N/A:Muchas gracias por comenzar a leer esta historia y por las reviews.

En este capítulo he tratado de explicar bien todo lo que pasó, pero quizás aún así quedan algunas dudas o hay cosas que no se entienden, si es así y me queréis dejar un comentario preguntando algo os contestaré cuando actualice el próximo. Aún así espero que medianamente se haya entendido.

Cuando le pido que me explique qué fue lo que ocurrió, por qué me dijo que estaba embarazada de Josh cuando en realidad era mío, ella comienza a llorar de nuevo, pero esta vez mucho más fuerte que la vez anterior. Está demasiado nerviosa y yo no entiendo por qué.

-Kate, tranquilízate - le digo, al mismo tiempo que paso una mano por su espalda, intentando hacer que se calme.

Pero no sirve de nada, continúa en ese estado y yo no sé qué más hacer. De pronto Allan comienza a llorar desde su alfombra de juegos, me giro hacia él y veo que está mirando a su madre mientras llora amargamente. Y supongo que ver llorar a su madre, verla en ese estado nervioso, le ha contagiado a él y por eso llora también. Kate está demasiado nerviosa, tanto que ni siquiera se ha dado cuenta de que el pequeño está llorando. Me levantó del sofá y dubitativo me acerco hasta él, me agacho a su lado y él instintivamente alza sus pequeños bracitos hacia mí. Ese gesto me abruma y no lo puedo evitar, lo cojo en brazos y lo aprieto contra mi pecho. Aspiro su aroma a bebé. La sensación que me invade en ese momento es indescriptible, maravillosa. Sin embargo Allan sigue llorando, y Kate también.

Me siento con mi hijo en el sofá, al lado de Kate.

-¿Quieres... quieres que llame a alguien? - le pregunto. Quizás quiera llamar a Josh. Todo esto me parece una locura y no entiendo nada, pero Kate no se tranquiliza y está comenzando a asustarme.

Ella asiente así que busco con mi mirada su teléfono móvil, hasta localizarlo sobre la mesa del salón. Cuando se lo acerco ella se limpia algunas lágrimas de la cara con la manga de su chaqueta y comienza a buscar en la agenda.

-Lanie - Cuando se coloca el móvil en su oreja y su amiga contesta, ella se derrumba. A los pocos segundos deja caer el móvil sobre el sofá y yo sé que la forense está de camino. No ha hecho falta que le diga nada más para que sepa que la necesita.

Yo me mantengo en silencio, paso mi mano por encima del hombro de Kate acercándola contra mi costado y ella apoya la cabeza sobre mi hombro, al mismo tiempo que acaricia con su mano la mejilla de Allan. El pequeño descansa, apoyado sobre mi pecho. Ha dejado de llorar y su respiración es cada vez más acompasada, aunque de vez en cuando lanza pequeños sollozos por haber estado llorando.

No puedo evitar pensar que todo esto es por mi culpa, que Kate se ha puesto así por mi vuelta y que tiene miedo o algo a que yo le quite a Allan. Sin embargo si se trata de eso no entiendo por qué ahora sigue abrazada a mí, mientras nuestro hijo descansa en mis piernas, por qué no me ha echado de su casa. Simplemente no entiendo nada y toda esta situación me sobrepasa.

Quince minutos más tarde la puerta del apartamento se abre y entran Lanie y Esposito. Ambos se paralizan y se miran entre ellos al verme a mí allí, pues desde que me fui dos años antes tampoco había vuelto a saber nada de ellos. Lanie se acerca al sofá y enseguida abraza a Kate. Yo observo la situación sin saber qué decir o qué hacer. La forense se levanta, agarrando a Kate de la mano y coge a Allan de mis brazos, que se ha quedado dormido. Me dice que lo van a acostar y yo asiento, no sin antes acariciar la mejilla de mi hijo y darle un beso. Lanie me sonríe al verme hacer ese gesto de cariño hacia él.

Espo y yo nos quedamos a solas en el salón mientras Lanie y Kate se van al dormitorio.

-¿Dónde has estado todo este tiempo? - me pregunta él duramente.

Papa por sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora