Capítulo 24

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N/A: El tema de Josh me cuesta más, porque quiero que la "trama" esa quede bien. Espero que os guste y si tenéis un minuto para dejar una review, os lo agradezco, saber opiniones siempre ayuda ;)

Cuando llegamos al piso de arriba, dejo a Allan en el suelo mientras yo continúo cargando con la bandeja del exquisito desayuno que le he preparado a Kate. Mi hijo se queda allí parado, mirándome, esperando que dé el siguiente paso para seguirme.

-Vamos, vamos a despertar a mamá - le digo, animándolo a que él vaya delante de mí.

-Mamá - dice él en un tono alegre antes de salir corriendo torpemente hacia la puerta de nuestro dormitorio.

Lo observo con una sonrisa porque me hace gracia verlo correr con los pañales puestos, abultando su trasero, y esa especie de botines que le he puesto para estar por casa. Me parece adorable y enternecedor. Puede que me esté volviendo un poco cursi, pienso frunciendo el ceño, pero no me importa.

Allan se detiene de nuevo al llegar a la puerta de nuestro dormitorio, y yo le animo a que entre. Sujetando la bandeja con las dos manos, empujo con uno de mis pies, abriéndola un poco, y dejo que mi hijo pase primero. Sin embargo, y para mi sorpresa, cuando lo hace, se coloca delante y empuja la puerta.

-No lo hagas Allan - le digo, adivinando sus intenciones.

Él me mira durante dos segundos, antes de terminar de decidirse, y finalmente termina de empujar la puerta, cerrándola en mis narices y dejándome a mí fuera.

-Ayós papá - dice dulcemente desde dentro.

-¡No! ¿Pero... qué...?

Abro los ojos totalmente y suspiro, sacudiendo después la cabeza. Cada día tengo más claro que a mi hijo le encanta picarme en cuanto tiene la oportunidad. Mis labios se curvan levemente hacia arriba, al fin y al cabo no puedo culparlo, se parece a mí.

Me las arreglo como puedo y, con una mano, abro la puerta. Allan está intentando trepar a la cama. Se vuelve hacia mí cuando me escucha entrar, y después vuelve a su tarea. Agarrándose a las sábanas finalmente consigue subir, y gatea hasta quedarse al lado de Kate, donde se sienta.

-No vuelvas a hacer eso - le digo, señalándole con el dedo después de dejar la bandeja sobre la cama. Él me mira y sonríe, haciendo un adorable ruidito al hacerlo - No, no te rías, ¿encerrar a papá? ¿En serio? Eso ha estado mal.

-Mamá - dice él, señalando a Kate, que sigue durmiendo ajena a cualquier ruido.

-Sí, intenta persuadirme ahora - le digo, sentándome a su lado e inclinándome un poco para despertar a Kate.

Comienzo a darle pequeños besos por el brazo y en cuanto Allan me ve, empieza a imitarme, tumbándose prácticamente sobre la cara de Kate y comenzando a darle besos.

-Mmm - Kate se remueve, abriendo uno de sus ojos un poco y volviéndolo a cerrar. Tanto Allan como yo seguimos dándole mimos, así que ella sonríe inevitablemente, comenzando a estirarse después.

-Buenos días - le digo, inclinándome más sobre ella y dándole un beso en los labios cuando ya se ha sentado.

-Buenos días - dice con una sonrisa, abrazando después a Allan y dejando que se siente entre sus piernas - ¿Qué es eso? - pregunta mirando la bandeja del desayuno.

-Te he preparado el desayuno - le digo, acercándole la bandeja - Bueno, hemos - me corrijo - Allan ha querido ayudar con esa galleta.

Kate mira enternecida la galleta que descansa en la bandeja, junto al vaso de zumo, y deja un beso después sobre la cabeza de Allan.

Papa por sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora