Capítulo 4

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N/A: Muchísimas gracias por leer y por todas las reviews. Espero que disfrutéis el fic tanto como yo lo estoy disfrutando escribiendo.

Mi madre se excusa y sube arriba, dejándonos a mí y a Alexis solos en la cocina. Le explico de manera pausada que tiene un hermano de dieciséis meses y observo detenidamente su reacción, que pasa de sorpresa a incomprensión para tornarse en lo que parece, enfado.

-¿Cómo pudo haberte guardado ese secreto? - Es lo primero que pregunta, su voz suena dura.

-No es tan sencillo Alexis... - Intento continuar, pero ella me corta.

-¿Y tú la perdonas? ¡Papá, te has perdido el primer año de vida de tu hijo! - Me grita y veo cómo la rabia se enciende dentro de ella.

-Si he perdonado a Kate es porque hay motivos que le llevaron a actuar como lo hizo - le explico despacio, tratando de que se calme y me comprenda.

-¡No papá, tú solo la has perdonado porque sigues enamorado de ella!

Me duele cuando escucho esas palabras de su boca. Me duele porque tiene razón en lo último que ha dicho, sigo inevitablemente enamorado de Kate, nunca he dejado de estarlo. Y me duele porque no me gusta que mi hija sea tan dura con ella, no después de todo lo que Kate ha pasado, pero claro... Alexis no lo sabe. Y seguramente no es algo que Kate quiera que yo vaya contando, ni siquiera a mi hija. La conozco demasiado bien y, seguramente, odiaría que las personas a su alrededor comenzasen a mirarla de forma diferente por todo lo que ha pasado.

Alexis me mira, sus ojos brillantes debido a las lágrimas que está conteniendo. La agarro suavemente del brazo y hago que me siga hasta el sofá, donde ambos nos sentamos. Guardo silencio durante unos segundos, tratando de valorar cómo explicarle aquello, hasta que me decido a hablar.

-Alexis, cariño hace dos años pasó algo, que llevó a Kate a actuar de la manera que lo hizo. Ella no me engañó con Josh como yo pensé.

Mi hija me mira, ahora algo dubitativa.

-¿Entonces qué fue lo que pasó?

Yo niego.

-No puedo contártelo, creo que es lo mejor para Kate, necesita privacidad con ese tema, pero es algo serio, no es algo que se supere de la noche a la mañana. Ni en dos años. Alexis, lo que quiero que comprendas es que si yo he perdonado a Kate - en realidad no hay nada que perdonar, pienso - tú también puedes hacerlo.

Veo cómo ahora me mira con algo más de comprensión y sé que entiende que, sea lo que sea, es lo suficientemente difícil como para que yo no se lo cuente.

-¿Entonces tengo un hermano? - pregunta ahora con una media sonrisa.

Sus palabras hacen que se me ilumine la cara y asiento.

-¿Cómo es?

-Espera... - le digo, buscando mi móvil en los bolsillos de la chaqueta. Lo encuentro y abro la galería de fotos, seleccionando una foto que le había echado aquella misma mañana a Alex.

En ella aparece Alex, sentado en la manta del salón, mirando a la cámara. Sus ojos azules con un brillo especial, se le ve feliz, la gran sonrisa en su cara hace que su nariz se arrugue un poco al mismo tiempo que se le marcan los hoyuelos de su cara. Me quedo mirándolo unos segundos antes de pasarle el móvil a Alexis. Allan es simplemente perfecto.

Alexis no puede hacer más que mirarlo, reír de emoción y mirarme a mí, para volver su mirada a la pantalla y fijarla ahí durante varios minutos, observando a su hermano.

Papa por sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora