Capítulo 6

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N/A: He escrito este capítulo porque no quería demorarlo más, aunque me ha quedado algo pobre. El próximo trataré de hacerlo mejor y será algo más interesante.

Os dejo mi twitter por si preferís preguntarme algo por ahí @berta_always.

Espero que os guste el capítulo, gracias por leer y por las reviews, sois geniales!

Un lejano golpe me sobresalta, haciendo que abra los ojos, adaptándolos a la luz de la habitación. Parece que ya es de día, aunque todavía es temprano ya que los rayos de sol que entran por mi ventana indican que el sol acaba de ponerse sobre las calles de Nueva York. Cierro los ojos de nuevo unos instantes hasta que de nuevo aquel lejano ruido me sobresalta, solo que algo más fuerte esta vez. Abro mis ojos como platos. Allan. Me incorporo en la cama rápidamente y descubro al pequeño sentado en el suelo, al lado de mi vestidor, jugando con unos de mis zapatos que ha debido coger de la primera balda del armario. Lo miro por unos segundos, al mismo tiempo que sacudo mi cabeza, creo que Allan es tan autosuficiente como Kate, se ha despertado y ni siquiera me ha llamado ni ha llorado para demandar mi atención, sino que se ha bajado él solo de la cama y ha comenzado a investigar en el dormitorio, encontrando el vestidor como el lugar más atractivo para jugar.

Me levanto y me acerco hasta él, agachándome a su lado.

-Hola pequeñajo, ¿no querías jugar con papi? - le digo de manera cariñosa al mismo tiempo que le acaricio la mejilla. Él encoge su cuello con una sonrisa debido a mi caricia y se pone de pie y ofreciéndome uno de mis zapatos con los que estaba jugando.

-Tú - dice mientras me lo ofrece.

Dejo el zapato a un lado y lo cojo en brazos, levantándome con él y dándole un sonoro beso en la frente.

-¿Qué te parece si dejamos los zapatos y vamos a desayunar?

-A nanunar - dice, agarrándose a mi cuello.

Sonrío y salgo con él del dormitorio. La cocina está despejada, por lo que imagino que Alexis ya se ha marchado a la universidad y mi madre seguramente todavía esté durmiendo. Con Allan todavía en brazos caliento su biberón con leche mientras él observa todos mis movimientos, agarrado a mi cuello. Cuando la leche está lista, compruebo que no esté demasiado caliente probando yo mismo el biberón, lo que hace que Allan proteste, alzando sus bracitos para quitármelo.

-Mío - grita él, intentando agarrarlo.

-Tranquilo, que es para ti. Espera - Me dirijo con él hasta el sofá y me siento, sentándolo a él sobre mis piernas. Le doy el biberón y él comienza a beberse la leche.

En ese momento mi madre aparece en lo alto de las escaleras con un sonoro 'Buenos días' que hace que Allan suelte la chupeta del biberón durante unos segundos para mirarla y reír, a modo de saludo.

-Buenos días madre.

-¿Preparados para ir un rato al parque? - pregunta, en un tono musical, cuando termina de bajar las escaleras. Le miro extrañado mientras se dirige hacia nosotros.

-¿Segura que quieres que te vean como una abuela?

-Una abuela joven y llena de energía - dice ella, sacudiendo su brazo para restarle importancia.

-Está bien, cuando terminemos de desayunar vamos al parque.

Me levanto y mi madre coge a Allan en brazos, mientras yo voy a lavar el biberón y le doy a mi hijo una galleta.

-Hijo, a esta ricura le pesa el pañal - dice mi madre mientras palpa el pañal de Allan, por encima de su pijama.

-Debí haberme dado cuenta antes - digo, dejando todo a un lado y cogiendo a mi hijo en brazos.

Papa por sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora