Capítulo 15

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N/A: Gracias por leer la historia, por comentarla, por seguirla, etc. Me halaga mucho recibir estas respuestas por lo que escribo :D

Espero que este capítulo no os sepa a menos y os guste igual :)

Veo cómo Kate baja las escaleras del piso superior de la casa que, espero, sea nuestra pronto.

-¿Qué te ha parecido? - le pregunto, mientras vigilo de reojo que Allan se quede jugando en el suelo del salón.

Ella se apoya en la barandilla de madera y mira a su alrededor.

-No voy a negarlo, la casa está muy bien.

-¿Pero? - digo, temeroso, sabiendo que hay un pero.

-Rick, mi sueldo de policía no me permite pagar la mitad.

-Ya hemos hablado de eso. No tienes por qué pagarlo, yo puedo hacerlo.

-No. No quiero sentirme como una mantenida, no voy a dejar que te hagas cargo de todos los gastos - dice, ahora con un tono de voz más firme.

Yo suspiro. No entiendo por qué le molesta que lo pague yo, si puedo hacerlo, de sobra.

-Kate, soy rico, ¿vale? Nunca me has querido por mi dinero y, amo eso, pero entiende que tengo dinero para derrochar en lo que me apetezca y, me apetece comprar esta casa para los tres.

-Oh, ¿Porqué seas rico tengo que dejar que asumas todos los gastos?

-Vamos, si la casa es perfecta. Sabes que la quieres. A ti también te gusta, ¿verdad Allan? - pregunto, mirando a nuestro hijo y alzando el tono de voz.

-Chi papá - dice él, girando su cuerpecito, sentado todavía en el suelo mientras arrastra su coche de juguete.

Me giro hacia Kate alzando las cejas y señalando a nuestro hijo. Ella rueda los ojos mientras se cruza de brazos.

-Para. No utilices a Allan para esto.

-No lo estoy utilizando, ¿no ves que le encanta esta casa? - Ella sacude la cabeza y mira hacia Allan - Kate, aquí tiene todo el espacio que necesita.

-No me hagas sentir culpable por no poder pagar lo que necesita, ¿piensas que me gusta que tenga un dormitorio tan pequeño? - Me dice esto último casi gritando.

-Vamos, Kate, no te pongas a la defensiva ahora - Ella abre la boca, visiblemente enfadada, y va a decir algo, pero yo le interrumpo - No te enfades, solo estoy intentando hacerte ver que puedo pagar esto, que quiero hacerlo - resalto la palabra "quiero" - como un regalo para ti y para Allan, para nosotros.

-Tengo que irme a trabajar - dice, bajando el último escalón en el que se encontraba y acercándose a Allan. Se agacha junto a él y le da un abrazo, rozando después su nariz cariñosamente con la de nuestro hijo, en un beso.

-¿No lo vamos a hablar? - le pregunto, alzando los brazos.

-No tengo ganas de discutir más, Castle - dice, en un tono cansado, pero todavía molesta. Pasa de largo sin despedirse de mí y se marcha.

-Vaya... - digo con fastidio. Lanzo un suspiro al aire y me dirijo hasta el salón, donde me siento junto a Allan - Mamá se ha enfadado.

-¿Entadado? - pregunta él, con su vocecilla.

-Sí... Pero la convenceremos, a mí me gusta esta casa.

-Me guta - dice él. Acto seguido se pone de pie y, como si adivinase que estoy triste, rodea mi cuello con sus diminutos brazos, haciéndome sonreír inevitablemente.

Papa por sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora