Capítulo 14

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Como siempre, siento el retraso en actualizar, voy a intentar actualizar algo más a menudo.

Y gracias por todas las reviews, animan mucho a continuar y me alegra saber que va gustando.

Cuando me despierto, Kate ya se ha marchado a trabajar. Me siento mal por no haberme despertado al mismo tiempo que ella, pues me habría gustado prepararle el desayuno.

Después de desayunar con Allan y vestirnos, nos vamos a dar una vuelta. He quedado con mi madre para ir al parque. Al parecer está encantada con esto de ser abuela de nuevo. Cuando vamos de camino al parque, me manda un mensaje de texto, diciendo que nos espera en una esquina cerca de la novena. Me extraño ya que eso queda algo lejos del parque al que solemos ir, sin embargo me dirijo hacia allí empujando la sillita de Allan. Conociendo a mi madre lo más probable es que haya visto algún conjunto en algún escaparate y necesita mi tarjeta de crédito.

Tras un rato caminando por fin nos encontramos con ella, que rápidamente se agacha junto a la silleta para saludar a su nieto.

-Madre, ¿para qué nos has hecho venir hasta aquí? ¿Debería ir sacando la tarjeta de crédito?

Ella ladea la cabeza y me mira con gesto cabreado por lo que he dicho.

-La tarjeta de crédito no, pero quizá deberías tener preparada la chequera.

-¿Qué... qué es lo que quieres comprar esta vez? - pregunto, sin llegar a entender.

Me agarra del brazo y comienza a hablar mientras caminamos.

-Me dijiste que el apartamento de Katherine era muy pequeño - yo asiento, confuso, y ella continúa - Y ahora que habéis decidido a daros una oportunidad...

-Madre... - intento decir yo, pero ella me corta, con un pequeño golpe en el brazo.

-No te molestes hijo, Alexis me lo ha contado. Como decía, ahora que os vais a dar una oportunidad, ¿no crees que sea hora de buscar un nuevo lugar? ¿No querréis vivir como sardinas en lata en ese pequeño apartamento?

-¿Y qué propones? - le pregunto yo, sarcásticamente, suponiendo que ella ya ha pensado en algo.

De pronto detiene el paso y alza la mano, señalando la casa que tenemos detrás. Caminando hemos llegado a una pequeña calle, bastante tranquila y con varias casas adosadas a ambos lados de la calle. La que señala mi madre, en concreto, tiene un cartel de "se vende/alquila" en la entrada.

-Madre, que... ¿qué pretendes, que compre una casa para los tres sin consultarlo antes con Kate?

-De momento podemos entrar a verla - dice ella, sacando unas llaves del bolsillo de su abrigo y moviéndolas en el aire - Es de un amigo, se va a vivir a California, así que la quiere vender o alquilar.

Yo suspiro, pero cuando intento hablar de nuevo, ella ya está subiendo los tres escalones que llevan a la puerta. Miro más detenidamente la fachada de la casa y pienso en Kate, lo cierto es que creo que le encantaría.

Cuando entramos en la casa, mi madre sale al pequeño jardín trasero con Allan, mientras yo veo el resto de la casa. La planta baja tiene una cocina con acceso abierto al comedor, un salón con salida al jardín trasero, y un pequeño baño; la parte de arriba tiene dos baños completos y cuatro habitaciones. La habitación principal es sin duda la más grande, con baño propio y un vestidor; dos de las otras son también grandes, pienso en Allan y en el dormitorio que tiene ahora, esta es sin duda más espaciosa. La cuarta de las habitaciones es más pequeña, así que pienso que podría utilizarla como despacho.

Suspiro y me llevo la mano a la frente. Sin duda sería un lugar perfecto para los tres. De pronto me imagino viviendo aquí. Allan tendría su propio espacio, e incluso hay un dormitorio de sobra que podríamos utilizar para invitados y, en un futuro, quizás para un nuevo miembro en la familia. Aunque la idea me hace sonreír, sacudo la cabeza, no puedo tomar esta decisión sin ella.

Papa por sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora