-Dan...
Phil tragó saliva. No es que no quisiera criar a un niño con Phil, ¡todo lo contrario! Pero... ¿Tendrían el dinero suficiente para ello? ¿Serían capaces de cuidar de él?
-Dan...No podemos decidir eso en un día.-Phil coloca su mano en la rodilla del moreno, sonriendo.
-Ya... yo... Perdona por pensar que...-Dan hace una mueca y mira al suelo.
-Hey...-Phil le besa en la comisura el labio.-No se puede decidir en un día, pero yo no he dicho que no podamos pensárnoslo...
Los ojos de Dan se iluminan y mira a Phil esbozando una sonrisa.
-¿De verdad?
-¡Claro!
Dan abraza a Phil con fuerza, con la cabeza escondida en su hombro.
-Gracias Phil, te quiero muchísimo...
-Y yo a ti, Dan, y yo a ti...
***
El papeleo era inmenso, y los ojos de Phil empezaban a cansarse. La pequeña lámpara de noche iluminaba el escritorio del estudio, donde el pelinegro firmaba autorizaciones y papeles del orfanato. Dan se había quedado dormido en el sofá-cama, detrás de Phil, y respiraba con tranquilidad, con los labios ligeramente abiertos.
La idea de tener a ese pequeño niño que les iban a otorgar aterraba a Phil más que cualquier otra cosa, y a la vez, no podía esperar para abrazarle. El niño tenía unos pocos días de edad, y no había ninguna pista de su familia : el bebé no tenía siquiera un nombre. Aquellos eran los papeles finales, y después, podrían ser padres de aquel, sin duda, maravilloso niño.
Phil firma el último papel y deja caer el bolígrafo sobre la mesa. Suspira y se frota la mejilla, sin saber muy bien que hacer ahora.
Ya estaba todo listo. En cuanto presentaran aquellos papeles, el niño sería suyo.
Se gira y mira a Dan, que sigue acurrucado con una pequeña sonrisa. El menor estaba entusiasmado con la idea de ser padre, de poder tener a aquel niño entre sus brazos. Había pintado la habitación de invitados de un azul cielo y lo había decorado con nubes, estrellas y dibujos de Winnie The Pooh. Había comprado toda la ropa que había podido, al igual que juguetes y todos los muebles necesarios para el cuidado de un bebé recién nacido. En cuestión de un par de días la casa era un caos total, llena de cajas con armaritos, ropa, cunas y cochecitos.
Phil se levanta, con pereza, y se acerca al sofá donde Dan descansa.
-Cielo...-Susurra, apartando uno de los mechones castaños de Dan de su frente.-¿Por qué no nos vamos al cuarto?
-Hmmm...-Gruñe Dan, aún dormido.-Phil...
-Shh...Sigue durmiendo.-Phil le besa en la mejilla y Dan suspira, volviendo a sus sueños.
Phil coge a Dan en brazos y le lleva a la habitación. Con cuidado le posa sobre la cama y le arropa, no pudiendo reprimir una sonrisa cuando Dan agarra con fuerza su mano, como intentando impedir que el pelinegro se aleje de él.
-Dan... No me voy a ninguna parte...-Phil le besa y el moreno afloja su agarre.
Phil le quita los audífonos a Dan con delicadeza y los posa sobre la mesita de noche. Varias veces el chico se había dormido con los aparatos puestos, y después de varias horas se despertaba con un insoportable dolor de cabeza.
Phil da un rodeo a la cama y se acuesta al lado de Dan. Se acerca a él y pasa su brazo por la cintura del chico, posando la cabeza entre el cuello y el hombro del moreno. Podía escuchar la ligera respiración de Dan, e incluso los latidos acelerados de su corazón.
Y entonces comprendió todo lo que tenía en duda sobre el futuro : Dan era suyo. Dan era la persona con la que quería compartir la experiencia de ser padre, con la que quería crecer.
Aquel chico le había cambiado la vida, le había robado el corazón. Y Phil sabía con seguridad que, si alguna vez Dan se alejaba de él, sería la persona más infeliz del mundo, porque el moreno era la única persona capaz de tranquilizarle cuando su corazón iba a mil por hora, y a la vez el único capaz de ponerle nervioso con cada movimiento, con cada caricia.
En fin, ¿qué más se podía decir? Estaban enamorados, locamente enamorados el uno del otro.
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Learning To Love [PHAN]
أدب الهواةDan, el mejor pianista de su ciudad (a pesar de tan sólo tener 8 años), tiene un accidente de coche, después del cual, queda sordo. Siente como si le hubieran arrancado parte de su alma. Siente como si le odiaran. Siente como su corazón se marchita...