"Mientras más grande el poder, más grande el abuso".
-Edmund Burke.
Últimamente paso mis días escribiendo en mi diario. Es curioso, que un hombre poderoso tenga un diario. Pero no es la necesidad de desahogo lo que me insta a escribirlo, sino la necesidad de mantener vivo el recuerdo del momento en que nuestra historia cambió. Mantener vivo el recuerdo en que una especie extraña a la humana llegó y el momento en que, una vez más, el ser humano hace un gran salto de triunfo. La humanidad sigue y seguirá siendo una raza superior capaz de pensar y actuar. Capaz de evolucionar gracias a otras especies que pretendieran lo que pretendiesen, nunca serían superior a nosotros.
Me veo interrumpido por tres suaves toques sobre la puerta de mi despacho. Alzo la vista y soy testigo de como se abre y la Doctora Elizabeth Jenkins entra.
-Señor presidente. -Dice.
-Doctora.
Erguido sobre mí mismo, me levanto de mi sillón de cuero negro y me acerco a la bella mujer que osaba entrar en mi despacho sin que yo le indicara que lo hiciera.
-¿Pasa algo? -Pregunto.
Sonríe. Una sonrisa digna de enseñar, digna de una modelo. Sus ojos verdes brillan de felicidad, y entonces, supe porqué había venido.
-Es sobre Christian, Señor. Es... Ese chico es increíble. Lleva diez dosis y sigue evolucionando correctamente, cada vez está más fuerte. Algunos sujetos empiezan a debilitarse a las cinco dosis, otros no toleran las cinco primeras y mueren. Christian es el salto en la evolución que la humanidad lleva buscando por años.
Sonrío satisfecho.
-¿Y sus heridas?
-Ya no queda rastro de ellas, señor. Sus heridas se curan espontáneamente. Creo que deberíamos seguir con él, es nuestro paciente cero y los demás creemos que podemos sacar otro suero a partir de su médula y hacer que funcione en otros sujetos.
Me paseo por mi despacho, pensativo, rascándome la barbilla con suavidad.
-Los Espectros con los que habéis experimentado para adquirir el suero han muerto. ¿Mi hijo podría morir si le hacéis lo mismo?
-Como ya he dicho, señor presidente, Christian ha adquirido la habilidad de regenerarse espontáneamente (a parte de otras habilidades). Se podría decir que su hijo es inmortal.
Suelto una carcajada triunfal, llena de júbilo y deseos de más.
-¿Cuántas dosis le faltan para que culmine el cambio? -Pregunto sin dejar de sonreír.
-Pocas. Unas... Cinco, tal vez. Christian será el primer Mega-humano de la historia.
-¿Crees que las dosis funcionarán conmigo también?
La Doctora Elizabeth Jenkins ensancha su sonrisa, mostrando una hilera de correctos dientes blancos y brillantes.
-Habría que hacer más pruebas con el paciente cero. Pero siendo su hijo, es posible.
-Me gustaría verlo.
-Lo mantenemos sedado. Están construyendo una celda que anula sus habilidades y mientras tanto... Ya sabe, no podemos arriesgarnos a que se nos escape.
La agarro de los hombros y la abrazo. Al fin, al fin habíamos conseguido algo más que un nuevo planeta. Habíamos conseguido crear una nueva especie a partir de una ya existente. Un híbrido inmortal lleno de poder.
-Pero, señor...
La voz de la Doctora se oscurece de pronto, la aparto para poder mirarla directamente a los ojos y escucharla con más atención.
-¿Hay algún problema? -Pregunto, empezando a preocuparme.
-No solo aumenta la fuerza y las habilidades en Christian. También su ira, su agresividad... Es casi imposible de controlar. Es otro motivo por el cual lo mantenemos sedado.
-Mejor. -Me limito a decir.
-¿Cómo?
-He dicho que mejor. Necesitamos que sea un arma letal para Spectrum. Un arma letal para la chica por la que dio la vida. Si ella muere, los Espectros no tienen nada que hacer. Son tan pacíficos que ni siquiera se defienden y ella está llena de odio, yo alimento ese odio. Y ese odio es un arma que usará en mi contra y será capaz de convencer a los Espectros de que luchen por lo que es suyo. Y ellos son más fuertes que nosotros, doctora.
-Pero Christian es más fuerte que mil de ellos, señor. Y cuando culmine el cambio, ese chico será capaz de destruir un planeta entero. -Ambos reímos maliciosamente-. Me he tomado el atrevimiento de avisar a uno de los dos pelotones de humanos que están en Spectrum, para que vengan con cinco Espectros más.
-Has hecho bien.
-Le seguiré informando. -Dice antes de salir de mi despacho.
El perfume de la Doctora aún sigue en el aire. Un suave toque de manzana que endulza el ambiente y me hace enloquecer de deseo y poder. Estiro mis articulaciones y me siento mucho más relajado y lleno de satisfacción. Me encanta todo lo que he conseguido, esto pasará a los anales de la historia humana. Christian, mi hijo... Digno de su padre. Ya sabía yo que ese chico valdría para algo más que enamorarse de niñas absurdas con graves problemas de autocontrol. Es irónico que vaya a ser él quien acabe con ella y con sus amiguitos. Si es necesario, destruirá todo ese planeta con ellos en él. Al fin y al cabo, con el suero y las habilidades adquiridas, seremos capaces de colonizar todos los planetas existentes de todas las galaxias.
En el momento en que Christian Mason Carter culmine su cambio, será el comienzo de una nueva era. De una nueva civilización mucho más poderosa que otra cualquiera. Será el nacimiento de los Mega-Humanos.
Siento orgullo.
Me dejo caer sobre el sillón de piel con las piernas estiradas y las manos entrelazadas justo detrás de la cabeza. Los ojos clavados en el techo, de color blanco, y una gran sonrisa cruzando mi rostro. El poder me pertenece a mí, al igual que Spectrum y el destino de sus habitantes, los cuales morirán casi todos para que los humanos y los futuros Mega-Humanos podamos vivir. Aquellos Espectros, patéticos e inofensivos, que sobrevivan por obra y gracia de la suerte, serán nuestros esclavos. Nos servirán.
Echo a reír. Haciendo de mis pensamientos un gracioso chiste. Pensar en que soy el Hitler del futuro, simplemente me hace gracia.
*ARTHUR EN MULTIMEDIA.
ESTÁS LEYENDO
Exilium © [SPECTRUM 2].
Science FictionNo leer si no has leído Spectrum. Tras el Exilio, ya nada es lo mismo. Ahora el objetivo de Arthur M. Green es la creación de una nueva especie, una especie que acabaría con la otra. Cada vez hay más humanos que apoyan a los desafortunados y que es...