Exilium © [SPECTRUM 2].

CAPÍTULO 35 || Christian y Arthur||

''La nación está dividida, mitad patriotas mitad traidores, y nadie puede diferenciarlos''.

-Mark Twain.

**Christian.

Me había sorprendido la rapidez en la que Paxton había conseguido un jet privado con el que viajar a Canadá. La central de la Organización Estrella Azul, cuyo nombre es patético, es mucho más amplia de lo que me había imaginado; casi tan grande y parecida como...

Me doy media vuelta para encararme a Paxton, quien me apunta directamente con una metralleta; la cual, dispara contra mí sin pestañear siquiera. Menudo estúpido fui, en el jet, acabé confiando y creyendo en las palabras esperanzadoras de aquel hombre, que se aproximaba peligrosamente a la edad de mi padre, por no decir, que podrían tener la misma.

Sé que me están transportando en una camilla, a penas siento las partes existentes de mi cuerpo, pero sí las yemas de mis dedos; y notaba la tela fibrosa y áspera de las sábanas que usan en la central de la C.R.E.

-Ha sido muy fácil -es la voz de Paxton-, son demasiado confiados. Tenemos a tu hijo y al Espectro que controla el agua, aquel que se cargó a un gran número de los tuyos. Sí, no te preocupes, los mantendré bien encerrados hasta que tus agentes vengan a por ellos. Que sepas, que me debes una de las grandes. La chica estaba allí, pero no me arriesgué,

Habla con Arthur, estoy seguro. El muy cabrón de Paxton nos la había jugado con una táctica maestra, digna de adulación.

Escucho una puerta cerrarse y, después, todo silencio; un oscuro y horroroso silencio que me abruma y me pone histérico, ni siquiera puedo moverme, estoy atrapado y enjaulado en mi propio cuerpo.

-Christian... -reconozco la voz de Axx, adormilada a causa de la droga que seguro le han suministrado-, que mierda. Todo... to...do - respira entrecortadamente-, está saliéndonos mu...muy mal.

No puedo hablar, ni siquiera puedo ver; me siento tan estúpido, tanto como cuando confiaba en Arthur. Ésto es un horror, yo soy un horror, un tonto idiota que confía en las personas equivocadas y no en las que realmente debe confiar.

-Lo siento -dice Axx-, le di la... i...idea de romperte la columna.

-Axx -quiero decir-, no importa. Te mataré, pero no importa.

**Arthur.

Dejo mi teléfono móvil sobre mi escritorio. Miro al muchacho, airado, que tengo frente a mí.

-¿Quién lo diría? -digo-, no sabes cuanto me alegro de que no sea Christian. Tampoco me alegro de que seas tú, Lucas, pero antes de que sea él... siempre perfecto en todo.

El chico esboza una leve sonrisa, pero no musita ni una sola palabra; él me mira, con sus ojos grandes y verdes, llenos de expresión, clavados en los míos. Me perturba, porque veo mucha expresión en él, pero no sé qué es exactamente lo que piensa. El experimento no pudo fallar con él; con Chris podría arreglármelas, pero, a parte de Leah, Lucas Lombardo es la persona que más me odia del mundo, o puede que mucho más que Leah.

-¿No dices nada?

-No tengo nada que decir.

Hay una especie de batalla entre sus ojos y los míos. Me desconcierta no saber lo que piensa, ojalá fuese mega-humano y tuviese el don de leer la mente. Se pone en pie; el uniforme de la C.R.E, le queda como un guante y, siento envidia malsana de su físico. No es que su físico fuese comparable con el de Christian, pero el de Lucas es natural, su buen físico es a causa de la espléndida genética que comprende su árbol genealógico.