Exilium © [SPECTRUM 2].

CAPÍTULO 23 ||Arthur y Christian||

 ¨Echo de menos un villano. La mayoría de nosotros, nos demos cuenta o no, nos definimos por oposición a algo o alguien más que a favor de algo o alguien. Es más fácil reaccionar que accionar, por así decirlo. Nada aviva la fe y el celo del dogma como un buen antagonista. Cuanto más inverosímil, mejor¨.

-El juego del ángel, Carlos Ruiz Zafón.

**Arthur.

Estar ante el mejor me llena de orgullo, aunque sepa que el mejor es Christian, Jay Masters ha dado la talla, no sabré nunca si Christian lo supera en grandes medidas pero Jay es un claro ejemplo del poder más absoluto; solo con un pequeño fallo, no tiene el maravilloso don de Christian: la regeneración de tejidos, es decir, la inmortalidad.

Según los estudios de la Doctora Jenkins, Christian es único e inmejorable, el haberlo perdido supone una humillación pero no una derrota.

-Señor -dice el joven-, tal vez desea saber el paradero de su hermano.

-¿Ya lo han encontrado?-pregunto.

-Puedo encontrar personas con solo pensar en ellas. Pienso en una persona en concreto y una imagen del lugar donde se encuentra se instala en mi mente. Su hermano está aquí, en Nueva York, con Leah Davis.

-¿Cómo has dicho?

-Leah Davis está en la tierra.

-¿Alguno más?- pregunto con el corazón desbocado-, Lucas Lombardo, Kane Carter, Eloise Carter...

-Lombardo y Kane Carter, Eloise no.

-¿Dónde están?

-Davis, Lombardo y Christian están en un bar -cierra los ojos con fuerza-, el bar... Ocean's. Con humanos que parecen... estar de su lado, señor.

Sonrío maquiavelico, contento... los tengo en mis manos. A mi hijo, al que pondré al frente del ejército de los mega-humanos hasta que yo me someta al suero y lo releve, y los humanos Lombardo y Davis... Leah Davis. Rodearé su delicado cuello con mis manos y apretaré, disfruteré como un niño viendo como la vitalidad de esa niña se le escapa de las manos.

-Encárgate -le digo, con una mano posada en su fuerte hombro derecho-, quiero a Lucas y a Leah con vida y, todos los que estén en ese bar muertos.

-Pero son humanos. El castigo por ayudar a...

-Son traidores, y con todo esto de la resistencia no estoy para que más niñatos; humanos o no, me hagan perder el tiempo. Los humanos de ese bar muertos, Leah y Lucas vivos encerrados en jaulas de cristal independientes y a Christian en mi despacho. Solo te pido tres cosas sencillas, ahora encárgate de llevarlas a cabo.

El chico asiente con el rostro contraído por la idea de tener que matar a un grupo de borrachos. Sé que busca mi admiración y lo hará. Todo está saliendo como yo quiero, como debe ser, todo tiene un guión y yo soy el que lo escribe.

Me hubiese gustado saber que Kane Carter está en ese bar, como deseo acabar con ese maldito que siempre buscaba la oportunidad de humillarme y dejarme por debajo de él, robándome todo lo que me pertenecía; A Elle antes de marcharse con aquel bicho inmundo, la capitanía del equipo de fútbol del instituto, la popularidad, los halagos en el ejército... lo odio casi tanto como odiaba a Alistair Davis, ese Espectro que se apropió de lo que ya estaba en mis manos. Por su culpa tuve que conformarme con una estúpida loca. Pero a partir de ahora todo va a estar en el lugar que debe estar; Kane muerto, Elle en mis manos y yo el dueño de dos mundos. Y si para tener a Elle debo dejar a Leah con vida, estaré dispuesto a tal sacrificio, total, estará tan acabada que será ella misma la que me suplique que acabe con su vida. Doblegaré esa voluntad tan fuerte como el acero, matándola en vida.