No leer si no has leído Spectrum.
Tras el Exilio, ya nada es lo mismo. Ahora el objetivo de Arthur M. Green es la creación de una nueva especie, una especie que acabaría con la otra.
Cada vez hay más humanos que apoyan a los desafortunados y que es...
¨La diferencia entre un valiente y un cobarde, es que un cobarde se lo piensa dos veces antes de saltar a la jaula con un león. El valiente simplemente no sabe lo que es un león. Sólo cree que lo sabe¨.
-Charles Bukowski.
**Aer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bajo la profunda oscuridad de las calles desiertas y fría lluvia pienso en todo lo que se pudo haber evitado si Leah y yo no nos hubiésemos enamorado; pudieron haberse evitado tantas cosas... pero si ahora, en este preciso momento, me preguntaran si me arrepiento de haberme enamorado de ella diría que no. Ella es lo más grande que tengo y seguiré teniendo, a pesar de lo malo que ha crecido dentro de ella, a pesar de todo y de todos. Las cosas que haría por Leah podrían convertirme en el ser más despreciable del universo.
Me gustaría saber si ella se arrepiente. Después de lo que Axx me dijo tengo dudas respecto a los sentimientos de la chica que tanto quiero, dudas que me están matando y que me atenazan la boca del estómago sin descanso.
Un vehículo de color rosa y antiguo se detiene a mi lado. La señora que lo conduce baja la ventanilla y me mira con preocupación.
-Jovencito -dice con voz temblorosa por la avanzada edad-, ¿Cómo andas solo de noche y con este tiempo? Sube al coche, te llevo a donde quieras.
Titubeo durante largos segundos, debatiéndome entre subir o no subir al coche de aquella mujer que parece tan inofensiva. Mi ojo podría delatarme en cualquier momento y, conociendo la naturaleza de los humanos, podría darle un infarto del susto.
-Yo... -el aire gélido me cala sin compasión las ropas empapadas-, ¿Puede llevarme a la ciudad?
-Por supuesto. Sube.
Subo al asiento del copiloto y me pongo el atascado cinturón.
-¡Hijo de mi santa madre! Estás demacrado... ¿Estás enfermo?
-No, solo cansado.
Cuando hablo me doy cuenta de que estoy tiritando y que los dientes me castañean.
La anciana reanuda la marcha, enciende la radio y la deja a un volumen bastante bajo. En la radio se escucha la voz del presidente dando un comunicado.
-Este hombre... no me gusta, es guapo como el demonio pero es más malo que él. No me extraña que se hayan llevado a su hermano...
-Christian Mason.
-Sí, así se llama. Recuerdo como ese joven se llevó a mi pobre Andrew a rastras... -suspira-, pero no es tan malo como su hermano, no señor. En sus ojos hay mucha bondad, hay algo especial.
-Estoy harto de que todo el mundo me diga lo especial que es. ¿Sabe lo que es realmente?, es un hijo de puta que se dedica a matar inocentes y maltratar a las chicas y a los niños. Es como su hermano... y ojalá no aparezca nunca.