Capítulo 10: Secuestrada.

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La luz iluminaba tan fuerte que me costaba abrir los ojos. Mi cuerpo estaba inmóvil, no pude moverme. Miré lo que me mantenía tan sujeta, estaba sentada en una silla en mitad una habitación oscura. Analice cada rincón, había herramientas de todo tipo, de motos, de coches, martillos colgados y una mesa cubierta de hojas. Mis muñecas y mis pies estaban atadas con cuerdas a aquella silla y no había nadie.

-Hola, hay alguien?- grité.

La puerta se empezó a abrir bruscamente dejándo pasa a un gran hombre músculoso que llevaba un abrigo hasta las rodillas y unas enormes botas color marrón.

-Vaya, cencienta ha despertado- su voz ronca resono por el garaje.

-Es Aurora no cenicienta- la voz de otro chico habló. Era un chico más bajo que el grandullón y tenía el pelo negro con unos gran ojos marrones.

-Y que diferencia hay?- pregunta el grandullón cogiendo un martillo que estaba colgado.

El chico de ojos marrones llevaba unos sacos llenos. Entro y lo tiro por el suelo haciendome saltar del susto.

-Pues que cenicienta no duerme y Aurora si- dijo razonable.

Donde diablos estoy?

-Amm no os quiero interrumpir pero me podéis soltar?- dije llamando la atención de los dos chicos.

El chico tenia un aspecto joven, tal vez unos 18 años de edad pero el gigante no sabría decir exactamente.

Los dos me miraron unos segundos y luego rieron.

-Que inocente es- dijo el grandullón clavando un clavo en la pared con el martillo.

Miré al chico que parecía más simpático.

-Tu muñeca, estarás aqui calladita- dijo agachandose hacia mi clavando sus ojos en los mios.

Lo retiro, no tiene nada de simpático.

Aparte la mirada hechando la cabeza atrás.

-Te huele mal el aliento- digo suspirando con asco.

Él se apartó llevando una mano a la boca para comprobar su aliento.

-Porque me tenéis aqui encerrada? No tengo dinero. Os juro que no soy rica- los dos me miraron divertidos.

-Tenemos dinero de sobra- bufo.

-Entonces?- alcé una ceja.

-Tu novio nos debe unos cuantos favores- dijo grandullón mientras dejaba de clavar el clavo y poniéndose a lado de su amigo.

-Novio? Que yo sepa nunca he tenido y ahora menos- dije y mi vos sonaba dudosa.

Vaya creo que he dado información más de la cuenta.

Estúpida.

Que no se den cuenta, que no se den cuenta porfavooor.

-Que nunca has tenido novio? Pero tu cuántos años tienes?- Santa Mierda. El grandullón se habia dado cuenta de mi comentario y miro al chico de a lado confuso.

-Bueno tu tampoco has tenido asi que empate- río divertido y hombre grande gruñi y la sonrisa se le desapareció.

-Tu novio el de la moto- siguió diciendo.

Ahhh aquel maldito que me dejo tirada. Aggg.

-Aquel estúpido no es mi novio, por favor creen que saldría con alguien tan.... él?- pregunte con una mueca de horror.

Por dios reacciona. Estas hablando tan tranquila con unos psicópatas que te raptaron Lily!!!

Me abofete a mi misma volviendo a la realidad. Que hago yo conversando con este par de enfermos? Aunque un poco chistosos.

-Esta chica me cae bien- su voz ronca y fuerte estampaba mis oídos. Sin contar el mal aliento. Que diablos comen? No que existe algo llamado "cepillo de dientes"?

Oimos como la puerta se abria despacio dejando un alto joven de cabellos rubios bien apuesto con un cigarrillo en la mano un enorme anillo en el dedo indice. Se acerco lentamente hacia mi mientras yo intentaba soltar las cuerdas de mi muñeca. Mal intento, no funcionó. Tiró el cigarrillo hechando la última calada y agacho la cabeza donde se encontraba la mia y solto todo el humo en mi cara. Tose fuerte, desde pequeña tenia una pequeña alergia a los cigarros. Los chicos estaban callados observando la escena con tremendo silencio y respecto como si lo tuvieran miedo. El idiota que soplo en mi cara giro sobre sus talones riéndose solo como un idiota que es. A pesar de su aspecto bajo aquel jersey negro y con esa cara de niño bueno con dulces ojos azules yo sabía que se escondía un gran manipulador, egocéntrico hombre.

-Enhorabuena muchachos, quiero ver su cara cuando me vea. Además la chica esta tremendamente rica.- dice clavando su mirada en mi con una sonrisa maliciosa.

Volvió a encender otro cigarillo y soplo humo en aire.

-Verdad Jefe- suelta el grandullón.

Que asco.

-Pero Jefe, dice la chica que no es su novio- dijo el muchacho de cabellos claros.

El jefe suyo dio media vuelta mirandome serio.

-Ahh no, muñeca?- pregunta sereno.

Que les ha dado hoy por llamarme muñeca?

Negué con la cabeza.

-Ni si quiera se de quien hablais- digo.

Me temblaban los pies, todo yo temblaba. Aquel hombre me producía escalofríos, su voz seductora pero era como un veneno para mis oidos. Sin pestañear, el chico me abofeteo la mejilla con fuerza y brusquedad enorme que dejo sangrar mi boca. Una lagrima se me escapo.

-No me mientas, muñeca- dijo señalandome con el dedo.

Hablaba como un psicópata enfermo. Tomo otra calada.

Mis cabellos estaban húmedos por aquel calor de la luz. Toda yo sudaba. Intente apartarlos pelos de mi cara y el chico que me abofeteo lo hizo por mi.

-No quiero hacerte daño- siguió- solo quiero saber donde esta el maldito Jace Woodley.

Con que todo esto es por culpa.

Nunca pensé que me meteria en problemas como esto por su culpa. Sabía que era peligroso pero no a este punto de meterme en sus problemas. Yo no era nada de él y después de esto me quedo claro que no lo seré.

Seguro que esta todavía en su jodida maldita carrera sin darse cuenta de que ya no sigo ahí. Y no hará ni el mínimo esfuerzo de buscarme. Estaba acabada. Y todo por su jodida culpa.

Maldito desgraciado! Maldigo el día en el que le conocí.

-Te prometo que no tengo ni idea de donde esta, a penas le conozco- mi voz sono quebra.

Y antes de terminar otro bofetón marco mi rostro dejándome total inmóvil.

-Mientes, otra vez. Lo conoces - se aleja- va a tu clase y estabas con él en ese maldito callejón- me mira con ira en sus ojos.

Mis ojos ya estaban repletos de lágrimas. Aly y Jaxon me estarán esperando en casa para jugar otro juego o ver una película. Sino hubiera seguido mi jodido instinto y hubiera hecho caso a mi conciencia esto, no me estaría pasando.

-Pero no llores. No quiero hacerte daño- sujeto mi rostro con sus dos manos. Alce mi mirada llena de ira y tristeza y le escupi en la cara. Se puso de pie y intento limpiar el ezcupido.

-Vete al infierno- musité apretando la mandíbula.

-Ya estoy en él, muñeca- dice esbozando una sonrisa de boca cerrada.

***

Como os va?? Os esta gustando?? :) Espero que sii!!

Cualquier idea o opinión es importante para mi, Comenteen♡

Oscuros Secretos [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora