-Aun no sé nada. He estado en comisaria y han decidido cerrar el caso. - dice Jace mientras coloca sus pies sobre su mesa de madera.-Han decidido o les has ayudado a decidirse tú? - Alce las cejas y negó con la cabeza escondiendo una sonrisa. Sabia a que me esta refiriéndome.
-No hizo falta. - vuelve a tomarse un sorbo de su taza.
Contemplo la chimenea apagada con troncos quemados, probablemente del invierno anterior unos segundos y luego me levanto a la cocina para tomar algo.
-Y que te parece lo de esta mañana en el gimnasio? - cojo la jarra con el jugo rojo de siempre y me lo hecho en un vaso de cristal. -Ha sido de lo más extraño, no puedo evitar darle vueltas. - Fijo los ojos en el suelo cuando estoy apunto de llevar el baso a mi boca. De repente, el vaso es arrancado de mis manos.
Jace me contemplaba con horror, una cara que nunca le había visto antes. Di un brinco en mi sitio que casi me caía del susto. Lleve mi mano a mi pecho para calmar la aceleración que empezaba a formar.
-Que te pasa? Casi me matas de un paro cardíaco!- Alce las cejas frunciendolas.
No me hizo caso y me respondió con otra pregunta.
-Has tomado más veces de esto?- sus cejas estaban juntas que parecían una sola linea.
Me aleje y baje el escalón encaminando al salón, sus ojos me intimidaban.
-Que pasa? Es tu zumo de dieta? Acaso nadie lo puede tocar porque lo hayas hecho tú?- me meto en su juego de respuestas con preguntas y me cruzo de brazos una vez ya frente a la chimenea.
-No es eso, necesito saber si has vivido de esto. -En su voz noto cansancio y bajo los brazos decidida a darle una respuesta coherente.
-Solo unas tres veces. Esta buenísimo deberías darme la receta. -Me tiro sobre el sofá sin dejar de mirarle mostrando una pequeña sonrisa.
Jace se queda quieto de pie con la cara blanca como un papel, el vaso que me había quitado se resbala y cae sobre el suelo convirtiéndose en añicos manchando todo el suelo.
-Jace! - Automáticamente me Levantó, contemplándole con sorpresa mezclado con terror. -Que sucede??
Sus ojos contemplan los míos y por primera vez no veo en ellos ese brillo.
-Es sangre de animal. -Logra decir. Me quedo unos segundos analizando esa frase. Trago saliva, negando lo que mi mente me quiere decir. -De esto nos alimentamos yo y Jordán, de sangre de animal. Y tu...- se quedo callado un segundo negando con la cabeza. -La has BEBIDO!- Su grito me hace estremecer y meto la cabeza entre mis hombros como una tortuga mientras él agarra la barra para no caerse.
Me tiro sobre el sofá de nuevo sin creer que yo misma me di el gusto de tomarlo varias veces. Me volteo hacia Jace buscando su mirada.
Mojo los labios que ya estaban secos y pronuncio las palabras.
-Y eso que significa?
Sube la cabeza y me contempla callado. Agarra la jarra de sangre y se sirve un vaso. Lo lleva a la boca y se lo trago por completo de un sorbo. Salta los pedazos de cristales y baja al salón.
Se limpia la boca con el dorso de la mano y se lleva las manos a las caderas.
-Aparte de que eres una carnívora, bebiendo sangre de animal, eso explica el porque han aumentado tus sentidos y tu fuerza. -Se vuelve a callar y mira a un punto fijo pensativo. Alzo las cejas. -Ahora entiendo todo. -se rasca la barbilla. -Tu comportamiento del otro día en mi casa, la sangre que te había dado para curarte se ha mezclado. -me vuelve a mirar y la imagen de una yo atrevida y ardiente se proyecta en mi mente y enseguida niego con la cabeza para borrarla. Un escalofrío recorre mi columna vertebral. Estaba atada a Jace en cuerpo y alma por más que resistía negarlo o rechazar la idea.
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Oscuros Secretos [PAUSADA]
De TodoY las olas del mar cantan recuerdos que aquel ayer soñé siempre caminando junto a ti.... **** Te atreves a seguir una historia lo más extraña que has podido leer?