Oscuros Secretos [PAUSADA]

Capítulo 12: Hundida.

Jace me mira y su rostro se vuelve normal y tranquilo. Todo la furia y el desprecio desaparece. Se mano viene hacia mi, la ignoro y le miro con terror en los ojos.

-No!- grito- No te acerques a mi- me quedo de pie observando su cara de asombro que tiene.

-Te lo puedo explicar...

-No! No quiero que me expliques nada. No quiero escuchar nada de tu maldita boca- mi voz suena quiebra. Estaba a punto de llorar, era demasiado irreal para ser verdad. No quería que viera lo débil y venerable que era. No quería confirmarle la descripción que había hecho sobre mi en clase. No quería escuchar nada de su boca.

Se acerca un paso más a mi y yo me hecho otro paso atrás quedándome pegada a la pared separando la distancia con mi brazo evitando que se acerque más.

-Yo no quería que te pasara nada- su voz suena herida.

-Ni yo quería conocerte y te conocí- A la mierda. Mis lágrimas caen como lluvia de Abril.

Él me mira con tristeza en los ojos y suspira profundo.

A quien demonios miento? Él no puede sentir tristeza! Y menos por mi. Él me odia tanto como lo estoy haciendo yo ahora.

Me llevo las manos a mi rostro tapando los ojos para que no viera mis lágrimas y porque no soportaba su mirada sobre mi. Empece a caer lentamente por la pared pegada metiendo mis cabeza entre mis rodillas y cada vez llorando más, deseando volver a casa.

-Por favor, no hagas eso- se agacha para quedar a mi altura y me toca el pelo suavemente.

-Hacer el que?- pregunto confusa y dolida.

-Llorar- subo mi rostro y le observo. Mis plumones subían y bajaban debido a mi respiración agitada. Suspiro con el deseo de calmarme.

-No finjas que te duela- digo incrédula.

-No puedo fingir. Tal vez no pueda sentir pero de alguna forma me afecta lo que te pasa.- me coge de los hombros y me levanta suavemente.

Sentir? Que no puede sentir? Que clase de gente no tiene sentimientos?

Me toca las mejillas limpiándome las lagrimas. Su tacto me hizo temblar y me estremezco.

-Y ahora vamos a acabar esta conversación en otro sitio- asentí estupefacta y cogió mi muñeca guiándome por la salida.

Escuchamos unas voces y de repente las reconocí. Los hombres probablemente esclavos de Jessy estaban sentados en un banco bebiendo botellas de cerveza mientras conversaban. Caminamos lentamente sin hacer ruido para no llamar la atención y empezamos a correr una vez que los desviamos. Estábamos en una casa enorme rodeada por inmenso bosque oscuro iluminado por la luna. Llegamos donde había una carretera y subimos al coche que tenía aparcado. Arranco y poco a poco empece a desviar aquel infierno de lugar. Probablemente eran las 6 de la madruga, en el horizonte empezó a salir el sol haciendo que la luna cada vez perdiera su color. 

Apoye mi cabeza suspirando con alivio. Estaba agotada, mi finde se volvía bastante aterrador y muy irreal. Sin darme cuenta, me quede dormida.

-Lily, Lily- escuche susuros mientras intentaba abrir mis sensibles ojos.

No estábamos en el coche, nos encontrábamos en un salón dentro de una casa que desconocía. Estaba acostada en el sofá y Jace sentado a mi lado.

-Donde estoy?- me coloque en mi sitio.

-En mi casa- dice con calma.

Me lleve una mano a los ojos para rascarme y luego a mi frente donde tenia la herida ya curada y con una tirita puesta.