Parte 2/2
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Después de 30 minutos de terminar nuestros helados y andar por el parque, decidimos sentarnos en unos de esos bancos incómodos del parque.
─ Vez que lindo es.
─ ¿Damián?
─ No, bueno si, él también pero...
─ Emily, ¿Te enojas si te soy sincera?
─ Nop. ¿Somos amigas en las buenas y en las mala no? -Rió-
─ ¿Porqué eres así entonces? ¿Sabes cuanto te ama Damián? ¿Porqué miras a otros chicos entonces? Si Damián te estuviera engañando o algo, si tuvieras razones para ignorarlo a él. Pero no tienes, tienes 6 meses con él. Respétalo y te quiero y lo sabes, pero no me gusta cuando eres así. -Me miró cabiz baja- ¿Sabes lo que yo daría por tener un novio y poder respetarlo? ¿Tener que ignorar a los demás chicos por él? Y eso es lo que hace Damián, ignora a las demás por ti. ¿Y tú lo valoras? No. -Dije seria y pude ver tristeza en sus ojos- Perdona mi sinceridad.
─ No, está bien. Tienes razón, es que... -Bajo la mirada- Me da mucho miedo. No quiero que nadie me haga daño, y antes de que me lo hagan prefiero hacerlo yo. -Una lágrima empezaba a caer de su mejilla pero la detuve-
─ Eso no es justificación, claro está bien tener miedo. Pero, igual Em. Aprovecha lo que tienes, no vaya a ser que otra si lo sepa aprovechar. -Dije y vi enojo en su mirada-
─ ¡¿QUÉ?! ¡Sobre mi cadáver! Voy a llamar a Damián, espérame aquí. -Rió y se fue con su teléfono en mano a caminar mientras llamaba-
Un minuto después el mismo chico de los helados venía caminando hacía aquí.
─ Hola. -Dijo apenado- ¿Le podrías dar esto a tu amiga? -Típico, siento que he vivido esto miles de veces-
─ Ella tiene novio.
─ ¿Qué? -Dijo confuso-
─ Dije que ella tiene novio.
─ ¿Estás segura que no lo dices porque estas celosa de que ella es bonita y tú no?
Auch.
─ Creo que la Señorita ya te explico que su amiga tiene novio. Vuelve a tu trabajo, porque déjame decirte... estás pasando pena. -Dijo una voz detrás de mi, y giré para mirar al desconocido-
Y vaya desconocido.
Un chico más o menos alto, pelo negro, ojos negros, moreno, y músculos muy bien definidos, su camisa era blanca apegada a su cuerpo. Lo que dejaba una muy buena vista de sus brazos bien ejercitados.
─ ¿Y tú eres? -Dijo el chico de los helados que ya ni me acordaba que estaba ahí-
─ Un extraterrestre imbécil, ya vete. -El chico de los helados se asusto y huyó junto con su número telefónico-
¡Ja!
El chico me miró y sonrió, yo imité su acción pero me giré rápidamente. Al mismo tiempo sentí como se sentaba a mi lado.
─ Hola. -Dijo extendiendo su mano-
─ Hola. -Dije y imité su acción-
─ Yo soy... -Empezó a decir pero yo lo interrumpí-
─ Un extraterrestre, ya entendí. -Dije y el rió. Dios mío, que risa tan hermosa-
─ También... -Sonrió- Mi nombre es Manuel, mucho gusto.
─ Mucho gusto, yo soy Joselyn. -Sonreí-
─ ¿De don...?
─ Jos, ya está. -Sonrió Emily en mi dirección y rápidamente fijo su vista en el chico a mi lado-
Contaré los segundos a lo que Manuel suelte mi mano y vea a Emily y se le presente coquetamente.
─ Huy, disculpen. -Sonrió apenada Emily-
Increíblemente, el chico ni siquiera soltó mi mano. Simplemente vio a Emily llegar y de igual manera volvió su vista hacia mi.
Impresionante, impresionante...
─ Bueno, no interrumpo más tu tiempo. -Sonrió Manuel- Te veo luego Joselyn. -Depositó un beso en mi mejilla y se fue-
¡Jesucristo! ¡QUE MUCHACHO!
─ Guao. Me voy unos minutos y ya tienes Galán. -Dijo Emily riendo-
─ Ni siquiera se quien es. Sólo me dijo que se llama Manuel, y luego lo interrumpiste. -Reí- Eso fue muy maleducado Em.
─ Bueno, ya no importa. Pero dijo "Te veo luego Joselyn" -Dijo intentando imitar su voz varonil- Eso es lo importante. -Rió-
─ Calla, ese Manuel es uno de los amores fugaces de la calle. Lo vez, te gustó y más nunca lo vuelves a ver. -Reí- Vamos a casa.
Estuvimos caminando hasta llegar a casa. Durante todo el camino le conté a Em todo lo que paso mientras ella se fue a llamar a Damián. Emily se fue a su casa una vez que llegamos a la mía.
Al entrar a casa me encontré a mis padres en el pasillo, pero estaba muy cansada ya. Mañana toca Universidad, espero que sea un día diferente.
Sentía mis piernas ya a punto de dormirse, ya no podía más. Así que me tomé una ducha rápida y fui a mi cama para así caer en un profundo sueño.
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Existente pero Ausente.
Teen Fiction¿Qué pasa si te sientes presente y a la vez ausente? ¿Qué pasa si amas y no eres amado? Qué admiras, pero no tocas. ¿Qué pasa cuando te lastiman no físicamente, pero si verbalmente? Y lo peor, ¿Qué pasa cuando te sientes insuficiente? ...