Parte 3/3
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Luego de que terminara por fin todo, me fui al pasillo tres en busca de Mateo. Lo encontré ahí sentado con su libro entre sus manos, y antes de que me viera le tomé una foto.
¿Qué?
¡DE VERDAD SE VE LINDO!
─ ¿Me estás tomando una foto a escondidas? -Preguntó riendo-
─ Sip. Es que te ves chistoso. -Esa no es la palabra correcta-
─ Ahora me la mandas. -Rió- junto con esta...
─ ¿Cual esta? ¿Seguro de que no tienes problemas? -Pregunté y el rió-
Tomó mi teléfono y me sentó rápidamente en sus piernas.
Me sentía extraña, yo peso, soy alta y sé que mi peso esta mayormente ahí, pero no me gusta sentarme encima de las piernas de nadie. Me siento incómoda, siento que voy a lastimarles las piernas.
─ Mateo yo peso.
─ Yo también. -Dijo serio- Ahora, cállate y sonríe. -Colocó mi teléfono en frente de nosotros y tomó muchas fotos-
Haciendo toda clase de muecas..
Y luego dicen que nosotras las mujeres somos las foto génicas.
Pero el desgraciado sale muy bien en las fotos, lo hace mas hermoso...
Vaya.
Increíblemente estábamos demasiado cerca. Gire mi rostro para ver a Mateo, y inmediatamente nuestras narices rozaron. Fije mi vista en sus labios, lo que provocó que mordiera mi labio inferior.
Volví mi vista a sus ojos, que para mi sorpresa estaban fijos en mis labios. Sentí como poco a poco ambos nos acercábamos más y más...
Mi corazón latía fuertemente. Ya no aguantaba más, así que me acerqué rápidamente y estampé mis labios sobre los suyos. Nuestros labios se movían en una sincronía, era mucho mejor que pasar mi tarde leyendo, mucho mejor que escuchar música, mucho mejor que cantar... Me sentía feliz.
Coloqué mis brazos alrededor de su cuello, mientras el devoraba mi boca con ansias, como si hace mucho tiempo lo esperara. Yo tomaba su cabello tan suave y lo jalaba al momento en que sus besos bajaron a mi cuello.
Dios mío...
Que sensación, pero aún quería besarlo más. Rápidamente bajé mi cabeza y unimos nuestros labios de nuevo. Nuestras lenguas estaban en una guerra en donde ambas eran ganadoras.
Intentábamos pegarnos más, cosa imposible. Pero de igual manera Mateo me apegaba más y más, no quería que este beso se terminara.
Nos separamos sólo por la falta de aire, porque sino, hubiéramos seguido. Mordió mi labio inferior justo antes de terminar, al momento que sentíamos como alguien se aclaraba la garganta.
─ Lamento interrumpir. -Dijo Damián riendo- Pero tengo que cerrar la biblioteca. Y ustedes llegaran tarde a la cena, son las 7:20 pm.
Me levanté rápidamente, no tanto por pena a Damián, si no por pena a la mamá de Mateo.
─ Cierto. -Dijo Mateo riendo- Gracias por interrumpir ahora y no antes. -Dijo y yo me puse roja- Vamos. -Tomó mi mano y corrimos a su moto-
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Existente pero Ausente.
Teen Fiction¿Qué pasa si te sientes presente y a la vez ausente? ¿Qué pasa si amas y no eres amado? Qué admiras, pero no tocas. ¿Qué pasa cuando te lastiman no físicamente, pero si verbalmente? Y lo peor, ¿Qué pasa cuando te sientes insuficiente? ...