"Semana vacía, y un "Se acabó" lleno de lágrimas."

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Capítulo 22

"Semana vacía, y un "Se acabó" lleno de lágrimas."

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Ha pasado una semana. Una tonta y vacía semana. Les miento si les digo que he hablado con Mateo. Les miento si les digo que las rosas siguen intactas. Las rosas son las primeras en marchitarse. 

Hasta los chicos están preocupados. Desde que las clases terminaron ninguno de ellos da señales de vida. Ni Gabriel, Ni Andrés... ni Mateo.

El timbre suena y corro hacia la puerta. Mi sorpresa es que al abrirla se encuentran Gabriel, Andrés y Damián.

De Damián no me sorprende mucho. Puesto que está semana ha estado viviendo todos los días. Si antes éramos mejores amigos, ahora somos hermanos.

En las calle una vez sus amigos le preguntaron si yo era su novia. Pero él aclaró el hecho de que soy como su hermana. Y Gracias a Dios...

 ¿Chicos? ¿Qué hacen aquí? -Me dirigí hacia Gabriel y Andrés-

─ Venimos a saludar. Y a hablar contigo. -Sonrió Gabriel- Y antes de que preguntes... está en el entrenamiento.

─ ¿Y porqué no lo están ustedes? -Con un movimiento de manos los invité a pasar y a su vez a que se sentarán-

─ Pues... ¿Le digo yo o le dices tú? -Dice riendo Andrés-

─ Yo le digo. -Rió- Tú eres extraño para contar cosas. -Me miró de nuevo pero esta vez más serio- Jos... nos retiramos del equipo.

Sorpresa, sorpresa...

─ ¿Qué? -Dijimos Damián y yo a la vez-

Gabriel rió. ─ Si. Es que de verdad... era demasiado fuerte. Demasiada presión. Y esos entrenamientos no parecen para fútbol, casi que nos entrenan para la milicia o que se yo.

 Y nosotros nos hemos salido a tiempo. -Me miró triste Andrés mientras hablaba- Pero Mateo no. Prácticamente se convirtió en el mejor del equipo. Y el entrenador dejó toda responsabilidad sobre él. Y no quiere fallarle al equipo. Ni él mismo supongo.

Esto era algo que no esperaba. Creí que me dirían que simplemente les dieron un día libre por tan gran esfuerzo. Pero jamás esto. 

 ¿Jos? 

─ ¿Si? -Suspiré- Así que... Mateo es prácticamente un esclavo allí.

Gabriel asintió. ─ Si algo así.

─ El entrenador tiene una especie de rivalidad con el entrenador de la Universidad contraria. Y he ahí el porqué de todo. Nosotros en cuanto nos enteramos, renunciamos. O sea... ayer. -Rió-

─ ¿Le dijeron a Mateo?

─ Obvio. Pero él no se quiso salir.

─ Vaya. -Murmuré- Supongo que un juego es más importante que él mismo. Que su propia salud.

─ Pensé que dirías más importante que tú. -Dijo Gabriel riendo-

Ni en el momento más serio, estos chicos dejan de hacer reír.

Reí. ─ No... yo. -Suspiré- Sólo quería que él hiciera lo que él quería hacer.

─ Tus ojeras Jos... -Inició Gabriel serio- Y eso que somos nosotros los que teníamos que madrugar. -Rió- Tú sigues siendo su mundo. Todo lo que hablaba era de ti, de como lo habías cambiado, de como eres de importante para él. De que eres simplemente diferente.

Existente pero Ausente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora