Parte 2/2
• ☆ • ☆ • ☆ • ☆ • ☆ • ☆ •
─ No, yo me subo sola. -Reí y camine hacia la moto-
Y vaya que moto...
Tomé asiento atrás, y medite si rodear mis brazos al rededor de su cintura o si arriesgarme a caer en la moto.
─ Agárrate Jos, no sería lindo ver como caes. -Dijo Mateo riendo-
Al ver que yo no reaccionaba medio giró y tomo mis manos, colocándolas alrededor de su cintura. Una extraña sensación se hizo presente al sentir su agarre, y estoy segura de que él también lo sintió porque frunció el ceño y fue quitando sus manos poco a poco.
─ ¿A donde vas? -Pregunto con una voz ronca-
─ A la Biblioteca. -Lo oí reír- ¿Qué?
─ ¿Sales de clases y vas a una biblioteca? -Volvió a reír-
─ Voy a ver a un amigo. -Sentí por un momento como se tenso, pero seguro fueron cosas mías- Al novio de Emily. -Continué y creo que sentí como se relajó-
─ Vale. -Dicho esto último empezó a andar la moto-
Luego de 5 minutos al fin habíamos llegado, pero sinceramente no me quería bajar de esta moto. Y tampoco quería soltarlo a él...
─ ¿Jos?
─ ¿Si?
─ Me estás asfixiando. -Ambos reímos-
─ Lo siento. -lo miré apenada y con todas mis pocas ganas, lo solté- Muchas gracias.
─ De nada. -Dijo mientras yo me bajaba-
Me voy a odiar por esto pero...
─ ¿Cómo te fue en tu cita? -Pregunte sonriendo, pero no fue una sonrisa real-
─ Nada mal. -Sonrió- No se que nos echamos tu y yo, pero no quedó marca. -Rió- Hasta mañana Jos.
─ Hasta mañana Mateo. -Sonrió y arrancó su moto-
Dejándome ahí con un vacío enorme.
Mal Joselyn, te veo mal.
Giré y me encamine a la biblioteca. Al entrar todo estaba más o menos lleno. Busqué con la mirada a Damián, y lo logre encontrar con un chico en la recepción.
Damián es más o menos alto, blanco, con ojos cafés oscuros parecidos a los míos, y con un cuerpo muy bien ejercitado. Él sintió mi mirada ya que rápidamente buscaba a quien lo estuviera mirando, hasta que me miró y sonrió, enseguida empezó a caminar hacia mi.
─ Hola vieja. -Me abrazó-
─ ¿Que hay de nuevo viejo? -Reí-
─ Pensé que ya no vendrías.
─ Son las 4:16 pm a penas.
─ Si, y te cité a las 4:00 pm. Llegas 16 minutos tarde. -Rió-
─ Me vine caminando. -Mentí. Aunque en parte era verdad-
─ Te perdono. -Rió-
─¿Para que me citaste? ¡Por cierto! ¡Gracias por el libro! -Lo abrace-
─ ¡Sabia que te gustaría! Ahora... te tengo un trato.
─ Dispara.
─ Quiero que me ayudes aquí en la Biblioteca. -Sonrió-
─ ¿En serio? -Sonreí y él asintió- ¡Claro! ¿A partir de cuando?
─ ¿Así de fácil? Y yo que tenía frases para convencerte. -Rió- Sólo que es por esta semana y la que sigue nada más. Es que el otro chico viajará por algo de familia, y entonces quien mejor que tú para reemplazarlo.
─ Está bien. -Dije alegre-
─ Bueno, vamos. ¿Quieres empezar de una vez? Salimos a las 6:00 pm
─ No tengo ningún problema, aviso a mis padres y listo.
─ Vale vieja. Te espero en recepción. -Dijo y se alejó-
Llame a mi Madre rápidamente y le notifique todo, se puso feliz y dijo que no había problema.
─ ¿Lista? -Dijo Damián llegando a mi lado-
─ Siempre. -Reí-
✄----------------
─ ¡Llegue! -Grité-
─ ¡Estamos en la cocina! -Oí el grito de mi madre-
─ Hola. -Sonreí y deposité un beso en la mejilla de todos-
─ ¿Como te fue? -Preguntó mi hermana-
─ Divertido. -Respondí-
─ Te guardamos café con tortillas. -Dijo mi Mamá entregándome un plato con tortillas, y junto a el una taza de café-
─ Rico. -Sonreí y empecé a comer mis tortillas-
─ ¿Quieren que hagamos algo? -Preguntó mi papá-
Mi hermana y yo inmediatamente nos miramos cómplices.
─ ¡SCRABBLE! -Dijimos al insomnio riendo-
─ Ustedes me odian ¿verdad? -Dijo papá riendo. Él simplemente no era el mejor jugador-
Estuvimos una hora jugando, fue realmente divertido. Al final había ganado mi Madre y mi Papá quedo con 80 puntos.
Como siempre el último. Siempre buscamos algo de hacer en familia, aunque sea una vez a la semana. Era realmente divertido.
Después de pensar y pensar, decidí acostarme a dormir. Y de verdad, fue realmente fácil quedar dormida.
ESTÁS LEYENDO
Existente pero Ausente.
Teen Fiction¿Qué pasa si te sientes presente y a la vez ausente? ¿Qué pasa si amas y no eres amado? Qué admiras, pero no tocas. ¿Qué pasa cuando te lastiman no físicamente, pero si verbalmente? Y lo peor, ¿Qué pasa cuando te sientes insuficiente? ...