7.

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Kurapika había quedado esa misma tarde con Mizuki en la plaza de York Shin para enseñarle la ciudad. Killua también estaba allí.
- ¿No querías que te la presentara?
- Si, si, pero voy a quedar de sujeta velas, tu ya me entiendes. - Killua le guiñó un ojo a Kurapika y metió sus manos dentro de los bolsillos.
- Idiota, es solo una compañera de clase.
- ¿No era preciosa?
- Y eso qué!

- Hey! Vosotros dos!
Se podía ver la silueta de una joven tal y como la había descrito Kurapika cuando él y Killua hablaban bajo el sauce, corriendo hacia ellos. Venía acompañada de una muchacha que ellos no conocían.

Era una muchacha de la misma edad de Killua, pelo plateado blanquecino, y ojos marrones verdosos.

- Siento llegar tarde.
- No pasa nada. Este es Killua. Es amigo mío.
- Encantado. - dijo Killua sonriendo.
- Esta es Kira. Es una amiga que también va a la universidad.

Kurapika dirigió los ojos hacia Killua. No había dicho ni una sola palabra.
- Killua! - Kurapika le susurró y le dio un codazo a su amigo. - no vas a decir nada?
- E-encantado.
- Igualmente. - la muchacha sonrió y se sacó una piruleta del bolsillo.

Mientras Kurapika y Mizuki iban uno al lado del otro mientras hablaban, Killua y Kira estaban más atrás.
Kurapika giró la cabeza y observó como Kira corría sin parar de un lado a otro, para enseñarle esto y lo otro a Killua, agarrándolo del brazo mientras le contaba y le mostraba algunas cosas que había aprendido.
Kurapika se percató de inmediato de la forma que Killua miraba a Kira. Nunca había visto esa mirada en los ojos de su amigo. Pero no era una mirada de asco o desprecio a lo que ella hacía, si no todo lo contrario. La miraba como si estuviese viendo al ángel que le protegía, a la chica más bonita del mundo. Le miraba como si, si separaba la vista de ella, el mundo perecería.
La miraba exactamente como Neón había mirado a Kurapika aquella tarde.
Kurapika sonrió.

Después de pasar la tarde los cuatro juntos, Killua y Kurapika se dirigían a sus respectivas casas.
- Al final fui yo el que quedé como un sujeta velas, no?
Killua se percató de inmediato de la intención de Kurapika y giró la cabeza mientras sus mejillas se sonrojaban.
- Es la primera vez que te veo enamorado, Killua.
- No estoy enamorado, baaaaka.
- Seguro?
- Solo me ha parecido guapa, nada más.
- Yo diría que os parecéis mucho.
De pronto, Kurapika se percató a lo lejos de una figura conocida.
-Huh.
- Hm? Que pasa, Kurapika?
- Es... Rin!
Kurapika corrió hacia la chica con la que había charlado unos días atrás en la casa de empeños.
- K-Kurapika!

chained to myself [ HxH ffic ]®™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora