18.

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- Killua, despierta. Kurapika y Gon te están esperando.
Una voz cálida susurraba cerca de la nuca de Killua, mientras le zarandeaban lentamente.
Killua era posiblemente el ser más dormilón de este planeta, y le molestaba que le despertasen, sobre todo de mañana.
Pero aquella voz proveniente del lado izquierdo de la cama hizo que entreabriera los ojos para luego volverlos a cerrar.
- Kira... No quiero levantarme. - dijo agarrando las sábanas.
Kira estaba sentada en el otro lado de la cama, de echo, Killua le estaba dando la espalda. Kira vivía a dos manzanas de la casa de Killua así que, a veces, venía a buscarlo a casa, pero como siempre se quedaba dormido, tenía que entrar por la ventana.
- Y para esto me haces entrar por la ventana? Hoy es noche buena, baka.
- Shh.. - dijo en un tono muy bajo y apagado, casi inaudible.
Kira se acercó a Killua y comenzó a acariciarle el pelo y la nuca.
- No vas a levantarte?
- Hmmm.. - Killua dudaba un poco, pero le apetecía bromear y divertirse un rato.- No, no pienso levantarme. - decía sonriendo.
- Bromeas.
- Īe.
- Como eres tan intratable?
- Intratable o insufrible? - decía Killua con los ojos todavía cerrados pero sonriente.
- Oggh, como sea!
- Haha. Tengo un regalo para ti.
- Huh?
- Solo te lo daré si consigues sacarme de mi nidito de amor.
- YA VERÁS COMO CUANDO TE SAQUE DE LA CAMA NO VUELVES A PISARLO.
- JAJAJA.

Después de un rato largo Kira se dio por vencida y se tumbó en el lado opuesto de la cama.
- Es imposible. Me rindo. Ahí te quedas.
Killua, que le encantaba hacerla enfadar, se giró hasta quedar casi encima de ella.
Pasó su mano derecha por su mejilla y la acarició suavemente, agarró las sábanas y la tapó por completo.
- PERO QUE HACES IDIOTA QUÉ ME VOY A AHOGAR.
Killua metió la cabeza entre las sábanas y besó a Kira mientras agarraba sus muñecas. Los labios de Kira eran tan suaves y frescos que le resultaba casi imposible no besarlos. Comenzó a bajar sus manos, los dedos de Killua rozaban suavemente la piel de Kira, bajando por sus muñecas lentamente mientras iba sacándole prendas de ropa, dejándola en ropa interior.
Bajo las sábanas no se escuchaban más que pequeños gemidos bajos como consecuencia de los cálidos besos del albino descendiendo por el torso de Kira.

* Ding-Dong *

- Killua! No te habrás quedado dormido otra vez, no?

Killua sacó la cabeza de entre las sábanas rápidamente.
- Mierda, Gon!
Kira permanecía dentro de la cama tapada hasta la boca, con una expresión sonrojada.
- Pareces un tomate! Jajaja. Tranquila, no van a entrar.

En ese preciso instante, Leorio asomó la cabeza por la ventana del dormitorio de Killua.

- LEORIO! MALDITO PERVERTIDO!
- Así que tienes a una gatita en tu cama, Eh? ͡° ͜ʖ ͡°
El albino sacó sus garras y colocó un solo dedo en la garganta del casi doctor.
- Vuelve a llamarle gatita y eso será suficiente para que te mate.
- Glugh.. - tragó saliva y cargó su maletín a la espalda.
- Tampoco tienes que ser tan borde ... Qué bienvenida es esa?
- Por cierto.. Leorio! Cuanto tiempo! Qué alegría (/^▽^)/
- Sigues tan bipolar como siempre...╮(╯▽╰)╭
- Esperame fuera... Dile a Gon que salgo ahora mismo.

Killua se acercó a Kira, que permanecía en la cama tapada y en ropa interior.
- Puedes quedarte aquí. - dijo mientras besaba su hombro.
Kira solo respondió apartando la vista.
- Te amo. Estaremos en el salón y luego nos iremos, vale?

Killua agarró un jersey rosa y salió por la puerta. Les abrió a los demás y los cuatro se reunieron en el salón.
- Bien, pues ya estamos todos! - decía alzando sus brazos.
- Hoy cenaremos todos juntos para luego ver los fuegos artificiales, no?
- Si! -exclamaban los cuatro al unísono.

Después de un rato, Killua entró en la habitación mientras los demás se iban.
- Vengo a por una bufanda. Está nevando a fuera. Vienes a cenar a la noche?
- Claro.
Killua cogió la bufanda y la dejó al pie de la cama. Agarró a Kira y la tumbó sobre el colchón mientras se deshacía del suéter rosa y la camisa.
Comenzó a besarla por todo el cuerpo, de forma cariñosa. La respiración de Kira era algo ajitada.
Cuando se quedaron completamente piel con piel entre las sábanas, el mayor logró tranquilizar a la joven debajo de el.
Comenzaron un vaivén de numerosos “te amo” en los oídos de ambos, mientras sus lenguas danzaban despacio. Nadie pensaba que un pequeño juego que había empezado por una tontería mañanera podría  desencaderar aquel acto tan profundo.

chained to myself [ HxH ffic ]®™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora