24.

68 6 1
                                    

Una luz atravesó y paralizó al francotirador izquierdo. Killua había atravesado su pecho con su mano cargada de suficiente electricidad como para que su corazón dejase de latir al instante.
- Killua!
El franco tirador derecho fue derribado por el Jan ken de Gon.
- Venimos a ayudar!
Kurapika se giró y desplegó su cadena de su dedo meñique, la cadena del juicio. Consta de una cuchilla en la punta de la cadena que entra en el cuerpo del oponente y se envuelve alrededor del corazón. Kurapika establece dos condiciones y si la víctima rompe cualquiera de ellas, la cadena aplasta su corazón, matándolo.

El oponente escupió sangre de inmediato.
- Ahora tu vida está en mis manos. Tendrás que ceñirte a mis condiciones o morirás.
Leorio, por favor, evacúa la sala y lleva a toda esta gente a un sitio más seguro.
- Entendido.
- Kira.
- Si?
- Remueve su cerebro. Busca cualquier información útil.
Kira tenía la habilidad de poder introducirse en tu cerebro y buscar cualquier tipo de información oculta.
Mientras Kira posaba su mano sobre la cabeza del hombre enmascarado, Leorio evacuaba la sala.

- Ahora te impondré mis condiciones. Primera condición. No puedes solicitar refuerzos ni pedir ayuda, y menos comentarle a alguien que estás sobre mi Nen. Segunda condición. Reúnete con tu compañero y traeme cualquier información valiosa. Paradero, qué van a hacer con Rin, y cualquier cosa que pueda interesarme. Si te niegas o incumples esas dos condiciones, te mataré.

El hombre enmascarado asintió débilmente.

- No encuentro nada que nos sirva de gran ayuda, tenemos que dejar que vaya y nos reúna información.

Kira se tambaleó un poco y tocó su cabeza con la palma de su mano.
- Kira, estás bien?
- Si.. Solo ha sido un mareo tonto.
Killua se acercó y la cogió en brazos.
- Puedo andar, enserio.
- Tengo que cuidarte en tu estado.
- Estado?
- Killua va a ser papá. Y yo seré el tío Gon y el padrino de boda, verdad, mi saquito de harina? - decía Gon riendo.
- DEJA DE LLAMARME ESO, BAAAKA.
- Kira, estás embarazada? Felicidades! - Kurapika esbozó una sonrisa.

- Así que la jovencita es el punto débil del gurpo, eh?
Podía observarse la silueta de un hombre detrás de una columna.
- Y si también me la llevo como un juguete personal?
- Donde está Rin.
- Hablas de tu chica? Deja a mi hombre libre y hablaré.
Aquel hombre ya estaba bajo el Nen de Kurapika, y si lo liberaban podría ser útil para recoger información. Todo iba de acuerdo al plan.
- Está bien. Puedes irte.
Kurapika miró por un instante en los ojos de ese hombre, y ese hombre clavó los suyos propios en los de color escarlata, y comprendió perfectamente lo que debía hacer.
- Bien, tu chica está amordazada y atada en mi guarida. Ahora mismo está con uno de mis hombres.
- Qué le habéis hecho.
- Por ahora nada, pero en cuestión de minutos será violada. Y no puedo asegurarte que sea solo una vez.
- Maldito, yo te mato.
Killua posó a Kira en el suelo despacio.
- Y yo te ayudo, no te preocupes.
- Así que estáis dispuestos a desafiarme, Eh, mocosos.
Aquel hombre de aspecto desagradable se puso en dirección a Kurapika y Killua.
- Espera un segundo, va en línea recta? Cara a cara con nosotros? Eso es demasiado imprudente. Somos dos, Kurapika y yo, y el uno. Acaso nos está subestimando? Iē, no es eso. No va a por nosotros, va a por- cruzó por el medio de ambos y le asestó un golpe mortal a Kira en el costado.
Kira cayó al suelo de un golpe después de recibir otro puñetazo en el abdomen.
- Kira!
Killua se giró rápidamente y se quedó paralizado.
- NO! - corrió en dirección a Kira, que estaba vomitando sangre. La agarró en brazos, y observó como de sus piernas emanaba un riego de sangre.
- NO! NO! EL BEBÉ!
- K-Kill-Killua..
- Tranquila, detendré la hemorragia de tu costado y tu entrepierna. No morirás aquí, prometo que la detendré.
- Bastardo! Maldito seas! - Gon gritaba furioso.
- Puedes golpearme, puedes herirme, romper mi alma, incluso matarme, pero por el amor de dios, no la toqueis! Por lo que más queráis, no le pongáis un dedo encima! - Killua sollozaba desesperado.
- Bueno. Está bien. Entonces me voy. Ya tenéis con qué entreteneros.
Aquel hombre se marchó como si no sintiera ni el más mínimo remordimiento.
- Kill-ua.. yo ya..
Killua negaba con la cabeza.
- Estoy deteniendo la hemorragia. Por favor no te mueras, por favor no te mueras!
Kurapika sacó su cadena con fines curativos y la colocó sobre el costado de Kira. Sanó su herida, pero no podría evitar que perdiera el bebé debido al fuerte puñetazo en el abdomen.
- Killu-a... Puede que este niño no llegue a nacer, pero, aun así, ya lo amo. Por el simple echo de ser algo tuyo, porque t-te quiero, y le quiero, ese es el amor de madre. Aunque ya no pued-a estar contigo, mi corazón siempre caminará a tu lado.
- No digas eso! Sale mucha sangre, no sé que hacer, no sé que hacer!

Poco después Kira murió en sus brazos. Murió en los brazos de la persona que más amaba, y su hijo murió con ella. Killua no se separaba de su cuerpo, y sentía tanto dolor en el pecho, que parecía que iba a enloquecer en cualquier momento.

chained to myself [ HxH ffic ]®™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora