Soleado. (CAMREN)

Capítulo 24

Capítulo 24

-Tienes cinco segundos para explicarme todo, Michelle. -Clara miraba furiosa a su hija. Lauren no lloraba, estaba muy asustada como para hacerlo. Sinu miraba la escena igual o mas asustada que Lauren, tenia que enfrentar los errores de su hija.

-Yo... a mi, me... me gusta Camila. -dijo Lauren en apenas un susurro, sus ojos no se habían despegado de los de su madre.

-Eso era todo lo que quería escuchar. -Clara asintió lentamente, puso sus manos en su cadera y después sentencio-. Iras a visitar a tu abuela unos días. No te voy a castigar... sólo haré darte cuenta de lo que me dices es una estupidez.

-Pero es que, ella de verdad me... -No me hagas perder la paciencia Michelle -Interrumpió Clara-. No quiero que pienses que estoy en contra tuya. Tu padre ira a casa de tu abuela y festejaran tu cumpleaños, como estaba planeado. Nada cambio, ¿entendido?

Lauren asintió. Ella de verdad esperaba una reacción mas fuerte por parte de su mamá pero, al parecer no había explotado, aun. Lauren dirijo su mirada a Sinu quien solo le devolvió la mirada y salio de la habitación.

Recordó lo que le había pasado a Camila y no pudo evitar sentirse impotente e indefensa al no poder haber ayudado a la castaña.

¿Las cosas iban a cambiar para ellas, de verdad no volvería a verla nunca?. Muchas preguntas rondaban por la cabeza de Lauren.

Lauren sintió un fuerte dolor en el pecho y su cabeza daba muchas vueltas, le venia un ataque de epilepsia. Corrió al baño y empezó a beber agua, por alguna razón el agua calmaba su epilepsia. Recordó que Alicia le había dicho que para controlarse debía hacer ejercicios de respiración.

Se sentó en posición de indio y empezó a inhalar y respirar, teniendo en cuenta el tiempo. 

- ...entonces, eso fue todo lo que paso. -Alejandro y Camila ahora se encontraban desayunando después de una larga noche en la que Camila no había podido dormir del todo.

-¿Qué fue lo que aprendiste de eso?

-Que... no debo de esconder las cosas a mamá y debo respetarla. No debí de haber actuado así con Lauren y tampoco debí de abusar de la confianza que había tenido la señora Clara. -Camila recargo su mejilla en su mano y suspiro cansada. 

-Me alegro de que lo entendieras. -Alejandro se levanto de la mesa dando su ultimo sorbo a su café-. Bueno, tengo que ir a trabajar... espero que entiendas que le diré a tu madre que estas aquí. 

-¿No podemos darle un pequeño escarmiento? -dijo Camila en tono de broma-. Ya sabes, que se de cuenta de que ella tiene parte de la culpa también. 

-¿No es suficiente con el seguro reclamo de la señora Clara?

-Bien. Tu ganas. -hizo pucheros-. ¿me enseñaras a manejar cuando vuelvas?

-Sólo si haces los deberes en la casa.

-Ya suenas como todo un papá responsable. -Alejandro se encogió de hombros, se acerco a Camila y dejo un pequeño beso en la cabeza de la chica para después salir de casa.

La castaña tenía todo planeado; aprendería a manejar para huir con Lauren. Era una idea muy descabellada y estúpida pero era la única forma en la que ambas iban a poder estar juntas.

-Camila esta en mi casa, ¿sabes? -dijo Alejandro a Sinu.

-Ella, ¿ella te a contado todo? -preguntó Sinu con un obvio tono triste. 

-Si... no entiendo por que pero ambos creamos un lazo de amistad. Creo que necesitabas saber que ella estaba bien. Cuando quieras hablar con ella, sabes donde esta. -finalizó Alejandro. Estaba a punto de salir pero Sinu lo detuvo tomándolo de la mano. 

-Te lo agradezco mucho. Por cuidarla, por apoyarla... por todo. 

-No necesito que me lo agradezcas, me gusta pasar tiempo con Camila, me recuerda a mis hermanas menores. -Alejandro se encogió de hombros riendo para después poner su semblante serio-. Pero deberías hablar con ella. Te necesita; no la regañes ni la castigues, eso no es lo que necesita. Necesita escuchar que la apoyas, necesita consejos.

Fue entonces cuando Sinuhe se dio cuenta de su error. No había escuchado a Camila; su hija estaba pasando por un momento difícil y ella solo se había encargado de darle mas problemas. 

-Ya se porque Camila se la pasaba hablando contigo en el jardín.  

-¿Qué te puedo decir? -Alejandro sonrió con picardea-. soy bueno con las palabras. 

Alejandro al regresar a casa se encontró con Camila lista para sus clases de manejo.

-¿No quieres saber que es lo que tu madre dijo? -preguntó viendo a la chica dar saltitos de un lado a otro mientras se acercaban al auto. 

-Puedes decírmelo mientras manejamos tu auto. 

-¿No quieres escuchar a cerca de Lauren? -Camila se detuvo de golpe y volteo a ver al hombre con curiosidad. 

-¿Qué pasa con ella, está bien?

-Si, pero, no es nada malo pero, ella vivirá un tiempo con su abuela. 

-¿Cuanto tiempo? -preguntó la chica con un cambio de humor notorio.

-No te preocupes, solo hasta su cumpleaños... máximo 2 semanas. -Alejandro se acerco a Camila para acariciar su hombro y después golpear su espalda levemente-. Animo, tengo que enseñarte a manejar para volverte gorda como yo. 

Camila rió un poco y después su mente se fue a Lauren. Que se fuera era una buena idea, aprendería a manejar y trataría de conseguir dinero para su escapada. Lo pensó bien; no se iban a ir para siempre sólo unos cuantos días. Iba a cumplir la promesa que tenía con Lauren, la llevaría al mar. 

¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!

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