Capítulo 26:
- ¡Skyler, eso fue asombroso! —gritó Ryan tan rápido como salimos del gimnasio— Su mandíbula le va a doler por días, y su boca tendrá una fea cicatriz mañana.—decía con alegría en su voz.
- Sí bueno, por suerte alguien pudo hacerse cargo de él, no como tú.—le dije bromeando.
- No seas mala, los entretuve por media hora hasta que tú metiste tu trasero a molestar.—ahora sonaba más ofendido, pero con un deje de gracia en su voz.
- ¡Claro que sí! Sobre todo cuando estabas en el piso, básicamente pidiendo ayuda.—abrí las puertas de la enfermería y entré con Ryan ofendido detrás.
- Mentirosa.—me susurró al oído riendo para no molestar a la enfermera.
- Hola Louise.— saludé a la amable señora de 55 años— El estúpido de Ryan se lastimó varias partes de su cara y necesita algunos cuidados.La señora regordeta rió al ver a Ryan rodando los ojos.
- Claro que sí querida, pero ¿no crees poder ocuparte tú? Tengo un niño en la cafetería vomitando y me llamaron urgente.
- Claro que sí, no se preocupe.—le sonreí, Louise era básicamente la segunda persona del colegio que me caía bien.Se fue saludando y corriendo por los pasillos y Ryan se sentó en la camilla.
- Por fin tendré el placer de ser atendido por la doctora Rooth, revise todo lo que quiera, estoy en sus manos.—él se tiró para atrás con sus brazos a los costados, sonriendo estúpidamente.
- Para ya.—me reí buscando el botiquín de primeros auxilios.
- Oh sí nena, ¿quieres saber cómo me hice esta herida tan fea en el labio?—dijo sin dejar de bromear.
- La verdad no.—respondí mojando un algodón con alcohol etílico.
- Estuve en una pelea muy fea, tenía todo controlado hasta que AY PORQUÉ HICISTE ESO.—finalmente dejó su papel de macho y gritó cuando puse el algodón en su ceja.
- Tengo que desinfectarte antes de curarte, ¿nunca te has tratado a ti mismo cuando tienes heridas?—le dije riendo.
- No, las sexys enfermeras vienen corriendo hacia mí cuando cosas así suceden.—yo simplemente le saqué la lengua y terminé de curarle la herida en la ceja derecha.Ryan se mantuvo callado mientras le curaba y ponía vendas en donde tenía heridas abiertas. Ocasionalmente se quejaba un poco y apretaba mi brazo, pero dentro de todo estuvo bien.
Lo único es que parecía con tremendas ganas de decir algo.
- Pareces incómodo, ¿te duele mucho?—pregunté haciéndome la estúpida.
- No, sólo que uh, te quiero preguntar algo, pero te vas a enojar y me vas a lastimar.—bromeó, pero lo miré mal— Bueno, pero ¿puedo preguntar sin que te enojes?—dijo cauteloso.
- Sí, claro.—suspiré porque ya sabía sobre qué se trataba.
- ¿Quien es Chase? —suspiré y seguí curando su herida— Sólo si estas bien con responderlo, claro.
- Chase es mi ex novio.
- ¿Tuviste un novio? —dijo él sorprendido.
- Sí, ahora, si quieres que te cuente no te sorprendas por todo lo que diga.—reí un poco— Salimos el año pasado, yo no tenía la reputación que tengo ahora. Era sólo una chica que salía con un chico del equipo de baloncesto y ya. Pero todo se arruinó cuando tuvimos sexo por primera vez, éramos los dos vírgenes y no teníamos idea de cómo hacerlo.— la cara de Ryan era un poema, entre sorprendido y atento— En fin, fue horrible, ninguno de los dos sabía como hacerlo y dejamos su cuarto hecho un desastre, pero supongo que así son todas las primeras veces. Luego de eso, él no quiso volver a tener sexo conmigo otra vez. Chase decía que era por él, que estaba demasiado avergonzado, pero yo sospecho que era porque ya no me quería tanto como antes y quizás sólo quería una primera vez con alguien "significante" para luego tirarse a quien quiera sin remordimientos.—rodé los ojos internamente, recordando al mono de mi ex novio— En fin, esta es la razón principal de mi horrible y pobre reputación: engañé a uno de los chicos más lindos de la escuela con un chico de último año.- ¡No puede ser!—casi gritó Ryan— ¡Nunca te imaginé así!—ahora estaba sonriendo.
- Eso porque entraste este año y no conoces a mi yo del pasado. Además, estaba demasiado borracha y con todas las dudas en mi cabeza, siempre sospeché que sólo me estaba usando para conseguir eso que no tenía, y cuando lo tuvo, se volvió distante y ácido. No era el mismo. Obviamente, cuando rompimos, mis dudas se aclararon y yo tenía razón. Luego de eso se cambió de colegio y se fue de la ciudad. Supongo que todos en esta escuela me odian porque engañé al chico que más amaban del equipo de baloncesto.
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Living with a Jerk
RomanceSkyler Rooth se considera a si misma la persona con menos suerte en el mundo, al menos por dos semanas. Primero; tiene la casa para ella sola en vacaciones, pero hay una tormenta de dos semanas afuera. Segundo; esta a cargo de su hermano, y, además...