Capítulo 22:
Ya era viernes y yo estaba saliendo de la escuela junto a Ryan y Rachel, ya que tenían que venir a casa por un proyecto escolar, junto a Jamie. Yo no estaba muy complacida con el hecho de tener a esos dos revoltosos en mi casa. Juntos eran como Fred y George Weasley (N/A: los hermanos de Ron en Harry Potter) o peor. No los quería en mi casa, porque sabía que nada bueno saldría de eso.
Cuando llegamos a mi casa Ryan se tiró en mi sofá y yo ya me había puesto de mal humor.
- ¿Puedes levantarte? Tenemos un trabajo que hacer.-dije de mala gana.
- No seas así bebeee.-rió- Tenemos toda la tarde para ese trabajo de mierda.
Rodé los ojos y Rachel rió.
- Iré a buscar la computadora, ustedes quédense aquí.
Mientras subía las escaleras pensaba en que mi mamá no iba a estar hasta tempranas horas de la madrugada y cuando se fueran los chicos iba a tener que cuidar de mi hermano y prepararle la comida y luchar para que se vaya a dormir a una hora razonable.
Otra vez.
Todo sería mucho más fácil si mi padre siguiese aquí.
Sacudí mi cabeza y bajé los escalones de dos en dos con la computadora en mano.
Por casi media hora estuvimos haciendo el trabajo, con Ryan quejándose de porqué había tantas hormonas para tantas mierdas y yo rodé mis ojos más que normalmente.
- ¿Donde está Jamie?-Rachel alzó la vista de la computadora y miró a Ryan.
Él se quedó callado y sonrió con la comisura de sus labios.
- ¿Cómo voy a saber yo?
Lo miré desconfiada.
- Nena, ¿no confías en mí?-fingió asombro y se llevo una mano al pecho.
- ¿Tanto te llevó darte cuenta?
- Hieres mis sentimientos.
- ¡Dinos donde esta Jamie!-grité.
- Ya vendrá, no te pongas nerviosa.-me guiñó un ojo y siguió leyendo su parte del trabajo.
Justo cuando estaba por contestar, tocaron el timbre. Me acerqué dispuesta a regañarlo por haber llegado tan tarde, pero cuando abrí la puerta me encontré con una sorpresa.
Jamie, con tres chicos más, los cuatro con cajas de lo que supongo era alcohol y luces de colores.
- Hola Sky, ¿lista para dar la mejor fiesta de todas?-rió Jamie.
- ¿Que mierda crees que haces?-casi grité.
- Vamos a hacer una fiesta, ya te lo dije. Ahora, ¿te puedes correr mi así puedo entrar?-intentó moverme pero me puse delante de él.
- Aquí nadie va a hacer una fiesta.-miré a sus tres amigos detrás de él- Ustedes pueden irse y hacer su estúpida fiesta en otro lugar, ¿sí?-les sonreí falsamente.
- Te lo explicaré así dejas de una vez esa actitud de princesa histérica.-Jamie rodó sus ojos- Eres la única persona que conozco que tiene la casa lo bastante grande como para que entren trescientas personas un viernes a la noche. Además, dijiste que tu mamá no iba a llegar hasta las 5 de la mañana. A esa hora nos habremos ido.
- Tengo un hermano de 8 años imbécil, ¿que mierda haremos con él?-digo desesperada.
- Que se nos una a la fiesta.-los tres chicos detrás de él rieron- Pero oye, por lo menos estas considerando mi idea.
- No te creas, no harán esa fiesta aquí de ninguna manera.-me di vuelta y miré a Ryan- ¡Y tú! Me mentiste, ¿por que mierda no me dijiste que pensaban hacer una fiesta en mi casa?
- ¡Era una sorpresa!-rió nervioso- Vamos, Sky, no te amargues y déjanos hacerla aquí.
- ¿A cambio de que?-me crucé de brazos y miré a Jamie y a Ryan- No pensaron que los dejaría hacer una fiesta en mi casa así como así, ¿no?-los dos se rascaron sus nucas- ¿Quién me ayudará a limpiar el desastre antes de que venga mi mamá? ¿Quién me ayudará con mi hermano?-se cruzaron miradas pero no dijeron nada- Eso pensé.
Estaba por decirle a Jamie que le de sus cosas a sus amigos y que teníamos trabajo por hacer, pero Ryan me interrumpió.
- Yo te ayudaré, con todo.-alcé una ceja confundida hacia él- Es enserio, y además puedo prometerte hacer tu tarea de matemática por un mes entero.
Uf, me había encontrado el punto débil. Comencé a dudar.
- Por favoooor, Skyleeeeer.-rogó levantándose del sofá y apretujándome.
- Que me asfixies no hará que diga que sí.-me soltó un poco pero siguió abrazándome balanceándose un poco.
- Piensa en un mes sin tener tarea de matemática.-me susurró en el oído.
- Basta.-reí un poco y lo alejé. Miré a mi al rededor, Rachel se había puesto al lado nuestro, por su mirada suplicante podía ver que también quería una fiesta, al igual que Jamie y sus amigos- Ustedes, los tres de atrás-los señalé- ¿Me ayudarán a limpiar?-ellos no dudaron en asentir con la cabeza- Y tú, cabeza incendiada, ¿estás dispuesto a perder horas de sueño para ayudarme a limpiar?-miré a Jamie.
Él pareció dudar un poco, con cara de molesto, pero rápidamente curvó sus comisuras y habló.
- Todo sea por la fiesta, querida Sky.
Ahora todas las miradas caían sobre mí.
- Esta bien, hagamos esto.
Cada uno de ellos gritó de emoción y vinieron a abrazarme y a sofocarme con su gratitud.
Yo, por mi parte, no estaba muy feliz, no me gustaban las fiestas y tener que hacer una, mucho menos. Además, los adolescentes alcoholizados no me caían bien y tener que lidiar con ellos en mí casa, menos que menos.
Pero, un mes sin tarea de matemática era muy tentador y además, podía tener a Ryan como esclavo toda la noche. Beneficios de ser una negociadora.
En cuanto los chicos empezaron a preparar todo, llamé a Savannah para pedir ayuda.
*llamada telefónica*
- Diga.-contestó Savannah al tercer pitido.
- Sav, necesito tu ayuda.
- ¿Qué pasó?
- Ryan y Jamie tuvieron la gran idea de hacer una fiesta en casa y yo dije que sí a cambio de que ellos me ayudaran luego a limpiar y Ryan me hará la tarea de matemática por un mes y no pude con la tentación y necesito ayuda ven a mi casa lo más rápido que puedas.-intenté explicar todo lo más rápido posible.
- Wow mierda, ok, esto es lo que harás hasta que yo llegue, ¿ok?-asentí con la cabeza aunque ella no pudiera verme- Esconde cualquier cosa de valor que no quieres que sea roto y deja un cuarto sin cerrar con llave así la gente puede tener sus intimidades. En mi camino compro condones, no te preocupes.-me sentí asqueada por solo pensar lo que harían en mi cuarto pero empecé a guardar las cosas- Te aconsejo que guardes las cosas en el sótano y lo cierres con llave. Cierra todas los gabinetes de la cocina, porque cuando se queden sin vasos buscarán allí. Mueve los muebles del salón y el comedor así hay lugar para bailar y ponlos a los costados. Estoy a cinco cuadras, cuando llego te ayudo.
Sin decirme más cortó y yo empecé con mi trabajo.
Iba a mitad de camino con todo lo que tenía que hacer, pero por suerte llegó mi mejor amiga a salvarme la vida.
- No puedo empezar a decirte lo shockeada que estoy por que estés dispuesta a hacer una fiesta en tu casa pero estoy todavía más que orgullosa de mi nena.-rodé mis ojos y la abracé fuerte.
- Enserio necesito ayuda con esto Sav, ya cerré los cuartos, saqué todos los vasos descartables y de plástico de los gabinetes y los cerré con llave también, guardé las cosas del baño y los chicos se están ocupando de ordenar las cosas en el salón.
- Genial, ¿ya has escondido las cosas de valor?-señalé las cajas donde había guardado todo lo que no quería roto- Bien, lleva eso al sótano y yo me encargo de los condones y de esconder tus pertenencias en tu cuarto.
Una vez más, le hice caso y subí corriendo las escaleras para esconder las cosas en el sótano y bajé a mi cuarto.
Savannah estaba haciendo un cartel que decía Para ser precavidos ;) y lo pegó en las cuatro cajas de condones que había comprado.
- ¿Era necesario?-pregunté riendo.
- Cuando la gente está borracha y caliente necesita ayuda para guiarse y no joder la situación.
Yo reí e hice un cartel que decía Cuarto de intimidades para pegar en mi puerta.
Seguimos guardando.
-¿Estas segura de que estos condones son de buena calidad? -dije observando el cartel de advertencia en chino-.
-Es lo único que puedes conseguir en un super a las 19:25 de la tarde.
Cuando terminamos de ordenar todo, ella habló.
- Sky, tenemos que cambiarnos y arreglarnos.
Yo gruñí y me quejé, pero ella igual me escogió un conjunto para la noche. Eran unos pantalones ajustados y una blusa azul que dejaba ver mi estómago con unas botas.
- Voy a morirme de frío con eso.-quise inventar una excusa, pero Savannah se dio cuenta y me obligó a usarlo- ¿Y tú que vas a usar?-le pregunté.
- Me traje ropa de casa, no te preocupes.-sacó un vestido bordó ajustado de su cartera y se lo puso- ¿Quieres que te maquille o prefieres que se te vean todos los granos?-sonrió sarcásticamente.
- Sólo un poco.-dije yo- No quiero parecer un payaso.
Ella rió y cuando terminó de cambiarse me empezó a maquillar.
- Ryan te ha cambiado sabes.-me dijo de la nada- Y para bien.
- ¿Que mierda dices?-reí- Estoy igual que siempre.
- Oh por favor, hace unos meses ni me hubieses dejado tocarte la cara.-ella sonrió- Estoy feliz por ti.
- Él no me ha cambiado.-susurré.
- Si tu lo dices.-ella volvió a reír y yo rodé mis ojos- Ya estas lista.
Me miré en el espejo y me gustó como estaba vestida, pero Savannah, obviamente, lucía mejor que yo. Por primera vez en mucho tiempo, sentí celos por alguien.
- Sav, quiero intentar algo diferente.-dije poco convencida de mi decisión.
Debido a esto, cogí un top blanco de mi guardarropas.
- Te ves mona.-dijo con dulzura.
- Lo sé.-dije engreídamente y guiñando un ojo.
Bajamos las escaleras para ver a los chicos y Rachel acomodando todo para la fiesta, yo estaba muy nerviosa, no quería imaginarme cuanta gente iba a invadir mi casa y lo poco que tardarían en destrozarla.
Al bajar después de Savannah, Ryan se me acercó y me ofreció la mano para ayudarme a bajar. Yo se la di de mala gana.
- Que linda estás.-dijo él.
- Cállate.-solté su mano.
- Alguien no está de humor.-él caso murmuró.
- ¿Cómo estarías si te hubiesen engañado para hacer una fiesta y sabes que te meterás en problemas más tarde?
- Entiendo tu punto, pero a esta altura no puedes hacer nada.
Algo me sorprendió cuando estaba a punto de hablar, y ese algo era mi hermano confundido.
- Skyler, ¿qué es todo esto?-él miró confundido alrededor- ¿Y por qué están moviendo todo de lugar?
- Ay mierda.-lo cogí de la mano y me lo llevé más lejos para explicarle.
Cuando termine de hablar, él parecía enojado.
- Yo también quiero estar en la fiesta.-se quejó.
- Lo siento mucho Mike, si no puedes dormir puedes jugar a los videojuegos todo lo que quieras.
Él pareció animarse un poco con mi opción y se conformó.
- ¿Puedo buscar provisiones para pasar la noche?-preguntó.
Yo reí y lo empujé por la espalda hacia la cocina.
- ¡Skyler! ¿Podemos conectar esto a tu estéreo verdad?-un grito me llegó desde lejos.
Me acerqué y vi cuatro parlantes enormes.
- ¿Necesitamos tanto estéreo?
- Dos van afuera y dos adentro.-explicó uno de los amigos de Jamie.
- Si, no sé, lo que sea.-dije sin mucho interés. De sólo pensar en la fiesta me ponía un poco nerviosa.
- ¡Sky!-me llegó otro grito-¿Podemos bañarnos?-me preguntó Ryan.
- Sí, sólo apúrense y no gasten tanta agua.
- Sky.-me llamó Rachel esta vez.
- ¿Que pasa?-pregunté ya un poco harta de ser molestada sin interrupciones.
- ¿Me puedo bañar yo también? No tenía idea de la fiesta y tampoco me traje ropa.-preguntó algo apenada.
- Si claro, sólo espera que llamo ¡SAVANNAH! ella te ayudará a elegir tu ropa, yo no soy muy buena con eso.
Sav se unió a nosotras y subimos las escaleras hacia mi habitación. Le deje a Rachel que revisara mi armario mientras yo revisaba mi celular. Entré a Twitter un rato para ver que pasaba.
Gente del colegio estaba actualmente twitteando sobre venir a mi fiesta en mi casa.
Lo peor era que no era mi fiesta.
Cuando Rachel estuvo lista cambió sus jeans por una minifalda morada oscura que en algún momento a mi madre le pareció que me iba a gustar y un top con mangas largas negro y una chaqueta de cuero. Yo por mi parte agarré una campera de jean y bajé nuevamente.
- Sky, la gente llegará en cualquier momento.-me dijo Jamie al pasar al lado mío.
Yo estaba con los pelos de punta de los nervios. Miré a mi alrededor. Había puesto en la mesada alta algunas bebidas alcohólicas con vasos de plástico y papas y en la mesa del jardín pusieron más de lo mismo.
- Ten, para bajar el estrés.-un Ryan bañado y cambiado se me acercó con una botella de cerveza en mano.
Yo la acepté gustosa. Tomando el primer trago me acordé del olor a sal y arena. A Ryan y a mí en el muelle. Era la misma marca de cerveza.
- Bueno, esta botella no me está ayudando para nada, sigo nerviosa.
- No lo estés, probablemente no venga tanta gente.
Ojalá no hubiese dicho eso, porque justo en ese momento las puertas de mi casa se abrieron, dando paso a unos treinta adolescentes hambrientos por celebrar. Se
Y a esto lo llaman sorpresa.N/A: holaa, vengo a actualizar para nada tarde y super emocionada por lo que se viene. Muchas gracias a las que siguen ahí! Las quiero mucho y muchas gracias por su apoyo.
Por favor voten y comenten, me harían feliz con tan poco.
PD: el de la foto es, obviamente, Jamie.
xoxo.
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Living with a Jerk
RomanceSkyler Rooth se considera a si misma la persona con menos suerte en el mundo, al menos por dos semanas. Primero; tiene la casa para ella sola en vacaciones, pero hay una tormenta de dos semanas afuera. Segundo; esta a cargo de su hermano, y, además...