La dura historia de Sam

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Este cuaderno como ya expliqué antes, lo encontró Sam en el piso del patio del arcoíris. La verdad es que a ella le avergonzaba decirme que no sabía escribir ni leer:

- Sam, ¿por qué no te quedas vos con el cuaderno?

- Em.. - acariciando su codo con timidez - no me gusta escribir, supongo.

- ¿Supongo? ¿Alguna vez lo has hecho?

- No.

- Entonces ¿Cómo sabes que no te gusta?

- Sólo lo sé.

- ¿Así como así?

- Sí.

(en ese momento estábamos en la sala principal del arcoiris, en un sillón y en otro estaba sentado Dante, quien tiene 12 años y al creer que sabe todo es muy entrometido cuando se trata de temas de los demás)

- Samanta, ¿por qué no le contas la verdad a Alma?

Sam, atónita - ¡Callate Dante!¡Y  me llamo Sam!

- sin entender lo que sucedía entre ellos - ¿Qué pasa?

- Pasa que tu "amiguita" Sam no sabe leer

- Basta, no la molestes. Vamos Sam, no le des importancia.

La escolté hasta mi habitación y le pedí que me explicara todo y así fue que me contó su historia de vida:

- Yo vivía con mi papá antes de llegar acá, los dos éramos muy pobres y vivíamos en una humilde casa. A veces hasta venía un hombre al cual mi papá le tenía mucho miedo, yo no sabía por qué hasta que aquel hombre comenzó a llevarse algunos objetos de la casa. Luego de eso mi papá lloraba y yo lo consolaba. Un día mi padre salió a buscar trabajo sin muchos ánimos, casi como si supiera la respuesta que le darían, y me dijo que me quedara en casa sin abrirle la puerta a nadie. Yo no le hice caso y salí de la casa intentando encontrar comida, o algo que animara un poco a mi papá pero, al llegar a mi casa habían policías y una ambulancia se llevaba a mi padre quién había sufrido un... - pensando - no recuerdo el nombre, eran tres letras, un.. ¡ACV! eso y me dijeron que estaba en coma, algo así como profundamente dormido y, al no encontrar a nadie que pudiera cuidarme hasta que mi papá despertara, me trajeron acá. Ya han pasado 2 años y mi padre todavía no despierta y eso me preocupa pero -  aguantando las ganas de llorar - lo que quería decirte es que, como ya expliqué que no teníamos plata, él nunca pudo enviarme al colegio, aunque acá en el arcoiris han intentado enseñarme pero me he escapado de algunas clases aburridas y se rindieron. -  las imitó burlándose - "La señorita es una rebelde sin remedio, no podemos enseñarle así". Se largaron y jamás regresaron.

- Pero eso no es bueno Sam

- ¿Por qué no? Esas clases eran realmente aburridas

- Pero Sam, leer y escribir es muy importante. Mirá, a mi también me aburría un poco escribir una misma letra en 15 renglones del cuaderno pero mi mamá me enseñaba a escribir de una manera muy divertida, si querés podemos intentar.

Sam, casi cediendo - Sólo si es divertido

Reí - Sí, será divertido, lo prometo.



Nefelibata (Ganador Letters Awards 2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora