¿Adopción?

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- Buenos días dormilona - dijo Mary levantando la persiana de mi habitación

- con los ojos entreabiertos - Buen día Mary

- Hay que levantarse que hoy es un día muy importante 

- la miré por unos segundos, mitad dormida, mitad confundida -

- ¿Roz no te contó?

- Emm ¿no?

Se sentó en la punta de la cama luego yo me senté a su lado

- El otro día nos visitó un señor muy alto y una mujer, ambos adultos ¿te acordas?

- No, lo cierto es que no los vi nunca (creo)

- Bueno, ellos querían tener hijos pero no pudieron así que vinieron acá para conocer algunos niños. Vos estabas charlando y riéndote en el patio con Max y la mujer, Laura, me dijo: "Esa niña es muy alegre ¿no?" con un poco de brillo en sus ojos, pude notarlo porque es la misma mirada que creo tener cuando me haces sentir orgullosa. Le contesté que sí, y que te llamabas Alma. Su esposo estaba hablando con Roz cuando Laura lo interrumpió: "Cielo, creo que ya sé a quien podemos adoptar". Él estaba un poco confundido así que te señalé y le dije, creo que a tu esposa le agrada ella, Alma. De ese modo acordaron con Roz el día de hoy poder conocerte.

- ¿Q- qué? ¿Me quieren adoptar?

- Bueno, la verdad es que diste una muy buena primera impresión y sólo con tu sonrisa así que

- tratando de acomodar las ideas en mi cabeza - pe- pero, no me avisaron nada, yo ni siquiera los conozco Mary

- me tomó por los hombros, intentando tranquilizarme - Tenes razón Alma, yo pensé que Roz te lo había comentado. Esto es nuevo para vos y necesitabas un tiempo para procesarlo pero ya es tarde y ellos van a estar llegando en unas horas. Aún así, no te tenes que sentir presionada a hacer nada que no quieras ¿sí?

- ¿Eso quiere decir que no estoy obligada a verme con ellos?

- Eso es imposible mi cielo. Sólo vas a conocerlos, puede que ustedes tengan una química inmediata como que no. El tiempo dirá pequeña. Te va a ir bien, no estés asustada - me dio un beso en la mejilla y automáticamente se le borró la sonrisa - tengo que seguir trabajando Almi, todo va a estar bien. 

La cabeza me daba vueltas y vueltas, no podía parar de pensar miles de cosas y más de la mitad de ellas no me simpatizaban en lo absoluto. Lamentablemente una vez leí un libro con el precepto "Cuando puedas elegir entre tener la razón y ser amable, elige ser amable" y lo tenía muy presente. Lo cierto es que yo tenía razón: Roz no me había avisado nada y por lo tanto no estaba preparada pero aún así, luego de haber leído "La lección de August" sumado a la charla con Mary, sentía la necesidad de ser amable. Esperé impacientemente hasta que los desconocidos llegaron.

Roz: Alma, ellos son Laura y Javier, y quieren conocerte

- Hola linda - dijo Laura

- Estábamos ansiosos por conocerte - dijo Javier

Yo sólo solté un "hola", ni más ni menos.

- Bueno, voy a dejarlos solos para que conversen tranquilos.

Era la primera vez que me encontraba en la oficina de Roz luego del día en que había llegado al arcoíris; tuve una sensación muy rara en el estómago cuando recordé ese día. Estaba dispersa y Laura y Javier pudieron notarlo

- ¿Pasa algo Alma?

- Em no no, está todo bien - miré hacia abajo tímidamente

- Sabes - empezó Javier - el otro día, cuando mi mujer te vio sonreír no dudó en conocerte. Este orfanato tiene muchos niños pero ella te vio a vos y no lo dudó ni un instante.

- sonreí levemente - Gracias - no supe bien qué decir

- Bueno, parecías muy alegre ese día - continuó Laura - creo que estabas charlando con un jovencito

- la interrumpí - Max

- Aaah Max ¿Él es amigo tuyo?

- Si sí

- ¿No es un poco grande?

Lo cierto es que no me gustó para nada esa pregunta, tampoco el tono con el cual la pronunció. Ya se comportaba como una madre y apenas nos conocíamos.

- Es más grande que yo pero podemos con eso. Sólo somos amigos así que...

Javier le lanzó una mirada a Laura para que ella no hablara más del tema

- Y contanos Alma ¿alguna vez pensaste en salir de acá? - preguntó Javier

- Lo cierto es que lo pensaba antes, ya no. Lo único que no me gusta de este lugar es el encierro y que es un poco aburrido pero sacando eso...

- me interrumpió Laura - Bueno, nosotros tenemos una casa grande con un patio donde hay hamacas y vivimos en un barrio con muchos niños, te dejaríamos salir de vez en cuando si...

- esta vez yo interrumpí - entiendo que ustedes quieren adoptarme pero yo estoy feliz acá, les decía que este lugar a pesar de no ser hermoso es en el que viven las personas que más quiero, Mary y Max y a veces también me viene a visitar mi amiga Sam. No necesito vivir en una casa grande si no es con la gente que más quiero - me percaté de mi sincericidio -  Perdón

Los miré, luego me levanté y me dirigí hacia la puerta. Ellos estaban atónitos por mi actitud. 

- Pero... gracias de todos modos.

Me largué. Lo cierto es que sentía lástima por ellos, Mary me dijo que no podían tener hijos y de verdad querían uno (o una) pero Laura me agobió un poco y no se puede sentir cariño por alguien que recién conoces. Como dijo Mary, "el tiempo dirá" para mí el tiempo dice mucho, y Laura no me dio mucho tiempo que digamos. Tampoco me dio una buena impresión. Aunque es cierto que ya estaba un poco negada antes de conocerlos, no me pueden alejar de la gente que tanto quiero, no de esa manera.

Nefelibata (Ganador Letters Awards 2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora