Cuando Sam se fue, no quería hablar con nadie, así que fui al patio y me limité a recostarme, no me recosté en mi cuarto porque iba a tener que mirar el techo y prefería, por supuesto, mirar el cielo. Desafortunadamente, la paz que tuve allí duró sólo unos minutos, ya que al cabo de unos minutos apareció Roz y me dijo que no podía estar afuera debido al sol ( podría insolarme y ella no quería eso). Así que me levanté del suelo y sentí el peso de mi cuerpo sobre mis pies, no quería siquiera caminar, no tenía ganas de nada. Al entrar, ingresé directamente a mi habitación y en el pasillo lo crucé a Max. Apenas torcí mis labios realizando una media sonrisa, sólo para saludarlo. En aquellos momentos no me apetecía sonreír. Afortunadamente mi compañero entendía lo que era la necesidad de soledad así que levantó una mano saludándome y siguió su camino.
Me encontraba tirada en mi cama sin saber que hacer y sin querer saber qué hacer. Sólo quería que fuera un nuevo día para recuperar un poco de fuerzas.
Al cabo de unos minutos Max golpeó mi puerta. Me levanté para abrirle.- Te traje estos - mostrándome sus auriculares - junto con mi teléfono. Quizás así logres que el tiempo pase más rápido
Le hice un gesto para que ingrese a mi habitación, él se sentó en la punta de mi cama.
- suspiré - Gracias - intenté sonreír -.
- De nada, me imagino como te debes sentir y a mí me han ayudado bastante. Puedo enseñarte a buscar música si no queres escuchar la mía (no creo que te guste).
- Definitivamente quiero aprender a buscar otra música
Ambos reímos, los dos sabíamos que aquella música no iba a gustarme demasiado. Y de esa manera Max y yo nos pasamos la tarde descargando canciones y así su teléfono tenía dos listas: Música metálica vs Música de Alma.
- ¿Ves? de este modo cuando cumpla 18 años y me vaya de este lugar voy a seguir teniendo una parte tuya conmigo - señaló mi lista de música.
- Entonces estás siendo optimista porque encontraste un motivo para alegrarte de tener música que no te gusta en tu celular. Sabía que este momento llegaría
- confundido - ¿Qué momento?
- El momento en que serías mi amigo y eso te haría bien, te convertirías en una persona positiva y volverías a ser bueno y amable - crucé mis brazos, levantando el mentón con satisfacción.
Max largó una carcajada, me acarició la cabeza despeinándome y se marchó. Así fue que a las 18:30 pm comencé a escuchar las canciones que habíamos descargado y las horas pasaron sin dejar rastro alguno. Así, a las 21 pm María entró a mi habitación para llamarme a cenar. La noté preocupada, ella pensaba que no había ido al comedor porque no tenía hambre debido a la partida de Sam. Lo cierto era que seguía sintiendo un vacío en mi interior y la extrañaba pero la angustia ya era menor y por esa razón tenía hambre, sólo que al escuchar música las horas pasan muy rápido y de ese modo no sabía que todos en el arcoíris se encontraban ya cenando.
- Sé que estás pasando por un mal momento pero tenes que comer algo mi cielo
- ¿Qué?
Cerró la puerta y se sentó a mi lado: Puedo entender tu tristeza, las despedidas son siempre horribles pero... ¿podrías intentar comer algo?¿por mí?
- ¡Aaaah! ¿ya está la comida en la mesa?
- Así es, son las 9 en punto pequeña.
- Claro, no sabía Mary. De todos modos, gracias por hablar conmigo.
- No hay problema ¿estás mejor?
La miré por unos segundos - Sí, bueno algo así. Ha sido un día agridulce.
- confundida - ¿Agridulce?
- Bueno, agrio por la partida de Sam y dulce porque sé que tengo un nuevo amigo, Max y que está siendo una mejor persona.
- Sí, todos expresamos el dolor de maneras distintas ¿Sabes? A veces sólo hay que darle un tiempo a las cosas - reflexionó por unos segundos y luego de una pausa me miró y me dijo - Alma nunca olvides lo noble que sos, nunca dejes eso de lado. Por más que estés pasando por una situación no deseable, nunca dejes de ser amable y de conservar tu esencia.
- Mary ¿Qué es la esencia de una persona?
- concentrada, buscando una respuesta comprensible - La esencia de una persona es lo que define a esa persona, por ejemplo tu esencia es ser buena, amable y alegre y no quiero que pierdas eso nunca, ¿sí?
Actué un poco y fingí que dudé acerca de ello (ya que, en realidad estaba segura de que nunca iba a perder esas cualidades que tanto me definían) y le dije - Mm, creo que puedo con eso -
- riendo - Así me gusta
Ambas nos fuimos a cenar.
Y así fue el día, agridulce pero más dulce que agrio, afortunadamente.
ESTÁS LEYENDO
Nefelibata (Ganador Letters Awards 2017)
Teen Fiction❀ Alma se refugia en su imaginación. Es una niña aventurera que, como lo indica el título de la novela, es a su vez soñadora y casi nada realista. Ella irradia optimismo y felicidad en su entorno, a pesar de vivir en un lugar tan triste como un orf...